Espa?a aprueba la declaraci¨®n de la OCDE sobre las multinacionales

La Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) aprob¨® ayer una declaraci¨®n favorable al sometimiento de las empresas multinacionales a la legislaci¨®n de los pa¨ªses hu¨¦spedes. El documento pide a las 24 naciones que den tratamiento nacional a las empresas transnacionales.

La declaraci¨®n es el m¨¢s serio intento a nivel internacional de regular la actividad de esas empresas, la mayor¨ªa de las cuales proceden de los 24 pa¨ªses de la OCDE. Tanto el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, como el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se refirieron a esos 24 pa¨ªses como democracias industriales. El se?or Areilza matiz¨® su calificativo, en el caso de Espa?a, diciendo que ?avanzamos gradual y firmemente por la v¨ªa de la legalidad hacia un orden democr¨¢tico total?.Otro momento importante de la jornada de ayer -en que se reunieron los ministros de Asuntos Exteriores y de Hacienda de los pa¨ªses m¨¢s ricos de la tierra- fue la firme convocatoria de Kissinger a los miembros de la OCIDE para que intensifiquen el comercio con, los pa¨ªses del Este, y hagan una contribuci¨®n importante al desarrollo de las naciones menos avanzadas.

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores lleg¨® el domingo por la noche a Par¨ªs, para presidir la delegaci¨®n espa?ola en el consejo ministerial de la OCDE. En la ma?ana del lunes lleg¨® el ministro de Hacienda, Villar Mir.

La declaraci¨®n de la OCDE, denominada Sobre la inversi¨®n internacional y las empresas multinacionales, pide a los Gobiernos miembros aplicar a estas ¨²ltimas un r¨¦gimen resultante de sus leyes, reglamentos y pr¨¢cticas administrativas (tratamiento nacional). Los signatarios se compromenten a tener en cuenta los intereses de los pa¨ªses miembros de la OCDE que pueden ver afectadas , por las leyes, reglamentos y pr¨¢cticas administrativas, sus inversiones directas internacionales. La declaraci¨®n reconoce que el progreso de las multinacionales puede producir ?concentraciones abusivas de poder econ¨®mico?. Las directrices de la declaraci¨®n, son voluntarias y no pueden ser sancionadas jur¨ªdicamente.

Los m¨¢s importantes principios recomendados -por la OCDE a las multinacionales, se pueden resumir en los siguientes puntos:

1) Tener en cuenta los objetivos fijados por la pol¨ªtica general de los paises miembros en los cuales operan.

2) Facilitar informaci¨®n a lasautoridades nacionales.

3) Favorecer el establecimiento de una cooperaci¨®n estrecha con la comunidad y los medios de negocios locales.

4) Que las entidades que componen las multinacionales actuen en orden a aprovechar las Ventajas de la concurrencia sobre los mercados interiores y extranjeros.

5) No conceder -y no se deber¨¢ solicitar de las multinacionales ning¨²n pago ?l¨ªcito u otra ventaja indebida, directa o indirecta, a ning¨²n funcionario o titular de cargo p¨²blico.

6) Abstenerse de toda injerencia indebida en las actividades pol¨ªticas locales y respetar los principios de competencia en materia de mercado y comercio.

7) Las multinacionales deben reconocer a los sindicatos locales, facilitarles informaci¨®n para los convenios colectivos, y utilizar personal local hasta donde sea posible.,

En su intervenci¨®n, Villar Mir dijo que ?la delegaci¨®n espa?ola considera que la declaraci¨®n que se nos ha sometido constituye un importante paso adelante en el esfuerzo cooperativo. Mi pa¨ªs est¨¢ dispuesto a cooperar en este terreno, dentro del car¨¢cter experimental que este acuerdo tendr¨¢ durante los primeros a?os de su vigencia?.

En su discurso de siete minutos, Areilza, abog¨® por que se asegure a los pa¨ªses productores de productos energ¨¦ticos y de materias base, ?ingresos suficientemente remuneradores y a los consumidores, "aprovisionamientos a precios aceptables". ?Los miembros de la OCDE- a?adi¨® Areilza- han dado pruebas hasta ahora de una cierta desconfianza respecto a la introducci¨®n de mecanismos de intervenci¨®n en el sector de las materias primas. Nosotros comprendemos esta actitud de prudencia, pero creemos, sin embargo, que la regulaci¨®n y la estabilizaci¨®n de los mercados, por medio de mecanismos tanto comerciales como financieros, no deben ser consideradas como opuestas a la filosof¨ªa de la econom¨ªa libre.