Los procuradores no admitieron el calificativo de "escasamente representativos"
El incidente se produjo al comienzo de la que ser¨ªa ¨²ltima intervenci¨®n de la sesi¨®n de la tarde. Ramiro Cerc¨®s, procurador en representaci¨®n de los ingenieros civiles, hab¨ªa comenzado la exposici¨®n de su observaci¨®n al proyecto de ley con las siguientes palabras: ?Con el respaldo de un grupo minoritario de procuradores -los se?ores Escudero, Esperab¨¦, Meli¨¢, Carazo, Muro, Becerra y Cerc¨®s (todos ellos familiares)- no integrados en grupos parlamentarios por corresponder nuestros talantes personales a ideolog¨ªas hoy no representadas en estas Cortes...?Un gran murmullo entre los procuradores al escuchar estas palabras ahog¨® la voz del se?or Cerc¨®s, que no pudo continuar ante los comentarios -algunos en alta voz- de los procuradores. El presidente de la C¨¢mara, Torcuato Fern¨¢ndez-Miranda, intervino entonces para decir: ?Ruego a los se?ores procuradores que respeten la C¨¢mara?, a lo que un procurador, Manuel Sol¨¢, familiar por Granada, replic¨®: ?Que respete la C¨¢mara al orador?.
En ese momento, y entre expresiones de fuerte protesta: fuera, que lo echen, un respeto a la C¨¢mara, una veintena de procuradores -entre los que se encontraban los se?ores Gir¨®n, Iniesta Cano y Vald¨¦s Larra?aga- abandonaron el hemiciclo con murmullos de desaprobaci¨®n.
Como ¨¦stos no cesaban, y el procurador antes mencionado, se?or Sol¨¢, siguiese increpando al orador, el presidente indic¨® que si no cesaba en su actitud, ?tomar¨ªa medidas?; a lo que el procurador se?or Sol¨¢ replic¨®: ?las aceptar¨ªa?.
Sin que hubiera cesado la tensi¨®n originada por este primer incidente, Ramiro Cerc¨®s sigui¨® exponiendo su observaci¨®n. Hizo un elogio, en principio, al trabajo de la ponencia, pero indic¨® que algunas enmiendas y observaciones presentadas por ¨¦l no hab¨ªan sido aceptada y ?estim¨® -dijo- son fundamentales para que esta ley no sea lo que realmente debe ser en este momento crucial que vive el pa¨ªs: una ley de partidos pol¨ªticos para la democracia?.
Manifest¨® que discrepaba profundamente de la postura mantenida por los procuradores enmendantes a la totalidad y que aunque tampoco compart¨ªa la pol¨ªtica reformista seguida por el Gobierno, no quer¨ªa sumar obst¨¢culos para la aprobaci¨®n de este proyecto que consideraba pieza clave del orden democr¨¢tico.
Pasa a la p¨¢g. siguiente Viene de la p¨¢g. anterior.
Primero, modificar la Constituci¨®n
M¨¢s adelante dijo que no se deb¨ªa haber promulgado esta ley en tanto no se modificaran las Leyes Fundamentales, y que amplios sectores de nuestra sociedad entend¨ªan que no era el momento de entrar a analizar si el orden constitucional vigente admite partidos pol¨ªticos o no, sino que ten¨ªan el convencimiento de que ?es fundamental y previo el reconocimiento de la soberan¨ªa popular y que esto tenga lugar en unos nuevos textos constitucionales ?.
?Porque es una gran contradicci¨®n -a?adi¨®- que se hable de democracia para todos los espa?oles desde instancias significativas del Gobierno y se inicien reformas pol¨ªticas sin consultar al pueblo, olvidando que es precisamente la soberan¨ªa de la naci¨®n encarnada en sus ciudadanos la ¨²nica legitimada para elegir libremente su futuro pol¨ªtico.?
Los murmullos y la tensi¨®n de la sala, que no hab¨ªan desaparecido desde el incidente anterior, crecieron con estas palabras en las que por primera vez que se recuerde, un procurador se mostraba ante el Pleno partidario de, lo que se ha venido en denominar ruptura democr¨¢tica.
Ramiro Cerc¨®s sigui¨® su parlamento entre claras muestras de desaprobaci¨®n que culminaron cuando pronunci¨® la siguiente frase: ?De ah¨ª que juzguemos que este proyecto de ley no es oportuno ni conveniente, sino que deber¨ªa haber sido precedido por la devoluci¨®n a nuestro pueblo de su protagonismo y por el reconocimiento de su mayor¨ªa de edad pregunt¨¢ndole sobre lo que quiere. Pero reconocerle una democracia otorgada por unas Cortes prorrogadas y cuyo funcionamiento apenas est¨¢ incardinado en el hondo sentir de la mayor¨ªa de los espa?oles por la escasa representatividad que les reconocen...?
En este momento un fuerte murmullo mezclado con algunos gritos de esto es demasiado, un respeto a la C¨¢mara, interrumpi¨® de nuevo el parlamento del se?or Cerc¨®s. El presidente, se?or Fern¨¢ndez-Miranda, se dirigi¨® al ponente y le dijo: ?Ruego al se?or procurador que no plantee cuestiones que no es el momento de plantearlas.? A ello respondieron algunos procuradores: ?Muy bien?, de acuerdo, al tiempo que se o¨ªan aplausos.
Fern¨¢ndez-Miranda se?al¨® entonces que los procuradores fueran consecuentes en sus aplausos y que ¨¦l ten¨ªa ?el deber de amparar a todos y cada uno de los procuradores aunque lo que digan no nos agrade?, y dirigi¨¦ndose al se?or Cerc¨®s le indic¨® que siguiera su exposici¨®n, pero que lo hiciera con mansedumbre. ?Con la misma mansedumbre -a?adi¨®- con que yo he actuado en estos ¨²ltimos meses. ?
Tras esta advertencia y ante el clima de tensi¨®n creado en la C¨¢mara, el se?or Cerc¨®s suaviz¨® un tanto el resto de su intervenci¨®n, no sin expresar antes que cre¨ªa una obligaci¨®n exponer lo que pensaba del proyecto ante la C¨¢mara, pues lo contrario ser¨ªa una postura deshonesta.
Tras la intervenci¨®n, el presidente, se?or Fern¨¢ndez-Miranda, levant¨® la sesi¨®n que se hab¨ªa iniciado a las cinco y cinco de la tarde con la intervenci¨®n del se?or Lamo de Espinosa.
Emilio Lamo, del grupo parlamentario Acci¨®n Institucional, que present¨® su observaci¨®n en contra de la regulaci¨®n de los partidos, bas¨® su intervenci¨®n en que el proyecto se opon¨ªa al orden institucional, y solicit¨® del Gobierno el paso del proyecto a la Comisi¨®n.
Con el hemiciclo semivac¨ªo -que fue llen¨¢ndose a lo largo de la tarde hasta llegar a unos dos tercios de procuradores presentes-, el se?or Lamo defendi¨® las siguiente tesis: ?El proyecto se opone al orden constitucional -en concreto, a las Leyes Fundamentales- tal como rigen en el momento presente. Ese orden va a ser reformado. En consecuencia, o se suspende la tramitaci¨®n del proyecto hasta la aprobaci¨®n de la reforma, o se ajusta al ordenamiento constitucional. De no proceder as¨ª, la ley que ahora se aprobara, estar¨¢ en oposici¨®n a la Constituci¨®n vigente y podr¨¢, incluso, estarlo con la reformada.?
El se?or Lamo propuso tambi¨¦n que las asociaciones pol¨ªticas se mantuvieran dentro de la comunidad del Movimiento, ya que si no se le sustraer¨ªa uno de sus fines principales, que es el de la acci¨®n pol¨ªtica.
?Yo no he pedido -dijo en otro momento- que las asociaciones sean instrumento de participaci¨®n; yo he negado eso. Mientras no se altere el orden constitucional, son ¨®rganos de representaci¨®n y no de participaci¨®n.?
M¨®nica Plaza
A continuaci¨®n intervino la procuradora M¨®nica Plaza, quien calific¨® el proyecto como ?la reforma pol¨ªtica m¨¢s importante?. El tema central de su parlamento estuvo dedicado a lo que consider¨® ?eliminaci¨®n del Consejo Nacional del Movimiento como ¨®rgano de plena y exclusiva competencia a los efectos del asociacionismo pol¨ªtico?.
La se?orita Plaza record¨® en su intervenci¨®n que en el estatuto de asociaciones de 1974 era el Consejo Nacional el ¨®rgano encargado de este tema y que no comprend¨ªa qu¨¦ razones hab¨ªan llevado al Gobierno y a la ponencia al grave traslado del Consejo Nacional al Ministerio de Gobernaci¨®n y a cambiar la terminolog¨ªa de las asociaciones a partidos si las Leyes Fundamentales segu¨ªan siendo las mismas.
Dijo despu¨¦s que a¨²n recordaba una intervenci¨®n de Torcuato Fern¨¢ndez- Miranda ante el Consejo Nacional en 1971, en la que dijo que ?la competencia a los efectos de las asociaciones pol¨ªticas es plena y exclusiva del Consejo Nacional y no s¨®lo una competencia, sino una obligaci¨®n establecida por las Leyes Fundamentales?. ??Qui¨¦n entiende esto, se?ores procuradores??
Estas palabras fueron seguidas de un breve aplauso al tiempo que el presidente sonre¨ªa ante la alusi¨®n.
Explic¨® que este cambio de actitudes creaba confusi¨®n en el pueblo, y que era preciso llevar adelante las reformas en la C¨¢mara con una rigurosa legalidad. ?Me da la impresi¨®n -a?adi¨®- que estamos pisando la raya de lo constitucional; de aprobarse as¨ª la ley se va a dar una sensaci¨®n de actuaci¨®n con poco rigor.?
Finaliz¨® su intervenci¨®n se?alando que su actitud pretend¨ªa ser constructiva y que cre¨ªa en el Sistema, y que ¨¦ste era reformable y expres¨® sus dudas de si la eliminaci¨®n del Consejo Nacional en el tema del asociacionismo no entra?aba el paso hacia la eliminaci¨®n total de este ¨®rgano.
El procurador se?or Fern¨¢ndez Nieto tom¨® la palabra a continuaci¨®n como observante en contra de la leganizaci¨®n de los partidos. Centr¨® su intervenci¨®n en la tesis de que era partidario del asociacionismo pol¨ªtico, pero que con el proyecto se eliminaba un sistema de participaci¨®n org¨¢nica por otro de participaci¨®n inorg¨¢nica, y que no aceptaba que este cambio se realizara por una ley ordinaria.
La Patria y no el pa¨ªs
La ¨²ltima observaci¨®n en contra del proyecto estuvo a cargo de la procuradora Pilar Primo de Rivera, quien defendi¨® dos tesis que fueron presentadas como enmiendas al articulado: ?una, que el control de las asociaciones recaiga en el Consejo Nacional, y otra, que se mantenga la costumbre de hablar de la Patria y de Espa?a mejor que del pa¨ªs?.
En la defensa del primer punto indic¨® que para no incurrir en ruptura y ser fieles a las Leyes Fundamentales hab¨ªa que mantener la competencia del Consejo Nacional. En cuanto al segundo punto se?al¨® que hab¨ªa que mantener por encima de todo la unidad de Espa?a, que pod¨ªa peligrar si se aprobaba la participaci¨®n de tendencias disgregadoras.
En nombre del grupo parlamentario Uni¨®n del Pueblo Espa?ol (UDPE) tom¨® la palabra seguidamente Cruz Mart¨ªnez Esteruelas, quien comenz¨® diciendo que la formulaci¨®n del pluralismo pol¨ªtico no agotaba el problema de la participaci¨®n y que deb¨ªa mantenerse junto con la representaci¨®n de las asociaciones pol¨ªticas la representaci¨®n org¨¢nica.
A continuaci¨®n explic¨® que la posici¨®n del grupo parlamentario UDPE en torno al proyecto era un s¨ª a las asociaciones pol¨ªticas; ciertas reservas al proyecto por presentarse antes de la reforma constitucional y por la insuficiencia de su regulaci¨®n y admisi¨®n, no obstante, del proyecto en sus l¨ªneas generales.
Pidi¨® por ¨²ltimo que las coaliciones pudieran llevarse a cabo no s¨®lo con fines electorales e indic¨® que UDPE aceptaba el proyecto y que hab¨ªa que utilizar el asociacionismo pol¨ªtico ?para defender los valores esenciales?.
En nombre de la ponencia habl¨® a continuaci¨®n el se?or S¨¢nchez de Le¨®n, quien indic¨® que ve¨ªa en las observaciones presentadas que obedec¨ªan m¨¢s a un an¨¢lisis jur¨ªdico que a un examen pol¨ªtico del problema.
Record¨® que en el a?o 1945, una persona que fue dos veces ministro secretario general del Movimiento dijo ya por entonces que los partidos no eran intr¨ªnsecamente malos, y propuso unas Cortes divididas en dos C¨¢maras. (Esta observaci¨®n hizo a algunos procuradores dirigir su mirada a Fern¨¢ndez-Cuesta, quien indic¨® con gestos que ¨¦l no era ese ministro, sino que fue el se?or Arrese.)
Por ¨²ltimo, se?al¨® que la ponencia ha recortado las atribuciones que el texto del Gobierno daba, al ministro de Gobernaci¨®n, y que no hay ninguna ley fundamental que establezca la exclusiva competencia del Consejo Nacional del Movimiento sobre las asociaciones pol¨ªticas.
Al terminar la intervenci¨®n del se?or S¨¢nchez de Le¨®n se suspendi¨® la sesi¨®n durante unos minutos, reanud¨¢ndose con la r¨¦plica a la ponencia por parte del se?or Lamo, quien insisti¨® en que las asociaciones son un cauce de representaci¨®n y no de participaci¨®n, y que hab¨ªa que distinguir lo l¨ªcito de lo il¨ªcito y las asociaciones pol¨ªticas de las profesionales.
Seguidamente, replic¨® el se?or Fern¨¢ndez Nieto en los mismo t¨¦rminos que en su primera intervenci¨®n. Por parte de la ponencia contest¨® a estas dos intervenciones el se?or S¨¢nchez de Le¨®n ratificando lo que hab¨ªa expuesto con anterioridad.
De nuevo se reanud¨® el turno de observantes con Carlos Iglesias Selgas, quien hizo una defensa del proyecto presentado por la ponencia al tiempo que reconoc¨ªa que significaba un gran paso frente al Estatuto de 1974. Puso de relieve el inter¨¦s de que se haya utilizado la palabra partidos, y al final de su intervenci¨®n escuch¨® algunos silbidos entre los aplausos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.