"Preservar la obra de Pablo, ¨²nico aliciente de mi vida"
?Pablo muri¨® del mal de Chile. Le dol¨ªa Chile, por eso pudo sobrevenirle el paro card¨ªaco que le caus¨® la muerte.? Despu¨¦s de tres a?os, a Matilde Urrutia, viuda de Pablo Neruda, todas las preguntas sobre la muerte de su marido, premio Nobel de Literatura, le son sumamente dolorosas. Sin embargo, es un tema imprescindible de conversaci¨®n con quien convivi¨® los doce ¨²ltimos a?os con el escritor chileno y puede desvelar con la serenidad del tiempo pasado algunos datos del poeta. La viuda de Neruda, en Madrid, ha conversado para EL PAIS con Jos¨¦ F. Beaumot.
-Se?ora, usted, ahora, el recuerdo de Pablo...-Me ayuda mucho leer lo que ¨¦l me dej¨® escrito. Hay muchos poemas en los que ¨¦l me dice lo que debo hacer una vez que ¨¦l muera. Sobre estos escritos pienso que yo no puedo flaquear, que tengo que seguir viviendo con fuerza para poder conservar, aunque sea en parte, ese legado que Pablo quiso dejar a Chile, porque ¨¦l, cuando ve¨ªa cosas hermosas o libros interesantes, pensaba en Chile. Yo pienso que todo lo que ¨¦l dej¨® debe quedar en Chile. Esto me da fuerzas para vivir. Sin esta obligaci¨®n que yo me he impuesto de preservar la obra de Pablo, la vida para m¨ª no tendr¨ªa ning¨²n aliciente.
-?C¨®mo ocupa estas jornadas de guardia de la obra del que fue su marido?
-Llevo una vida muy retirada. Me dedico exclusivamente a conservar todo lo que ha quedado de Pablo, que es mucho. Todo est¨¢ alI¨ª: sus colecciones, su biblioteca, excepto muchos de sus sonetos y poemas dedicados a sus amigos y desperdigados por el mundo en todas partes alguien tiene un soneto de Pablo, excepto tambi¨¦n su producci¨®n que fue destruida en el primer momento del r¨¦gimen actual al ser arrasadas dos de nuestras casas. Por suerte, lo principal se salv¨®. Tambi¨¦n me entretengo leyendo mucho la obra de Pablo, en la que siempre encuentro cosas nuevas. Poco antes de venir a Espa?a estaba leyendo Crepusculario. Es incre¨ªble las cosas nuevas que yo he encontrado en esos poemas que escribi¨® antes de los veinte a?os. Yo me meto en sus papeles, entre monta?as de papeles que todav¨ªa me ha de costar revisarlos dos o tres a?os.
-?Vive usted con dificultades en Chile?
-Hasta este momento yo he vivido en Chile muy tranquila. No he encontrado ninguna dificultad. La verdad, es que no hago vida social. Vivo absolutamente retirada de todo ambiente social. Pasan semanas y semanas en que yo no salgo de casa. Me siento mejor as¨ª, porque en mi casa es donde me siento acompa?ada. Los jardines, la biblioteca de Pablo... Me rodeo de todas las cosas que hemos tenido siempre. A lo mejor es una locura, pero este plan yo me lo he trazado seguramente para poder seguir viviendo. Sin embargo, viajo una vez al a?o, porque me da mucho placer salir de Chile y comprobar que la figura de Pablo en el exterior se agranda d¨ªa a d¨ªa. En todas las partes se le hacen grandes homenajes, se estudia su obra. El ver este reconocimiento de Pablo es casi indispensable para mi vida.
-?Se reconoce tambi¨¦n ahora este valor de Neruda en Chile?
-A juzgar por los homenajes no. Todav¨ªa no se le ha hecho ning¨²n homenaje. En el primer aniversario de su muerte, un grupo de obreros lo intent¨®, pero el Gobierno no lo permiti¨®. Sin embargo, el pueblo no te olvida. Prueba de ello es que cada vez que voy con mis flores a su tumba no tengo donde ponerlas. Siempre hay flores de gentes humildes. El gran homenaje es ese homenaje callado. Yo prefiero que sea as¨ª hasta que no pase este peligro que nos acecha.
La naturaleza
-?Encuentra usted alguna preocupaci¨®n constante en la vida y obra de Pablo Neruda?-El viv¨ªa muy en contacto con la naturaleza, la descubr¨ªa en las cosas m¨¢s incre¨ªbles. Siempre estaba inventando cosas. Por eso vivir con ¨¦l era una fiesta continua. A veces, al amanecer me despertaba y me llevaba a o¨ªr cantar a los p¨¢jaros. Otras veces nos ¨ªbamos a Valpara¨ªso a ver los barcos. Por los caminos siempre descubr¨ªa flores que otros no deparaban en ellas y hasta las pisaban.
Pero tambi¨¦n se compromet¨ªa con el problema del hombre, de su propia persona y de los que le rodeaban. Era un hombre comprometido. Desde que en Espa?a se hizo comunista nunca abandon¨® esa tendencia. La tierra espa?ola le toc¨® profundamente porque all¨ª murieron todos sus amigos m¨¢s queridos, y desde este tiempo ¨¦l comienza a luchar contra todas las injusticias del mundo.
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