Malestar y desconfianza en la Costa del Sol granadina
El malestar popular y el recelo crecen en la Costa del Sol. En la misma semana en que una sentencia del Tribunal Supremo trae a la memoria de todos el derrumbamiento del edificio ?Azor¨ªn?, de Almer¨ªa (diecis¨¦is muertos en septiembre de 1970, un edificio de diez plantas que se vino abajo cuando ya hab¨ªa cubierto aguas), en Almu?¨¦car se desploma otro de doce plantas por desprendimientos de rocas del monte vecino, aqu¨ª afortunadamente sin v¨ªctimas.Se comprende ese malestar si recordamos tambi¨¦n el derrumbe del techo de una capilla protestante el pasado mes en Almer¨ªa (seis muertos). Esta misma semana una revista revela que una playa de Almu?¨¦car ofrece claros s¨ªntomas de contaminaci¨®n, que a falta de industrias cercanas debe achacarse a deficiencias sanitarias. El pasado mes de mayo, se celebraba en Granada una reuni¨®n de ge¨®logos y expertos en sismolog¨ªa y las conclusiones de algunas ponencias sobre el riesgo s¨ªsmico en la regi¨®n eran pesimistas: Andaluc¨ªa, Granada, sobre todo, o frece un alto riesgo de terremotos, como adem¨¢s avala la experiencia hist¨®rica. Pero en las construcciones no se toman precauciones contra los se¨ªsmos. En privado, las afirmaciones de los ge¨®logos eran incluso m¨¢s tajantes: un buen n¨²mero de edificios del camino de Ronda (la principal arteria granadina), podr¨ªan venirse abajo en caso de un se¨ªsmo no excesivamente fuerte.
El hundimiento del edificio ?Rosa Mar¨ªa?, en la playa de Velilla. almu?equera, revela otro problema no menos preocupante el de los desmontes. En efecto un gran n¨²mero de edificios construidos en los ¨²ltimos a?os en la Costa del Sol, sobre todo en ¨¦l montuoso sector granadino, lo han sido cortando montes ?como un pastel?, a fin de ganar terreno junto al mar. En el caso que nos ocupa, ya el lunes pasado hab¨ªan comenzado a caer piedras del monte inmediato al edificio desplomado, aunque informes periciales no ve¨ªan peligro inmediato. Hasta que en la madrugada del s¨¢bado se produjo la avalancha.
Por supuesto, habr¨¢ un informe.
Pero hay tambi¨¦n desconfianza hacia las investigaciones y los informes. Ahora va a hacer un a?o del dram¨¢tico incendio forestal que acab¨® con la mejor zona de pinares de la provincia de Granada, la sierra de C¨¢zulas. Se abri¨® una informaci¨®n, ante la casi evidencia de que hab¨ªa sido provocado, como reiteradamente se?al¨® la prensa granadina. Efectivamente, parece que la investigaci¨®n confirm¨® la intencionalidad del incendio fueron halladas mechas en cinco lugares distintos, pero nada ha sido hecho p¨²blico y el caso parece archivado.
Ante tantos hechos muchos otros podr¨ªan citarse la sensaci¨®n de indefensi¨®n del ciudadano crece y se explica esa idea reiterada de que ?todo est¨¢ podrido en la Costa del Sol?, que se percibe, que quiz¨¢ sea excesiva, pero que est¨¢ ah¨ª.
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