Interesante presentaci¨®n de Justo Ben¨ªtez
Se present¨® ayer en Las Ventas el novillero Justo Ben¨ªtez, que hizo cosas interesantes, desde luego no usuales entre los de su categor¨ªa. Me gust¨® ya con el capote, en las ver¨®nicas de saludo a su primer toro. ?Toro? Bueno, no lo era, ten¨ªa edad de novillo, pero en trap¨ªo les ganaba a casi todos los espec¨ªmenes que matan por esas plazas las figuras. Con este ejemplar, serio y hondo, mand¨® en unas ver¨®nicas en las que no hubo paso atr¨¢s, y breg¨® muy bien, est¨¢ claro que sabe para qu¨¦ sirve el capote y c¨®mo se maneja, lo cual no conocen (o no lo demuestran, seg¨²n est¨¢ comprobado), la mayor parte de los matadores de escalaf¨®n superior.Lleg¨® la res dif¨ªcil a la muleta, como casi todas. Por el pit¨®n derecho iba al bulto; por el izquierdo con una embestida incierta, y adem¨¢s se cern¨ªa, casi se acostaba, con el consiguiente peligro. Ben¨ªtez aguant¨® las acometidas con valor sereno; es decir, con ese valor cierto que no exageran baladronadas de ning¨²n tipo. El defecto que le apunto es que cita de perfil; pero la virtud, la gran virtud, una aut¨¦ntica novedad en estos tiempos, que lo hace con la muleta planchada, en total rectitud, sin asomo de pico, y eso que ayer pod¨ªa estar justificado por las especiales caracter¨ªsticas del novillo. Empez¨® la faena dobl¨¢ndose rodilla en tierra con gran eficacia y sac¨® dos tandas de naturales de buen temple, a cambio de una voltereta muy seria. En el sexto, impresionante de cornamenta, estuvo en la misma t¨®nica, aunque aqu¨ª al rengl¨®n de los reparos hay que a?adir que ahogaba la embestida. Pero tampoco se trataba de un novillo f¨¢cil; por el contrario, era prob¨®n y ten¨ªa genio y el m¨¦rito del espada fue aguantarle y reducirle a un s¨®lo terreno -tercio del 8- donde tuvo que desarrollar la faena, aunque los medios era mejor lugar para ponerse al pairo de un ventarr¨®n infame que se levant¨® y que era el otro gran enemigo de los toreros Mat¨® muy mal y banderille¨® con vulgaridad. En Justo Ben¨ªtez, no obstante, puede haber torero.
Ayer se lidiaron en Las Ventas cinco novillos de Garc¨ªa Romero y un sobrero de Sotillo (en cuarto lugar), para Angel Majano ?Palomo?, Luis Olid ?El Campero?, y Justo Ben¨ªtez, de Zaragoza, debutante
Palomo. Muy mal con el capote. Nada pudo hacer con el peligroso primero. Cinco pinchazos y estocada contraria. Deslucido en el cuarto. Estocada delantera y cinco descabellos (silencio en ambos). El Campanero. Muy mal con el capote. Tuvo un primer novillo peligroso. Estocada corta baj¨ªsima, casi en el brazuelo. Vulgar y embarullado en el quinto. Pinchazo a .toro arrancado y bajonazo (silencio en ambos). Benitez. Torero con capote y muleta, hizo cosas interesantes. Vulgar en banderi las. Mata al tercero de cinco pinchazos, en los que perd¨ªa la muleta (aviso) y estocada(m¨¢s aplausos que pitos y saludos). Al sexto de dos pinchazos, en los que tira la muleta, Y estocada (vuelta al ruedo por su cuenta). Los novillos. Muy bien presentados, abundaron los cornalones. Primero y segundo, con mucho sentido. Tercero, incierto. Cuarto, peligroso por el izquierdo y toreable por el derecho. Quinto, con media arrancada, aprovechable. Sexto, prob¨®n pero toreable. El cuarto fue devuelto por cojo y le sustituy¨® un serio ejemplar de! Sotillo. Otros factores. Presidi¨® muy bien el se?or Corominas. El Campanero y Ben¨ªtez sufrieron volteretas, sin consecuencias. A partir del quinto se levant¨® una fuerte tormenta de viento. Se guard¨® un minuto de silencio por la muerte de Curro Caro y Vicente Vega.
La novillada sali¨® seria y nada f¨¢cil. Hubo variaci¨®n de tipos y capas, con un ensabanao capirote y botinero, un negro salpicao, muchos cornalones. Los dos primeros desarrollaron sentido e iban al bulto y con ellos estuvieron valientes y pasaron los naturales apuros Palomo y El Campanero. El cuarto era de Sotillo, porque el de lidia ordinaria lo devolvieron por cojo tambi¨¦n serio, cornicorto y astifino, y aunque tuvo un pit¨®n izquierdo casi imposible, por el derecho le hubiera sacado mejor partido Palomo si acierta a rematar los pases, lo que no hizo nunca. El quinto, de media arrancada, volte¨® al Campanero en el transcurso de un trasteo de derechazos embarullados y vulgares. Y en ese quinto de la tarde, como el domingo ¨²ltimo, se entold¨® la plaza, rugi¨® el trueno, sopl¨® el viento arremolinando papeles y arena y haciendo flamear capotes y muletas, y pr¨¢cticamente puso t¨¦rmino al espect¨¢culo, pues la gente opt¨® por huir de lo que se le ven¨ªa encima. En cambio, Justo Ben¨ªtez, cuando termin¨® su tarea, aprovechando que tronada, que apenas quedaba nadie en la plaza, y que el Ebro pasa por Zaragoza, dio la vuelta al ruedo. Pero no cont¨® con los de la andanada, que aunque pocos ayer, est¨¢n transistorizados siempre, y a voces le hicieron cortar el paseo cuando se aproximaba a sus dominios.
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