Las teor¨ªas econ¨®micas en la Rusia de 1921
El primer problema que presenta la lectura de esta obra de Preobrazheriski es que, contra lo que se nos asegura expl¨ªcitamente en la nota del editor que ¨¢bre el volumen, el pr¨®logo de Pierre Navillel que precede al texto carece de la m¨¢s m¨ªnima utilidad para situar a ¨¦ste en un marco que facilite la comprensi¨®n de su significado. Tras lanzar oscuras amenazas contra quienes desprecian la importancia de los viejos debates, Naville se entrega con raro entusiasmo a la tarea de resumir lo que cualquier lector podr¨ªa deducir sin el menor esfuerzo de la lectura del texto de Preobrazhenski.De la NEP al socialismo es una obra de 1922 destinada a mostrar el significado de la NEP (nueva pol¨ªtica econ¨®mica adoptada por el gobierno sovi¨¦tico en 1921) en la trayectoria de la URSS hacia el socialismo. La forma elegida po Preobrazberiski para su obra es la del relato ut¨®pico: debemos suponer que el texto reproduce una serie de conferencias pronunciadas en 1970 en las que se reconstruye el camino seguido por la URSS hasta esta fecha. As¨ª, es cierto que, como se?ala Naville, lo primero que llama, la atenci¨®n del lector son las notables diferencias entre las orevisiones de Preobr¨¢zhenski y la realidad de la URSS de la d¨¦cada de los 70. Pero detallar estas diferencias ser¨ªa permanecer al nivel de la an¨¦cdota.
De la NEP al socialismo,
de Evgueni Preobrazhenski. Barcelona, Fontanella,
Se suele considerar a Preobrazhenski el teorizador de la pol¨ªtica econ¨®mica propuesta por la oposici¨®n de izquierda tras la muerte de Lenin. Esta pol¨ªtica podr¨ªa resumirse en la f¨®rmula de la ?acumulaci¨®n socialista originaria?, acu?ada por Preobrazhenski: el progreso hacia el socialismo depender¨ªa del proceso de industrializaci¨®n, y ¨¦ste, a su vez, estar¨ªa en funci¨®n de la posibilidad de establecer (mediante la manipulaci¨®n de los precios industriales) un dre naje del excedente de la agricultura hacia el ¨¢rea estatal de la industria, un intercambio desigual entre la agricultura y la industria.
Concepciones
Por ello, quiz¨¢ el inter¨¦s clave de esta obra es el hecho de que en ella aparecen las concepciones de Preobrazhenski en un momento en que ¨¦stas.no han entrado a¨²n en conflicto con las tesis de la mayor¨ªa bolchevique. En su texto, Preobrazhenski pretende demostrar que no existe incompatibilidad entre la NEP y la marcha hacia el socialismo, pero subraya que el final natural,de la etapa de la NEP ser¨¢ el, enfrentarni¨¦nto entre los kalaks (los campesinos acomodados a los que la NEP fortaleci¨® al restaurar las relaciones del mercado entre la agricultura privada y la industria estatal) y el Gobierno sovi¨¦tico. Este diagn¨®stico pol¨ªtico lleva aparejada una predicci¨®n econ¨®mica: ?Se hizo evidente que el ritmo de desarrollo de la agricultura resultaba inf¨¦rior al ritmo de desarrollo alcanzado por la industria.Resulta as¨ª claro que Preobrazhenski no preveia en 1922, cu¨¢l llegar¨ªa a ser el cuello de botella de la NEP, ni pol¨ªtica ni econ¨®micamente. El problema, desde 1924-26, result¨® ser el del retraso de la industria respecto a la agricultura. Terminada la etapa de restauraci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica, se hizo patente ¨¦l desequilibrio entre la oferta de bienes industriales y la demanda de alimentos (fundamentalmente grano) en las ciudades. Sin oferta industrial no exist¨ªa para los kulaks ning¨²n incentivo para la venta del grano. Se produce as¨ª el fen¨®meno del acaparamiento del grano que marca la crisis definitiva de la NEP.
Error
Pero la soluci¨®n que Preobrazhenski ofrece a este insuficiente desarrollo de la industria (es decir, la. ?acumulaci¨®n socialista originaria?) s¨®lo pod¨ªa conducir a la ruptura de la alianza obrero-campes¨ªna, y esta ruptura, por su parte, supon¨ªa inexorablemente, el miento del poder sovi¨¦tico: Ernest Mandel (sin duda el principal heredero te¨®rico de la oposici¨®n de izquierda y del trotskismo) ha aceptado en un texto reciente que el principal error de ¨¢quella fue suponer que la m¨¢s grave amenaza para el socialismo en la URSS era la proveniente de los kulaks y no la deriv¨¢da de la burocratizaci¨®n del partido bolchevique. Si tal burocratizaci¨®n era una consecuencia del aislamiento del Poder sovi¨¦tico, resulta evidente que lo que estaba en juego en la pol¨¦mica sobre la industrializaci¨®n era, en realidad, la lucha entre dos concepciones de la revoluci¨®n: la concepci¨®n jacobina de la oposici¨®n de izquierda y la de quienes, como Bujarin, pretend¨ªan establecer una amplia base de consenso que constituyera los Cimientos del poder sovi¨¦tico durante la construcci¨®n del socialismo.Es dif¨ªcil resumir estos problemas en pocas palabras, pero el mismo S. Cohen, cuyo filobujarismo tiene, a veces, caracteres pasionales, est¨¢ de acuerdo en que el horror de la mayor¨ªa tras la muerte de Lenin fue restringir la intervenci¨®n del Estado en la planificaci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica. Quiz¨¢ una planificaci¨®n que (desde 1924) hubiera hecho hincapi¨¦ en la industria ligera, podr¨ªa haber evitado los desequilibrios que llevaron de forma casi fatal al triunfo de Stalin, a la colectivizaci¨®n forzosa y a la larga pesadilla de sangre y contrarrevoluci¨®n que a¨²n hoy designamos con el eufemismo de ?culto a la personalidad?. Lo que parece necesario admitir como algo evidente es que si, como se?alaba Brou¨¦, es precisamente el esquema de Preobrazheriski el que parece triunfar en la concepci¨®n estalinlana de la planificaci¨®n y de la construcci¨®n del socialismo, la raz¨®n es que las concepciones de Trotski-Preobrazhenski no representaban una verdadera alternativa pol¨ªtica a Stalin (una concepci¨®n de la revoluci¨®n distinta a la suya). Este debe ser el punto de partida de una (auto) cr¨ªtica del leninismo.
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