Lil¨ª Alvarez: "el amateurismo es una tremenda hipocres¨ªa"
Lil¨ª Alvarez fue, a los trece a?os, campeona de tenis de Suiza. La familia se hab¨ªa trasladado de Roma -all¨ª, en 1905, naci¨® The Se?orita- al pa¨ªs de los cantones en busca de una plantilla de. m¨¦dicos que curaran la grave enfermedad que padec¨ªa la madre de la deportista. En los Alpes aprendi¨® a esquiar y a patinar sobre hielo.El tenis lleg¨® despu¨¦s. Un buen d¨ªa, su padre, ?que se aburr¨ªa sin las tertulias, descubri¨® el deporte?. A partir de entonces, Lil¨ª Alvarez comenz¨® a empu?ar raquetas. Primero, para disputar partidos a su progenitor; al poco tiempo, para intervenir en competiciones. En 1923 se desplaz¨® a la Riviera francesa. ?En aquel tiempo era el centro de est¨¦ deporte.?
Por tres finales, 25 guineas
En 1926 viaj¨® a Inglaterra para participar en el torneo de Wimbledon. ?Todo lo que hizo la Federaci¨®n Espa?ola por m¨ª fue inscribirme en la competici¨®n. Dos a?os despu¨¦s, adem¨¢s de la inscripci¨®n, me dio quinientas pesetas para sufragar los gastos del viaje.? Todas las Federaciones, en especial las de ?Estados, Unidos, Inglaterra y Francia, estaban en pie?. Eran tiempos de amateurismo puro o, dicho de otra manera, tiempos de deporte para clases elevadas. Discurr¨ªa la belle epoque. ?Yo vest¨ªa en los mejores modistos, ten¨ªa los mejores coches.? Se viv¨ªan los a?os cortesanos del tenis. Hab¨ªa rivalidad en las pistas, pero tambi¨¦n se daba la pugna en los modelos que luc¨ªan las participantes. Se llegaba, incluso, a lucir joyas en los turbantes con que en ocasiones se tocaban las tenistas.Lil¨ª Alvarez ha publicado un libro con el t¨ªtulo de ?El mito del amateurismo?. Defiende en ¨¦l que ?el amateur es una tremenda hipocres¨ªa por parte de los jugadores y por parte de los organizadores?. Ella, en la primera final de Winibledon, tuvo como premio unos bonos por el valor de cinco guineas, canjeables por art¨ªculos de plata en un c¨¦ntrico y famoso comercio londinense; en la segunda y tercera - 1927 y 1928-, la recompensa ascendi¨® a diez guineas por partido. ?Los clubs -asegura- hac¨ªan una fortuna a costa nuestra.?
The Se?orita -este nombre lleg¨® a figurar en numerosos carteles- se hizo archipopular en Inglaterra. ?Yo jugaba r¨¢pido, arriesgaba en cada lance del encuentro; mi tenis iba bien a la velocidad de la hierba, lo hac¨ªa casi todo a media volea. A los ingleses les gustaba.? Y ten¨ªa muchos adeptos. El m¨¢s ilustre, Alfonso XIII.?
Para Lil¨ª Alvarez existen serias diferencias entre el tenis que se practicaba en sus tiempos de jugadora y el que se practica ahora. ?El tenis se ha vuelto m¨¢s preciso, m¨¢s t¨¦cnico. Perdi¨® con los a?os la espontaneidad y la gracia que le adornaban entonces.?
En la historia del tenis espa?ol existe un pasado cercano y un presente palpable. Aqu¨¦l lo encarna Manuel Santana; ¨¦ste, Manuel Orantes. Las opiniones que ambos tenistas le merecen a Lil¨ª Alvarez parecen claras y rotundas. ?Si a Santana se le hubiera exigido m¨¢s, hubiese dado m¨¢s de s¨ª. Santana es el hombre con m¨¢s talento que ha tenido el tenis espa?ol, quiz¨¢s sea el tenista espa?ol m¨¢s importante por razones de posibilidades. Pero se qued¨® en Ia f¨®rmula dos, en la amateur.?
Las causas de falta de aprovechamiento de un talento semejante las encuentra ?la abuela o tatarabuela? del tenis hispano en el propio,car¨¢cter de los espa?oles. ?Somos provincianos y triunfalistas; a Santana no le exigimos y por eso qued¨® en un Wimbledon de amateurs. Nos inflamos con t¨ªtulos pero no miramos a las personas que los disputan.? Como tantos otros aficionados, tambi¨¦n se pregunta qui¨¦n es Ralston, quien era el Ralston de 1966.
Para Orantes son m¨¢s amables los juicios. ?Orantes juega en unas circunstancias que no se pueden comparar a las de Santana; no se pueden valorar igual las que ofrecen una competici¨®n de amateurs y un open. Orantes se desenvuelve en situaciones m¨¢s dif¨ªciles que antes.?
Un cero a la izquierda
The Se?orita es la deportista espa?ola m¨¢s importante de todos los tiempos. Pero Espa?a ha sido ingrata para con ella. ?No represento nada para el deporte espa?ol, se me ignora totalmente, soy un cero a la izquierda. ? Y Lil¨ª Alvarez se lamenta de haber tenido que labrarse la ?dif¨ªcil felicidad, la que t¨² te proporcionas que no la recibida tu pa¨ªs?.
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