Ochenta familias en la calle
M¨¢s de ochenta familias se encontraban a ¨²ltimas horas de ayer en la calle sin poder entrar en sus viviendas porque, seg¨²n los vecinos, el incendio ocurrido en un establecimiento de electrodom¨¦sticos de Alcorc¨®n ha afectado la estructura de sus casas. Al parecer los bomberos de Madrid fueron llamados demasiado tarde por lo que el incendio fue sofocado siete horas despu¨¦s de iniciarse. El propietario del establecimiento, se?or Cerezo, comunic¨® a EL PA?S que las p¨¦rdidas han sido incalculables.
?Llevamos un d¨ªa en la calle con ni?os enfermos y personas impedidas?. ?Nos han dado muy buenas palabras, pero nada m¨¢s? Los vecinos est¨¢n alterados; algunos, al borde de una crisis de nervios; hablan a un tiempo, intentando explicar su situaci¨®n. ? S¨®lo nos dejaron coger los papeles m¨¢s importantes, despu¨¦s no hemos podido entrar. Nuestra petici¨®n es que nos alojen en un sitio hasta que podamos entrar en nuestras casas?. ?Dicen que no tenemos ning¨²n derecho y que lo que hacen por nosotros es por caridad y humanidad?.El arquitecto municipal acababa en esos momentos de dar autorizaci¨®n a los agentes de la polic¨ªa municipal, para que una vez apuntalados los s¨®tanos dejaran a los vecinos entrar en sus casas.
Varios de los vecinos nos ense?aron sus viviendas. Un fuerte olor a humo, algunas grietas en las paredes, falta de luz y de electricidad son las razones que exponen Ios vecinos para no entrar.
?Las autoridades nos han dicho ¨²nicamente que abramos las ventanas. Incluso el alcalde dijo que era capaz de dormir en el s¨®tano. Le he ofrecido mi propia cama a ver si viene?.
El martes, los vecinos tuvieron que repartirse por las casas de amigos y familiares. El resto, unas treinta y tantas personas fueron trasladadas a un hotel de la calle Antonio L¨®pez donde durmieron. A mediod¨ªa el propietario de la tienda de electrodom¨¦sticos dio por medio del alcalde, 175 pesetas para comer a los vecinos que se lo solicitaron.
Hierro y madera
A las diez de la ma?ana se reunieron las autoridades del Ayuntamiento, para tratar el asunto. El arquitecto municipal afirm¨® que ten¨ªan que apuntalar los cimientos con vigas de hierro. A las cuatro de la tarde a¨²n no hab¨ªa comenzado el arreglo. Dos horas despu¨¦s comenzaba el apuntalamiento, pero con madera, tal como hab¨ªa solicitado el propietario del establecimiento afectado.? Entendemos que el suceso es enteramente fortuito?, dijo el propietario. Seg¨²n su versi¨®n el incendio se debi¨® producir por un cortacircuito o una colilla, aunque no sabe nada seguro. En los 2.000 me tros cuadrados se pod¨ªa ver una gran cantidad de electrodom¨¦sticos carbonizados. ?La colaboraci¨®n del Ayuntamiento ha sido formidable, lo mismo que el vecindario. No puedo decir lo mismo de los bomberos que llegaron con tres horas de retraso?. ?Casi podr¨ªa decir que el incendio ha sido bonito s¨®lo por ver la solidaridad de los vecinos?.
El encargado del establecimiento comenta que los serv¨ªcios contra incendios eran los exigidos por la ley, pero ?cuando a las nueve y cuarto abrieron las puertas del almac¨¦n, el fuego estaba demasiado avanzado?.
Las buenas palabras no han podido calmar a los vecinos. ?Vinieron unos 200 polic¨ªas y s¨®lo dos coches de bomberos. ?Por qu¨¦ tardaron tanto los bomberos??.
Al parecer el seguro cubrir¨¢ los da?os del incendio del comercio. De las tres fincas afectadas nadie se responsabiliza hasta el momento. ?Trataremos de paliar en lo posible los perjuicios causados? esta es la ¨²nica frase que escuchan estas personas que hasta las diez de la noche no ten¨ªan permiso para entrar en las viviendas porque dos de los portales ?estaban en peligro?.
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