El Rey promete una Monarqu¨ªa democr¨¢tica

El Rey Juan Carlos prometi¨® ayer, en su discurso ante el Congreso norteamericano, que la Monarqu¨ªa har¨¢ que ?bajo los principios de la democracia se mantenga en Espa?a la paz social y la estabilidad pol¨ªtica?, y que la Corona ser¨ªa ?una instituci¨®n abierta en la que todos los ciudadanos tengan un sitio holgado para su participaci¨®n pol¨ªtica?, y asegurarla ?el acceso al poder de las distintas alternativas de Gobierno, seg¨²n los deseos del pueblo libremente expresados?.

Los congresistas norteamericanos aplaudieron con intensidad precisamente estos pasajes en los que el Rey expres¨® su apoyo al proceso democratizador espa?ol. La importancia pol¨ªtica que se atribu¨ªa a este discurso en medios norteamericanos, tanto para el futuro de los dos pa¨ªses como para el grado de apoyo que se podr¨ªa prestar desde Estados Unidos a la nueva etapa pol¨ªtica espa?ola, ha quedado ampliamente constatada en las palabras del Rey don Juan Carlos, que ha presentado, inequ¨ªvocamente, la imagen de una Espa?a nueva dispuesta a integrarse, a trav¨¦s de un proceso democr¨¢tico, en la comunidad internacional.La primera alocuci¨®n en la historia de un soberano espa?ol a los representantes del pueblo norteamericano fue precedida por una entrevista de una hora entre don Juan Carlos y, el presidente Ford, en la que estuvieron presentes el conde de Motrico y Kissinger. Seg¨²n el comunicado hecho p¨²blico por la Casa Blanca, ?los dos mandatarios dan la bienvenida al nuevo Tratado Hispano-Norteamericano de Amistad, y Cooperaci¨®n, como un medio para reforzar nuestra ya estrecha cooperaci¨®n bilateral en una amplia gama de campos, incluyendo la defensa, y como una s¨®lida base para una participaci¨®n espa?ola m¨¢s cercana con la comunidad trasatl¨¢ntica?. El ¨²ltimo acto al que asistieron Sus Majestades los Reyes en esta su primera jornada en Estados Unidos -calificada ya en medios norteamericanos como hist¨®rica- fue la cena de gala que les fue ofrecida por el presidente Ford en la Casa Blanca, y a la que asistieron las m¨¢s altas personalidades del pa¨ªs. Al t¨¦rmino de la misma, el Rey pronunci¨® un breve discurso en el que expres¨® que los espa?oles admir¨¢bamos en la naci¨®n norteamericana el respeto a la individualidad de los hombres y al derecho que tienen a realizarse libremente, seg¨²n el dictado de su conciencia y el profundo sentido de igualdad que aparece en la Constituci¨®n, y que tiende a que el pueblo elija democr¨¢ticamente a sus gobernantes, para que ¨¦stos ejerzan el poder con el consenso de los gobernados.