Revival Escriv¨¢
El a?o pasado tal que ahora mor¨ªa en Roma, como del rayo m¨ªstico, monse?or Escriv¨¢. Estaba yo en casa de un amigo, cr¨ªtico de arte, paseando su colecci¨®n de cuadros -?tendr¨¢n los cr¨ªticos de cine un har¨¦n de nadiuskas?-, pero, ¨¢gil reportero como soy, corr¨ª a la finca de un antiguo miembro del Opus (lo propio de los antiguos miembros del Opus es tener una finca) a que me contase cosas:-Pues nada, qu¨¦ quieres que te diga, yo creo que monse?or quer¨ªa ser Papa. Nos ense?aba la pensi¨®n madrile?a donde se dec¨ªa que se le hab¨ªa aparecido Jesucristo, le gustaba Conebita Piquer, no entend¨ªa de m¨²sica, de arte ni de literatura, era un imaginativo, un so?ador y la realidad de la cosa ten¨ªa que llev¨¢rsela este Portillo que ahora va en cabeza.
Como ven, el rencor, el resentimiento y el oscuro descontento habl¨¢ban por boca de este desenga?ado con finca. Pero lo malo de los riencorosos, los resentidos, los descontentos y los desenga?ados, aunque tengan una finca, es que suelen decir verdades de a pu?o Ahora, al a?o aproximado de su muerte, en la Universidad de Navarra se ha organizado un revival Escriv¨¢ con medallas, mucetas y bandas. Me hubiera gustado estar all¨ª, pero tengo que ir a Pamplona por los sanfermines, y volver dos veces a la misma provincia en un solo a?o es cosa que el escritor no debe hacer nunca, porque en seguida te desmitifican, y a un escritor desmitificado se tiene por costumbre pagarle menos los art¨ªculos. Pero Juan Luis Cebri¨¢n suger¨ªa el domingo en este peri¨®dico que vuelven a andar por ah¨ª los l¨®peces.
Claro que el revival del Opus Dei no puede ser como el revival de los Rolling Stones, que han tenido que echarle cubos de agua fr¨ªa al personal, en Barcelona, para calinar el furor de vivir de las fans. El Opus tambi¨¦n echaba cubos de agua fr¨ªa y bendita a sus ministros (ministros de la Iglesia o del Gobierno) para mantenerles castos, hasta que vino Fraga, desfaciendo tartufos y se acab¨® el viento. Ahora que Fraga anda herido de s¨ª mismo, como casi siempre (queriendo pescar una trucha en Le¨®n se ha pescado ¨¦l en lo que tiene de pez, entre dos aguas), ahora, digo, reverdecen los l¨®peces. Lo que pasa es que los l¨®peces ya no traen cruz alzada, y as¨ª como los Rollings, a quienes vi una vez en Europa (met gustan cantidad, mucho m¨¢s que los Beatles, siguen fieles a s¨ª mis.mos y han cogido, como Johnny, su viejo fusil en forma de guitarra electr¨®nica, al revival de los l¨®peces, por contra, es una cosa convencional, circunstancial, con cambio de color y de camisa (no dir¨¦ de chaqueta.).
Iba yo a comprar el pan cuando me enter¨¦ de la noticia. Yo voy to das las ma?anas a comprar el pan (ahora los panaderos de la provincia se niegan a bajar el precio), y de paso, si se tercia, cojo alg¨²n peri¨®dico, pero comprando el pan es cuando me cruzo en el barrio con Luis Apost¨²a, o Castillo-Puche, o Carlos Luis Alvarez, o Dicenta, o Aute, seg¨²n las ¨¦pocas, vecinos to dos que tambi¨¦n compran el pan, y ellos son los que realmente me informan, m¨¢s que el papel. Hasta suelo encontrarme a aquel viejo y juvenil amigo opusde¨ªsta de los a?os sesenta, si bien ¨¦l no compra el pan, que para eso est¨¢ la criada, y monse?or dej¨® muy claras estas cosas en Camino. -Qu¨¦, parece que volv¨¦is- -Nuestro reino no es de este mundo- y pone la mirada vaga en los cielos de monse?or.
No, su reino ya no es de este .mundo. Puede que sigan. exportando al cielo almas sin lanzadera, Pero otras exportaciones no tienen. As¨ª que el Revival Monse?or, en Pamplona, no ha debido ser, ni con mucho, la apoteosis de los Rollings en Catalu?a. La gente est¨¢ por la guitarra el¨¦ctrica, y lo del Opus era m¨²sica celestial.
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