Buero Vallejo
La otra noche hubo una cena de homenaje,' nacional a Buero Vallejo. A m¨ª me hab¨ªa hablado del asunto Lauro Olmo. La cosa fue en El Bosque un restaurante de Cuatro Caminos que se ha convertido en el ¨¢gape o banquete republicano, y plat¨®nico de la contestaci¨®n y la ruptura madrile?a, pero m¨¢s barato y en castellano, que, griego ya no sabe nadie, desde que lo quit¨® el Vaticano II.-Oiga usted, que lo que quit¨® el Vaticano II fue el lat¨ªn.
Vale, da igual, si lo que ten¨ªan que haber quitado, que era el Concordato, no lo quitaron, lo dem¨¢s es lo mismo. Pero a lo que iba. Que hab¨ªa mucha gente en El Bosque, porque Buero concita gente del teatro, de la pol¨ªtica, de la cultura y de la calle. Parece que el homenaje lo hab¨ªa, organizado algo as¨ª como una c¨¦lula democr¨¢tica del Ateneo En el Ateneo de mis tiempos -y tampoco hace tanto- no hab¨ªa c¨¦lulas democr¨¢ficas. La ¨²nica c¨¦lula democr¨¢tica que hab¨ªa en el Ateneo de mis t¨ªempos era la se?ora de los retretes, que te ped¨ªa la voluntad o no te ped¨ªa nada, y por la voluntad escrib¨ªas en el urinario las grandes pintadas ¨¢cratas y anti-R¨¦gimen de entonces, hasta el punto de que los mingitorios del Ateneo eran un spanien graffiti que no lo film¨® Rafael Gil porque entonces deb¨ªa estar filmando .?Alba de Am¨¦rica?.
-?Est¨¢ usted seguro de que ?Alba de Am¨¦rica? la film¨® Rafael Gil?
-Bueno, si me van a estar ustedes interrumpiendo todo el rato, cierro la maleta y no les vendo las cuchillas de afeitar, que uno es un industrial y tiene que ganarse la vida.
-Esto es una democracia, oiga. -
-Todav¨ªa no, joven. Esp¨¦rese usted al ref¨¦r¨¦ndum.
?Pero usted cree en el refer¨¦ndum?
-No. Por eso digo que se espere.
Y la prueba de que esto todav¨ªa no es una democracia est¨¢ en que anoche los fans de Buero gritaban como endemoniados, a la hora de la pomada (que le dicen los castas al sufl¨¦). ?Y qu¨¦ es lo que gritaban?
?S¨ª, s¨ª, s¨ª, Alberti a Madrid.?
-?Pero esa copia no era la de la Dolores?
Ya est¨¢ eI enano fascista infiltrado. Que tambi¨¦n ellos tienen enanos Y hasta una Blancanieves, que, es Fern¨¢ndez de la Mora, siempre, perdido en el bosque a la hora del crep¨²sculo de las ideolog¨ªas. O sea que hab¨ªa mucho personal, ya digo, y la cosa estuvo todo el rato entre la cultura y la pol¨ªtica, entre el teatro y la ruptura, entre Marisa de Leza y Marcelino Camacho.
Jos¨¦ Hierro en la ¨²ltima mesa siempre de se?or particular, por que ¨¦l, que ha escrito a su manera otras ?Flores del mal?, juega luego en la vida y hace bien a ser una humilde florecilla de San Francisco de As¨ªs. Pav¨®n, Garc¨ªasol, L¨¢zaro Carreter, Aurora Bautista, Andr¨¦s Mejuto, Zunzunegui, Monle¨®n, Moreno Galv¨¢n, Tarnames, V¨ªctor de la Serna, M¨¢ximo, Ju¨ªan Diego, Andr¨¦s Amor¨®s, Cervino, Charo Soriano y esa se?ora del sombrero cumulativo que hay siempre en los homenajes y que nunca se sabe qui¨¦n es. La horda contestataria gritab¨¢ tambi¨¦n amnist¨ªa, y hac¨ªan aullidos de lobo, que pon¨ªan espanto en todo el barrio, cuando entre las adhesiones sal¨ªa un nombre ultra. Son unos asilvestrados.
A Bueno, ni abrazarle pude. ?Hab¨ªa tanto personal! Las grandes ovaciones fueron para los poetas ausentes: Alberti y Aleixandre Vicente casi pudo o¨ªrlas desde su casa, que est¨¢ muy cerca del restaurante. Dijo Lauro Olmo.
-Est¨¦ donde est¨¦, Buero siempre est¨¢ en la c¨¢rcel.
Bueno, eso nos ha pasado a muchos durante cuarenta a?os. Si en el homenaje a Tierno en este mismo sitio, que era un acto pol¨ªtico, se oy¨® muy buena literatura, en el acto literario de Buero se oy¨® mucha pol¨ªtica Garc¨ªasol pid¨ª¨® el Nobel para Buero. No, Ram¨®n, que luego le llevan a la tele a decir que viva Espa?a y que aqu¨ª la vida tiene otro sabor, como su fuera Escober. O Soljenitsin.
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