Un balance de situaci¨®n
Han aparecido estos d¨ªas, ante el p¨²blico catal¨¢n, unas cuantas noticias que pueden ayudar a precisar la sucesiva ordenaci¨®n de su pol¨ªtica aut¨®ctona, y que a partir de la dispersi¨®n inicial -tan explicable- indican el proceso de formaci¨®n de unos n¨²cleos,que parecen aproximarse entre s¨ª, e indicar la posibilidad de futuras coaliciones y qui¨¦n sabe si de partidos m¨¢s amplios.Hace cuarenta a?os, los dos partidos predominantes eran, en Catalu?a, la Lliga y la Ezquerra. Uno y otro plenamente aut¨®ctonos y defensores de la autonom¨ªa. La Lliga, definidamente liberal. La Ezquerra, con una ideolog¨ªa m¨¢s imprecisa aunque netamente -claro est¨¢ m¨¢s izquierdista, que recog¨ªa viejos liberales y viejos federales, nacionalistas radicales, defensores de una reforma agraria y sectores m¨¢s o menos social-dem¨®cratas. Entre los partidos menores, tuvo un color propio la ?Uni¨® Democrat¨ªca?, que -as¨ª lo dice en su obra Javier Tusell- era el ¨²nico partido realmente dem¨®crata-cristiano de la pen¨ªnsula. Se iniciaron, en peque?a escala, grupos comunistas. Pero hay que tener presente la existencia del sentimiento libertario concentrado en la CNT que, a¨²n sin tener un prop¨®sito ligado directamente con la pol¨ªtica, apoy¨® repetida y poderosamente con sus votos- a las coaliciones de izquierda. Quiz¨¢, en parte, como un enfrentamiento m¨¢s a su rival a UGT, con sede en Madrid.
Iniciada la guerra, la CNT y sus hombres alcanzaron por unos meses el predominio pol¨ªtico. Pero al no conseguir resolver ciertos problemas y, muy en especial, el orden en el pa¨ªs, fueron dejando abierto el paso, por primera vez, a la expansi¨®n de la UGT, que llev¨® en definitiva a la formaci¨®n del PSUC, partido socialista unificado en el cual, por,encima del PSOE, predomin¨® la obediencia comunista" y en el cual se apoy¨® Negr¨ªn para reducir la influencia de la Ezquerra y con ella la de la Generalitat en los ¨²ltimos tiempos de la lucha no pretendo-, -escribir historia. Pero quiz¨¢ con lo dicho pueda quedar m¨¢s aclarado el paronama actual.
En el momento que ahora vivimos, tampoco aparece entre nosotros -con la excepci¨®n de peque?os n¨²cleos que dependende otros nacidos fuera de Catalunya-, ninguna fuerza t¨ªpicamente derechista ni indiferente a las aspiraciones de autonom¨ªa. Las m¨¢s extremas tienen car¨¢cter liberal -como la que une este calificativo al viejo apelativo de LIiga-, y, conociendo el pasado, el hecho no puede sorprendernos. Luego, como partidos m¨¢s bien centristas -aunque se coloquen a si mismos en el centro-izquierda-, aparecen la Convergencia Democr¨¢tica, de Jordi Pujol y la rejuvenecida Uni¨® Democratica. Con ideolog¨ªas m¨¢s o menos distintas, pero no muy alejadas, est¨¢n los dos que se autotitulan Ezquerra; el que dirige Ram¨®n Tr¨ªas Fargas y el que, formado por parte de los que,figuraron. en, el viejo partido aparece, ahora dirigido por Heribert Barrera. Todos ellos, unidos o coaligados, podr¨ªan qonstituir una.Tuerza considerable, aunque quiz¨¢ algunos de sus sectores menos ?liberales? puedan tal vez inclinarse alg¨²n d¨ªa hacia la ?social-democracia?.
A continuaci¨®n, aparecen los diversos grupos socialistas. Con menor tradici¨®n en Catalunya, muchos,de eIlos comprendieron que era necesaria una.etapa de preparaci¨®n, y ello llev¨® a dos de los grupos m¨¢s destacados a tomar los nombres de Reagrupament y de Convergencia. Pero ¨²ltimamente y de un. modo -s¨²bito el primero que he nombrado, y que hoy dirige Josep Pallach, ha querido apoderarse del t¨ªtulo de Partit Socialista de Catalunya. El gesto resulta tanto m¨¢s sorprendente cuanto que el grupo que pretende ostentarlo no oculta una tendencia a la social-democracia. El, otro sector prosigue su organizaci¨®n como partido t¨ªpicamente socialista, encabezado por Joan Revent¨®s, y re¨²ne a su alrededor, otros peque?os grupos de an¨¢loga tendencia, todos ellos caracterizados por la voluntad de constituir un partido aut¨®ctono, y el prop¨®sito -com¨²n a todos los que he mencionado de alcanzar la plena personalidad aut¨®noma de Catalunya.
Tras ellos aparece claro est¨¢, el PSUC, ya desde los tiempos de la guerra muy inclinado a seguir las tendencias cuya batuta lleva el PCE. Pero ni en ¨¦ste t¨² en los anteriores casos hay que olvidar -porque ello explica muchas cosas-, que una de las aspiraci¨®nes de estos tres ¨²ltimos ,partidos -y a¨²n de otros- es la de recoger en lo posible la herencia del sentimiento libertario que, contenido en la vieja CNT, y un d¨ªa important¨ªsimo en Catalunya queda hoy desdibujado al no haberse condensado en ninguna organizaci¨®n concreta, por lo cual sus actuales consistencia y actitudes no aparecen todav¨ªa bien definidas.
Me queda recordar que, pr¨¢cticamente todos los grupos que he mencionado est¨¢n representados en el Consell de les Jorces pol¨ªtiques de Catalunya, ni que, junto con otros sectores de la opini¨®n y de la vida del pa¨ªs, forman parte desde hace tiempo de la Assemblea de Catalunya y tienen aceptado el programa m¨ªnimo.
He aqu¨ª un esquema, un poco arido, pero quiz¨¢ ¨²til para los que no viven de cerca la vida pol¨ªtica catalana. Conf¨ªo en que no hemos de tardar mucho en ver de qu¨¦ modo y en qu¨¦ forma se convertir¨¢ en realidad.
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