Etiop¨ªa oscila entre el progreso social y el caos
Etiop¨ªa se halla en un dif¨ªcil camino de transformaci¨®n nacional en el que los problemas se acumulan y la superaci¨®n de la estructura feudal que se mantuvo en el pa¨ªs hasta hace menos de dos a?os, no parece encontrarse sin tropiezos. El derrocamiento del emperador en 1974 liber¨® una serie de fuerzas que los militares en el Gobierno tienen dificultad en regular.
Dieciocho meses despu¨¦s de que los et¨ªopes derribasen el Emperador Haile Selassie, la naci¨®n se encuentra en un dif¨ªcil momento de conmoci¨®n pol¨ªtica y social que la conduce por un camino de desorden econ¨®mico, represi¨®n, miedo y desilusi¨®n ante el futuro.Pese a que el Gobierno militar est¨¢ empe?ado en una labor revolucionaria para acabar con el feudalismo y la explotaci¨®n de los grandes propietarios agr¨ªcolas que caracterizaron el antiguo r¨¦gimen, la resultante, por ahora, es un incremento en la violencia y en los movimiento ant¨ªgubernamentales que se extienden por toda la naci¨®n.
El largo problema de Eritrea
El grupo de rebeldes m¨¢s poderosos y consistente es el que se encuentra en la regi¨®n de Eritrea al Norte del pa¨ªs, junto a las costas del Mar Rojo. Los eritreos combaten fieramente contra un ej¨¦rcito gubernamental que cuenta con 30.000 ¨® 40.000 hombres, recientemente enviado para reducirles. Desde muchos puntos de vista, esta ofensiva militar se considera como un riesgo para el Gobierno y como un movimiento desesperado para sofocar una rebeli¨®n casi end¨¦mica. Los rebeldes de Eritrea pretenden la independencia de su regi¨®n y su acci¨®n armada comenz¨® hace unos 14 a?os. Coincidiendo con esta rebeli¨®n, existen otros problemas en el pa¨ªs que se ven con creciente ansiedad tanto por los ciudadanos et¨ªopes como por los diplom¨¢ticos extranjeros. Y, en especial, por los diplom¨¢ticos de los Estados Unidos, pa¨ªs que hasta ahora fue el m¨¢s firme soporte del r¨¦gimen etiope.Miles de colegiales que no tienen nada que hacer y otras gentes, deambulan por la calle de Addis Abeba pidiendo limosna. El sistema de distribuci¨®n de alimentos desde el campo la ciudad ya no funciona, por lo que se impusieron normas de racionamiento. Al mismo tiempo, la inflaci¨®n galopante preocupa a los economistas.
Las detenciones por motivos pol¨ªticos fuera de Eritrea se calcularon en 4.000 a 6.000, mientras que en la provincia secesionista estas detenciones alcanzan a muchos miles de personas. En Eritrea, adem¨¢s tienen lugar otros numerosos actos represivos. Muchos funcionarios fueron expulsados, perdieron sus empleos y se marcharon de las ciudades.
Por otra parte, en los medios estudiantiles e intelectuales, circulan rumores sobre detenciones y otras medidas policiacas represivas.
Un economista que vivi¨® muchos a?os en el pa¨ªs considera que los intentos reformistas de los militares etiopes son demasiado ambiciosos, demasiado ideol¨®gicos y demasiado r¨¢pidos tambi¨¦n. Pero los que critican el sistema de los militares no dejan de reconocer que la reforma agraria y la pol¨ªtica de nacionalizaciones, elimin¨® el poder de los se?ores feudales del sur y, de modo m¨¢s relativo, el de las nuevas clases medias, surgidas en las, ciudades y que controlaban la administraci¨®n y la industria.
Llegan los soldados
En lugar de todos estos antiguos se?ores, el Gobierno mand¨® sus soldados, la mayor parte de ellos hijos de campesinos. Para su labor revolucionaria, el Gobierno tambi¨¦n utiliza a los intelectuales, muchos de ellos educados en Europa y en los Estados Unidos.Desde el punto de vista et¨ªope, lo m¨¢s importante es que el Gobierno alter¨® la distribuci¨®n del poder de las tribus. El nuevo r¨¦gimen termin¨® con la supremac¨ªa de los Amaras, en favor de los Gall¨¢s, del sur, que antes "se dedicaban a funciones de servidumbre.
Pocas revoluciones como la et¨ªope tuvieron tanta suerte al principio. En 1974, cuando se derroc¨® al emperador, la indiferencia mundial estaba determinada por los grandes problemas econ¨®micos que en aquel momento ten¨ªan las naciones. Sin embargo, el comienzo de la ca¨ªda del emperador, estuvo en el hambre que sufri¨® el pa¨ªs en el a?o 1973 y que caus¨® la muerte de unos 100 mil campesinos.
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