La sanidad, amenazada por los desplazamientos de hospitales
El deterioro urban¨ªstico,del barrio de Salamanca no s¨®lo afecta al plano de los centros educativos, sino que tambi¨¦n abarca el ¨¢mbito de edificios de utilidad p¨²blica, como asilos, conventos y centros sanitarios; as¨ª lo pone de manifiesto un informe reciente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Salamanca, cuyas l¨ªneas generales y datos utilizamos frecuentemente, como referencia ¨®ptima.
Dentro del proceso de descalificaci¨®n urbana seguido por el barrio de Salamanca en nuestro anterior cap¨ªtulo refer¨ªamos el deterioro operado en el plano escolar mediante la desapanci¨®n progresiva e irreversible de colegios, con la subsiguiente merma del n¨²mero de puestos escolares y el caudal de trastornos derivados de este proceso.Por este plano inclinado ha discurrido tambi¨¦n una cadena d¨¦ edificios de car¨ªz diverso y que incluye tres asilos, cuatro conventos, un parque de bomberos y la c¨¢rcel de mujeres de la calle de Marqu¨¦s de Mond¨¦jar; su utilizaci¨®n posterior ha distado mucho de la que tuvieron inicialmente y sobre una gran parte de ellos se han instalado edificaciones cuya funci¨®n objetiva ha contribu¨ªdo grandemente a densificar, m¨¢s a¨²n, el espacio constru¨ªdo del barrio. Si bien en el Plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche, se previ¨® la simultaneidad de construcciones y zonas verdes, la realidad demuestra -seg¨²n el texto del inform¨¦ elaborado por la Asociaci¨®n de Vecinos de Salamanca- que esta directriz se ha plasmado de un modo t¨ªmido e insufici¨¦nte, a trav¨¦s de peque?os remedios sin garant¨ªas de satisfacer la necesidad de espacios libres en la zona.
Asimismo, el Plan prev¨¦ la sustituci¨®n de los usos de los cuatro mercados del barrio por otros, entre los que cabr¨ªa pensar en los de las galer¨ªas de alimentaci¨®n, aunque el ordenamiento no establece su obligatoriedad. Un ¨¢rea urbana tradicionalmente bien abastecida puede penetrar en una etapa en la cual, las prioridades especulativas lleguen a primar sobre las de los abastos, problema que con certeza agudizar¨ªa el que comporta el nivel alcanzado por la carest¨ªa en un barrio prestigioso, donde los precios suelen dispararse con una frecuencia m¨¢s veloz que la observada en otros barrios. Esta estimaci¨®n, como muchas otras, hay que vincularla al juicio previo, que flota sobre el barrio de Salamanca y seg¨²n el cual parece que se homologa la extracci¨®n social de los moradores de un ¨¢rea a su poder adquisitivo real, inhibiendo la evoluci¨®n experimentada en la pir¨¢mide social madrile?a. Adem¨¢s, puede comprobarse sin dificultad el hecho de que las clases madrile?as m¨¢s, acomodadas abandonaron casi totalmente el centro de Madrid hace tiempo, desplaz¨¢ndose a otras ¨¢reas generalmente perif¨¦ricas y enclavadas con frecuencia en la zona noroeste. Asimismo y en muchos casos, el acceso a est¨¢s nuevas zonas nobles, por excelencia residenciales, ¨²nicamente resultaba posible mediante una ¨®ptima rentabilizaci¨®n de las viviendas anteriores, cualidad que s¨®lo podr¨ªa haber brindado un enclave tan prestigioso como el de un barrio similar al de Salamanca.
Es quiz¨¢ este prejuicio el que m¨¢s pesa sobre este distrito a la hora de explicar su proceso de declive urban¨ªstico. Una cadena de causas y efectos hace pensar que la calidad de vida en el barrio apenas ha retrocedido y, sin embargo, sobre muchos centros de utilidad p¨²blica que hasta ahora el barrio alojaba se cierne una amenaza real de desaparici¨®n. Tal es el caso de los centros sanitarios cuyo uso no se prefija con nitidez en el Plan municipal. Las dotaciones sanitarias pueden mermarse notablemente dentro del nuevo ordenamiento, y el ¨¢rea cobija una serie de centros de utilidad capitalina, como son la Jefatura Provincial de Sanidad, el Equipo Quir¨²rgico de Montesa, una maternidad dependiente del Ministerio de Gobernaci¨®n, y el Gran Hospital de la Beneficencia, instalado en el cruce de las calles de Diego de Le¨®n y Conde de Pe?alver. Las l¨ªneas generales del citado Plan dibujan muy difusamente su sustituci¨®n por otros centros de utilidad p¨²blica y es este margen discrecional el que atemoriza a muchos vecinos, en el sentido de que les hace pensar en una degradaci¨®n del n¨²mero de centros sanitarios que Madrid y su barrio poseen.
Hay que a?adir que tambi¨¦n en el terreno cl¨ªnico se aprecia una tendencia a la periferizaci¨®n de los sanatorios y hospitales, hacia enclaves del norte y del noroeste de Madrid. Estos desplazamientos de las sedes m¨¦dicas no ven parangonada, generalmente, su extensi¨®n cuantitativa con su mejora cualitativa, pues de sus n¨²evos emplazamientos se deriva una nueva fuente de problemas como la que supone la dificultad de su acceso, problemas de traslados y de urgencias, de transportes y de masificaci¨®n, cuestiones perennes del equipamiento global de Madrid como capital.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.