La manifestaci¨®n del d¨ªa 20, "test" para el Gobierno
En un momento en que el presidente Arias se encuentra en una situaci¨®n pol¨ªtica delicada, la manifestaci¨®n convocada por la Confederaci¨®n de Combatientes para el pr¨®ximo d¨ªa 20, aparece ante la clase pol¨ªtica como un test sobre la firmeza del Gobierno en lo que respecta a la llamada ?oposici¨®n institucional?.
La autorizaci¨®n o no por el Gobierno de la manifestaci¨®n convocada como ?homenaje de gratitud y de respeto a la memoria de Francisco Franco?, constituir¨¢ una definici¨®n de la actitud del ejecutivo en el confuso momento pol¨ªtico que vive nuestro pa¨ªs. En c¨ªrculos pol¨ªticos del sistema y de la propia oposici¨®n se espera con inter¨¦s una decisi¨®n que, dadas las circunstancias que rodean a la solicitud, ofrece connotaciones pol¨ªticas que exceden de la mera celebraci¨®n de un homenaje al anterior Jefe del Estado. La petici¨®n del permiso fue cursada al Ministerio de la Gobernaci¨®n el pasado d¨ªa 24 y firmada por Jos¨¦ Antonio Gir¨®n de Velasco.
La injusticia hist¨®rica, a la que alude la convocatoria —y concretamente las acusaciones de cambio del signo y origen hist¨®rico del R¨¦gimen, as¨ª como las alusiones a la ofensa y la injuria a Franco— ofrece el aspecto de una denuncia contra el Gobierno que promueve o tolera tales hechos. Tal denuncia se suma a las llamadas de atenci¨®n sobre la heterodoxia de la reforma que se vienen produciendo desde el mismo sector que convoca la manifestaci¨®n. El escrito de los 126 y unas declaraciones a La Vanguardia Espa?ola del presidente de la Confederaci¨®n sobre la inconstitucionalidad del sistema bicameral que se proyecta, son dos muestras evidentes de tal actitud.
El diario El AIc¨¢zar publica cada d¨ªa el texto de la convocatoria, as¨ª como las adhesiones que se reciben, procedentes de todas las categor¨ªas sociales y de todos los or¨ªgenes pol¨ªticos y econ¨®micos.
Anoche todav¨ªa no se hab¨ªa concedido autorizaci¨®n para la manifestaci¨®n —proyectada en principio para la Plaza Mayor que despu¨¦s se hab¨ªa cambiado a la hist¨®rica Plaza de Oriente.
Un acento m¨¢s en la expectaci¨®n existente sobre este tema se deriva de los sucesos de Montejurra, que por algunas caracter¨ªsticas, y aun a pesar de que han comenzado a producirse detenciones, recuerdan la agresi¨®n, todav¨ªa sin clarificar, de que fue objeto el periodista Mart¨ªnez Soler.
Algunos observadores apuntan hacia determinadas tensiones dentro del departamento responsable del orden p¨²blico que, a la hora de conceder la autorizaci¨®n para una concentraci¨®n y subsiguiente manifestaci¨®n p¨²blica, es veros¨ªmil que se pongan de manifiesto.
Contraataque Arias
El deterioro progresivo de la imagen p¨²blica del presidente Arias -—al menos, en los medios de comunicaci¨®n social, a pesar de que un tal Ulises, en Pueblo, aseguraba ayer que la mayor¨ªa de la prensa dice s¨ª a la continuaci¨®n de Arias— parece haber aconsejado al jefe del gabinete una contraofensiva, en forma de una intensa actividad pol¨ªtico-oficiosa.
Europa Press se?ala a este respecto que Arias desea cambiar impresiones durante la pr¨®xima semana con grupos y personas representativas de sectores pol¨ªticos, econ¨®mico-sociales y de opini¨®n p¨²blica. Para empezar, la misma agencia anuncia un almuerzo con personas de Editorial Cat¨®lica, y para m¨¢s tarde, con comentaristas pol¨ªticos de los medios informativos, como ya hac¨ªa Arias Navarro frecuentemente en su etapa de alcalde de Madrid. Europa Press —que hace proceder su informaci¨®n de c¨ªrculos generalmente bien informados— a?ade la diferencia de situaci¨®n en el momento actual, dada la falta de tiempo del presidente, insalvable a veces, a pesar de sus buenos deseos para llevar a cabo tales contactos.
La autorizaci¨®n por el Gobierno de una manifestaci¨®n del car¨¢cter de la que se proyecta para el d¨ªa 20, no parece que tendr¨ªa una favorable acogida entre los sectores a los que el presidente Arias —tras su entrevista con el Rey el viernes—parece querer dirigirse, y, desde luego, no se detendr¨ªa con ella veros¨ªmilmente la oposici¨®n contra la reforma que se viene ejerciendo desde los sectores inmovilistas. Los votos de estos se?ores, por otra parte —seg¨²n c¨¢lculos concienzudos— no son suficientes para dar al traste con los proyectos en marcha. Por lo dem¨¢s se detecta un cierto nerviosismo en la proyecci¨®n y realizaci¨®n de los cambios pol¨ªticos, nerviosismo que origina contradicciones y errores de bulto en los textos legales.
Un dato al respecto es el proyecto de ley de reforma de la Ley Constitutiva de las Cortes y de la Ley Org¨¢nica del Estado, en cuyo pre¨¢mbulo, a pesar del t¨ªtulo del proyecto de ley, se alude a la modificaci¨®n, tambi¨¦n, del Fuero del Trabajo. En cambio, en la disposici¨®n derogatoria no se alude para nada al citado Fuero.
Asimismo, en el texto del proyecto de ley que estaba ya redactado con fecha 8 de mayo —lo hab¨ªa aprobado el Consejo de Ministros del 7—, no aparec¨ªan m¨¢s que cinco disposiciones transitorias, mientras que en el texto distribuido a los consejeros nacionales el pasado jueves figuraba ya una sexta disposici¨®n de este car¨¢cter, por la que se establece que el Consejo de Econom¨ªa Nacional —actualmente lo preside el ex ministro Enrique Garc¨ªa Ramal— afecto a los sectores inmovilistas, continuar¨¢ con su organizaci¨®n hasta que la ley especial que regule el nuevo Consejo Econ¨®mico y Social fije la fecha de su desaparici¨®n.
Pero lo m¨¢s curioso es que en el texto remitido a los consejeros, aunque se alcanz¨® a incluir la disposici¨®n citada, no se suprimi¨®, como hubiera sido congruente, la derogaci¨®n del precepto relativo al Consejo de Econom¨ªa Nacional (p¨¢rrafo V del art¨ªculo 40 de la Ley Org¨¢nica del Estado).
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