El infante Felipe ser¨¢ Pr¨ªncipe de Asturias
Don Juan Carlos y Do?a Sof¨ªa llegaron al aeropuerto asturiano de Ram¨®n poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana, en un Myster de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil, pilotado por el propio monarca.Les acompa?aban el presidente del Gobierno, Carlos Arias, el presidente de las Cortes, se?or Fern¨¢ndez-Miranda -que es asturiano-, los ministros de Obras P¨²blicas y Aire, se?ores Vald¨¦s y Frainico, y el presidente del Tribunal Supremo -tambi¨¦n asturiano-, se?or Silva Melero.
En el aeropuerto fueron recibidos por las primeras autoridades de la provincia y, despu¨¦s de que el Rey pasara revista a las fuerzas que le rindieron honores, la comitiva inici¨® el trayecto hacia Covadonga, pasando por Avil¨¦s, Lugones, Mieres, Pola de Siero, Nava, Infiesto y Cangas de On¨ªs, donde el p¨²blico aplaudi¨® y vitore¨® el paso de los Reyes.Sus Majestades llegaron a Covadonga a las doce y cuarto y, tras rezar una salve en la gruta de la Santina, patrona de la regi¨®n, se dirigieron a la explanada ante el santuario, donde el obispo de la di¨®cesis, monse?or D¨ªaz Merch¨¢n, ofici¨® la misa al aire libre.
Finalizada la ceremonia religiosa, los Reyes subieron a un balc¨®n donde el presidente de la Diputaci¨®n, Jos¨¦ Luis de la Vallina, en las palabras de salutaci¨®n dijo, entre otras cosas, ?creemos, Majestades, que a la hora de buscar el lugar adecuado, para la recepci¨®n de Asturias a sus Reyes, no pod¨ªamos encontrar otro mejor que este Real Sitio de Covadonga. En tan rec¨®ndito lugar de lia geograf¨ªa espa?ol, a, se yergue en piedra un monumento a la Virgen que representa un episodio de historia nacional legendarlamente unido al nacimiento de nuestra monarqu¨ªa y que sabemos tiene una especial significaci¨®n para vuestra Majestad. Desde este lugar y a los pies de la Santina, elevamos nuestras preces para que su asistencia nunca os falte., a fin de que la monarqu¨ªa espa?ola pueda cumplir los objetivos se?alados en el primer mensaje de la Corona de asegurar a todos los espa?oles las condiciones de car¨¢cter material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades', as¨ª como 'reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado, las peculiaridades regionales, como expresi¨®n de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de Espa?a'.
En este sentido no puedo dejar de expresar, en este momento, que la clara conciencia regional asturiana, se mueve en esa l¨ªnea de potenciar sus valores propios, sin perjuicio de hacerlo dentro del, m¨¢s pleno y total sentido de integridad nacional, como lo pone de relieve nuestra tradici¨®n, cuyo ejemplo m¨¢s expresivo lo encontramos en la Junta del Principado de Asturias?.
Al mismo tiempo que el presidente de la Diputaci¨®n pronunciaba estas palabras, ondeaban, entre las cabezas del p¨²blico que se encontraba en la explanada, algunas pancartas que s¨ª expon¨ªan preocupaci¨®n y formulaban peticiones:
Pedimos trabajo, mineros de Floururos, dec¨ªa una de ellas.
Asturias por Caravia, reapertura de las minas, El paro no se soluciona cerrando empresas rentables y otros textos similares expon¨ªan ante los Reyes el problema creado con el cierre, hace dos meses, de las minas de espato-fl¨²or en Caravia, por problemas t¨¦cnicos de contaminaci¨®n.
El presidente de la Diputaci¨®n, hizo a continuaci¨®n la siguiente petici¨®n: ?Pero, si como digo, conscientemente, queremos huir de formularos solicitudes, en esta memorable ma?ana, no puedo, sin embargo, dejar de transmitiros una que, por estar en el sentir un¨¢nime del pueblo asturiano y por lo que para esta tierra significa y representa, de leg¨ªtimo orgullo, ser¨ªa por mi parte imperdonable que no lo hiciera. Se trata de que se contin¨²e en la persona del pr¨ªncipe heredero de la Corona, el Infante don Felipe, el t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de Astur¨ªas, enlazando as¨ª con la tradici¨®n multisecular que, desde Enrique II, en 1388, se ha mantenido a lo largo de nuestra historia. ?
Finalmente se refiri¨® al hecho regional y mencion¨® la tradici¨®n de la Junta del Principado de Asturias ?que en los actuales momentos la corporaci¨®n provincial persigue conservar, para defender y estimular la conciencia regional de esta tierra?.
Don Juan Carlos pronunci¨® a continuaci¨®n unas palabras, en. las que expres¨® su satisfacci¨®n y la de la Reina porque su prirnera visita fuese a la Virgen de Covadonga, la Santina y a este maravilloso lugar, s¨ªmbolo del empuje creador de Espa?a?.
Tras referirse a la personalidad asturiana, a la que calific¨® de clara, noble y esforzada, dijo:
?El patriotismo astui,iano es un tesoro inapreciable, y es un ejemplo, para todos los espa?oles, la manera equilibrada en que sab¨¦is integrar vuestra acusad a. conciencia regional, en la suprema unidad de Espa?a. No en vano naci¨® en .Covadonga el impulso generoso para reconquistar la unidad, entonces perdida, de la naci¨®n. Unidad que hemos querido libremente, como coronamiento de una riqu¨ªsima variedad regional que nos llena de orgullo. La unidad de Espa?a, cifrada en la monarqu¨ªa es fundamental en la igualdad de todos sus hombres, de todas sus provincias y regiones, de las que ninguna es superior a las otras ni puede ser superada por las dem¨¢s. La unidad de la Patria presupone la libertad y la igualdad de todos sus componentes, y es el producto de la hermandad, sincera y fecunda de todos los espa?oles.
A continuaci¨®n donJuan Carlos acept¨® la petici¨®n del t¨ªtulo de Pr¨ªncipe de Asturias para su hijo.
Los Reyes abandonaron Covadonga poco despu¨¦s de la una y media para dirigirse a la finca de la Diputaci¨®n Las Huelgas, en Villamayor.
A las seis menos cuarto partieron para Oviedo y, a lo, largo del recorrido -Infiesto, Nava y Siero- tuvieron que detenerse en varias ocasiones, para responder a las aclamaciones de los vecinos.
Poco antes de las siete llegaron a Oviedo, y se dirigieron al Ayuntamiento, donde les salud¨® el alcalde y tuvo lugar una recepci¨®n de autoridades. Los Reyes salieron al balc¨®n para responder a las aclamaciones de los miles de ovetenses que se hab¨ªan congregado en la peque?a plaza municipal.
Posteriormente, y tras una breve visita a la catedral, los Reyes ofrecieron en el hotel donde se hospe,dan una recepci¨®n a las autoridades, corporaciones, entidades y representaciones de la sociedad asturiana.
En suma, este primer d¨ªa de los Reyes en Asturias transcurri¨® en una apretada jornada de actos, en los que ha estado presente el pueblo asturiano, al que cabe destacar, a diferencia de anteriores visitas reales, en especial de la de Andaluc¨ªa, una menor aglomeraci¨®n de p¨²blico y una expresi¨®n quiz¨¢ menos vehemente de sus adhesiones, debido al temperamento y a las caracter¨ªsticas de esta regi¨®n grandemente industrializada.
Al margen de estas reacciones hay que mencionar tambi¨¦n el do cumento que ayer hizo p¨²blico el organism . o unitario de la oposici¨®n asturiana en el que se ir.dica que ?el plan reformista no se ha que dado m¨¢s que en promesas, sin que se lleve a cabo ninguna transfor maci¨®n profunda, de las que el pueblo, y con ¨¦l el pueblo asturiano, reclama?.
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