Hacia una nueva ense?anza de la historia del arte
Valeriano Bozal y sus propuestas pedag¨®gicas
Recientemente ocuparon la atenci¨®n p¨²blica las luchas, manifestaciones y encierros protagonizados por estudiantes y profesores de Historia del Arte de diversas universidades. El principal motivo de protesta (supresi¨®n de la asignatura Historia del Arte del BUP y COU) parece haber sido tomado en cuenta por el Ministerio que a trav¨¦s del subsecretario acab¨® prometiendo que volver¨¢ a ser incluida en los planes la referida asignatura.La g¨¦nesis del conflicto ya ha sido abordada en las p¨¢ginas de EL PA?S, en el n¨²mero del 6 de mayo pasado. El desajuste padecido por los estudiantes, futuros licenciados aquejados de lo que una nota de la Comisi¨®n de Arte de la Complutense llamaba la angustia profesional, si bien es imposible que desaparezca (pues por muchas promesas el tema no es de f¨¢cil soluci¨®n) deber¨ªa ahora dejar paso a la reflexi¨®n m¨¢s global propuesta ya desde el curso 74-75 por el peque?o sector del alumnado que con un cierto izquierdismo denunciaba lo que de corporativa pod¨ªa tener esta lucha si no se la enmarcaba en el contexto de una lucha ideol¨®gica en dos frentes: el de la ense?anza del arte, con todos los problemas que a ¨¦ste rodean, y el m¨¢s general, del modo de ense?anza propone un sistema que devuelve al alumno su capacidad de mirar y ver. Sin embargo, en este caso no encontramos apenas alternativa pol¨ªtica en lo que se refiere al campo espec¨ªfico de la ense?anza de la materia. Ni perspectivas de ruptura en el esquema profesor-alumno, ni definici¨®n alguna sobre el destino posible de la materia misma. Reina m¨¢s bien una voluntad posibilista, traducida en propuesta t¨¦cnicas y especializadas. Nos encontramos con el Bozal m¨¢s ideol¨®gico el de El lenguaje art¨ªstico o el de la Historia del arte en Espa?a, sociologismo, en la medida que lo pod¨ªa ser Francastel.
En el primer ejercicio efect¨²an tres an¨¢lisis de cuadros: un Zurbar¨¢n, un Equipo Cr¨®nica, un Mir¨®. Las definiciones metodol¨®gicas previas cabe situarlas en un campo dejado atr¨¢s por el pensam¨ªento cr¨ªtico contempor¨¢neo. Una multilicidad de niveles de an¨¢lisis (semiolog¨ªa, sociolog¨ªa, fundamentalmente), que pese a las posiciones marxistas del autor, no acaban de referirse a una totalidad. Aparte el desprecio, muy arraigado en Bozal, hacia el psicoan¨¢lisis bajo cualquiera de sus encarnaciones, lo m¨¢s notables es lo aburrido que acaba resultando una manera de ense?ar a ver que necesita de tantas muletas y que, incapaz de reconstituir literariamente lo que de juego de espejos tiene la creaci¨®n art¨ªstica la disecciona en piezas indudablemente explicadas, m¨¢s no restituidas bajo una forma viva.
Una metodolog¨ªa para la que no existe la producci¨®n del sentido y para la que el tan tra¨ªdo y llevado nivel espec¨ªfico del arte queda reducido a la imbricaci¨®n de elementos sujetos a un vocabulario imprecisamente ling¨¹¨ªstico, y vemos sus terribles errores en el ejercicio dedicado al s. XIX, pese a consideraciones justas (el mercado, la bohemia, la prensa), versiones renovadas de esquemas a lo Hausser incapaces de hacernos ir m¨¢s all¨¢ de la explicaci¨®n.
En definitiva, en su siglo XIX o en sus lecturas de cuadros Bozal no pasa de proporcionarnos una aproximaci¨®n sin lugar a dusds mejor que la vigente, pero que en su limitado enfoque no parece correponderese con la intensidad imprescindible de un trabajo -universitario o no, pedag¨®gico o no- en que seamos capaces de reconocer lo transgresor de la pintura, y de la pr¨¢ctica art¨ªstica en general.
1. "La Ense?anza de la Historia del Arte" separata del Bolet¨ªn del Colegio de Licenciados, Madrid, 10 de mayo.
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