Cena homenaje a Calvo Serer
Rafael Calvo Serer, la personalidad mon¨¢rquica liberada el pasado viernes de la prisi¨®n de Carabanchel, fue hu¨¦sped de un grupo de amigos que se reunieron a cenar con ¨¦l en la noche del domingo.La cena, que no tuvo car¨¢cter de homenaje ni de acto p¨²blico, pues fue prohibido como tal por la autoridad gubernativa, no fue seguida por discursos ni palabras de homenaje, aunque se registr¨® un encendido e interesante debate entre los asistentes y los representantes de la autoridad en torno a lo que estaba permitido y lo que no. En todo caso, Calvo Serer fue aplaudido cari?osamente por los asistentes, colocados en mesas de seis personas, que animadamente se comunicaban impresiones e informaciones, para acabar dando vivas, cada uno desde su sitio, a la libertad, y gritos por la amnist¨ªa. Los asistentes comprend¨ªan una ancha gama, casi totalmente representativa de Coordinaci¨®n Democr¨¢tica.
Entre las sesenta personas se encontraban conocidos miembros de la democracia cristiana (Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez y Fernando Alvarez de Miranda); del carlismo (Jos¨¦ Mar¨ªa Zavala); del comunismo (Ram¨®n Tamames, Armando L¨®pez Salinas, Eugenio Triana y otros); del Partido del Trabajo (Nazario Aguado); del grupo de dem¨®cratas independientes (Jos¨¦ Joaqu¨ªn D¨ªaz de Aguilar, Jos¨¦ Mar¨ªa Calvo); de la Alianza Socialista de Andaluc¨ªa (Alejandro Rojas); amigos personales de Calvo, como los catedr¨¢ticos Juan Fernando y Pedro de Vega; Ignacio Camu?as; la, esposa de Ra¨²l Morodo (miembro del Partido Socialista Popular); periodistas nacionales y extranjeros y el compa?ero de c¨¢rcel por unos d¨ªas de Rafael Calvo, el notario Antonio Garc¨ªa Trevijano.
El debate entre los asistentes y la autoridad gubernativa fue precedido por una orden de desalojo dada por ¨¦sta, a lo que objetaron los asistentes alegando su car¨¢cter de comensales privados en un restaurante p¨²blico. El final de este debate coincidi¨® con el final de la copa y cigarrillos de los asistentes, con lo que estos dieron por terminada su velada.
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