El cese se produjo en el palacio de Oriente
Veinticinco minutos dur¨® ayer la entrevista entre el Rey y el presidente del Gobierno, en la que se produjo la dimisi¨®n de Carlos Arias. La audiencia, celebrada a petici¨®n de don Juan Carlos, se desarroll¨® en el Palacio de Oriente, despu¨¦s de concluir la ceremonia de recepci¨®n de cartas credenciales de los embajadores de diversos pa¨ªses.
El presidente Arias recibi¨® anteayer un mensaje telef¨®nico de la Casa del Rey por el que se le convocaba a despacho con don Juan Carlos a la una y cuarto de la tarde del d¨ªa siguiente. Un detalle fuera de lo normal: Arias era convocado en el Palacio de Oriente, lo que resultaba ins¨®lito cuando todos los despachos se celebran en La Zarzuela, residencia del Rey.Arias acudi¨® a Palacio minutos despu¨¦s de la una de la tarde. Un grupo de viandantes le reconoci¨® y aplaudi¨®. Con antelaci¨®n, se hab¨ªa desarrollado en el Palacio Real, con arreglo al ceremonial acostumbrado, la presentaci¨®n de credenciales de cuatro embajadores: los de Sud¨¢n, Camer¨²n, Argentina e Irak. El ministro de Asuntos Exteriores estaba, como es de rigor, presente en la ceremonia.
Carlos Arias lleg¨® a Palacio por la puerta del Pr¨ªncipe, Don Juan Carlos le recibi¨® en el despacho de su abuelo, el rey Alfonso XIII. Existen dos versiones, oficiosas pero veros¨ªmilmente aproximadas, de la conversaci¨®n. El Rey recibi¨® a Arias con gran circunspecci¨®n; su gesto podr¨ªa denotar la pesadumbre de quien debe abordar un tema grave y penoso. Carlos Arias podr¨ªa haberse anticipado se?alando al Monarca, en vista de la preocupaci¨®n visible, su prop¨®sito de facilitar el comienzo -de aquella conversaci¨®n ofreciendo a don Juan Carlos su dimisi¨®n irrevocable.
Otra versi¨®n se?alar¨ªa un modo m¨¢s directo con el que el propio, Monarca plantear¨ªa el fondo de la cuesti¨®n desde el principio de la audiencia al presidente. Don Juan Carlos podr¨ªa haber se?alado a Arias su deseo de mantener una relaci¨®n regular con el presidente, que le permitiera conocer sus opiniones en el futuro. Las palabras de agradecimiento del Rey hacia Arias fueron, seg¨²n algunas fuentes, abrumadoras. Al cabo de veinte minutos de conversaci¨®n, don Juan Carlos despedir¨ªa a Arias con un abrazo. La segunda versi¨®n, coincidente en l¨ªneas generales con ¨¦sta, indicar¨ªa una sorpresa mayor, por parte del presidente del Gobierno, que no pareci¨® entender, en principio, las razones de don Juan Carlos para convocarle a aquel despacho inesperado, y todav¨ªa menos los motivos que pudieran impulsar al Rey para insinuar la oportunidad de una dimisi¨®n. Hay algunos indicios que indican el car¨¢cter inesperado que para Arias pudiera haber revestido la decisi¨®n real. A lo largo del despacho mantenido en la ma?ana de ayer -antes de acudir a Palacio con los ministros de Informaci¨®n y Obras P¨²blicas, el presidente se mostrar¨ªa satisfecho y optimista, sin dejar traslucir las graves razones de la audiencia concertada para el mediod¨ªa. Tambi¨¦n se ha comentado la actitud del presidente durante el almuerzo que le ofrecieron el mi¨¦rcoles sus colaboradores de la Presidencia del Gobierno con motivo de la mitad de su mandato. En efecto, se cumpl¨ªan, exactamente, dos a?os y medio del acceso de Arias a la presidencia del Gobierno. Parece ser que a los postres, el presidente se lamentar¨ªa del inoportuno e injustificado aire de despedida que un acto como aquel pudiera tener. ?Este es un acto de mal ag¨¹ero, una despedida sin motivo.?
Reuni¨®n del Gobierno
Los miembros del Gobierno fueron citados a las ocho de la tarde en la Presidencia para una reuni¨®n extraordinaria del Consejo. No hab¨ªa orden del d¨ªa. Las puertas del sal¨®n de Consejo se abrieron a las ocho y diez. El presidente recibi¨® a los ministros con un testo entristecido. Luego habl¨® a los presentes por espacio de cinco minutos, para exponer el hecho y las razones de su dimisi¨®n. El tono del se?or Arias, sus palabras y actitudes, denotaron una amargura que impresion¨® a sus ministros. El presidente dedic¨® palabras nobles y elogiosas al Rey y, agradeci¨® sentidamente la colaboraci¨®n prestada por los miembros del Gabinete durante los siete meses de trabajo en com¨²n. Los t¨¦rminos, en ocasiones pat¨¦ticos, en que se expres¨® el Jefe del Gobierno dejaron, parece ser, sin contestaci¨®n a sus compa?eros y s¨®lo despu¨¦s de un largo silencio tomar¨ªa la palabra el vicepresidente primero, general De Santiago, para agradecer, en nombre de todos, la confianza recibida del se?or Arias durante su mandato y ofrecerle su homenaje, personal. Don Carlos Arias se despidi¨® brevemente de todos y abandon¨® el sal¨®n del Consejo. La reuni¨®n hab¨ªa durado once minutos.
El Gobierno, sin embargo, seguir¨ªa reunido bajo la presidencia del general De Santiago.
Se tom¨® la decisi¨®n de mantener el Consejo de Ministros convocado para hoy viernes. El Gobierno parece as¨ª decidido a no ofrecer la impresi¨®n de que se rompe la continuidad: los asuntos ordinarios ser¨¢n tratados en la reuni¨®n de hoy bajo la presidencia del general De Santiago.
Contra lo divulgado en algunas informaciones, no se han cursado instrucciones de excepci¨®n a las Fuerzas Armadas o de Polic¨ªa. M¨¢s bien se han tomado, en algunos puntos, meras medidas de rutina, llamadas t¨¦cnicamente ?alarmas blancas?.
El Consejo del Reino
Entre tanto, el Consejo del Reino iniciaba una reuni¨®n a las 17.40 de la tarde, presidido por su titular Torcuato Fern¨¢ndez-Miranda. La reuni¨®n estaba convocada hace tres d¨ªas y dur¨® hasta las 19.00. No asistieron a la sesi¨®n los consejeros Juan Mar¨ªa Araluce Villar -presidente de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa- y Joaqu¨ªn Viola Sauret -alcalde de Barcelona-. Se da por supuesto que, a lo largo de la reuni¨®n, el Consejo cumpliment¨® el tr¨¢mite preceptivo de la Ley Org¨¢nica del Estado, que exige que el Consejo del Reino sea o¨ªdo, en el supuesto de dimisi¨®n del presidente del Gobierno.
Concluida la reuni¨®n del alto organismo, su secretario, se?or De la Mata Gorostizaga, manifest¨® que se hab¨ªa tratado de una reuni¨®n ordinaria. M¨¢s tarde se supo que el Consejo del Reino hab¨ªa sido convocado, nuevamente, para las cinco de la tarde de hoy, viernes, por lo que se supone que en la reuni¨®n de esta tarde comience a elaborar la terna que debe ofrecerle al Rey para que designe nuevo presidente del Gobierno.
Sobre las siete y media de la tarde, el presidente del Consejo del Reino, se?or Fern¨¢ndez-Miranda, se traslad¨® desde el Palacio de las Cortes al de La Zarzuela, donde permaneci¨® por espacio indeterminado.
Los temas de hoy Para hoy, a las diez de la ma?ana, ha sido convocado, de nuevo, el Consejo de Ministros. Se sabe que entre las previsiones para la reuni¨®n que el Gobierno celebrar¨ªa hoy viernes, estaba la discusi¨®n de alguno de los acuerdos parciales que han de sustituir al concordato actualmente vigente con la Santa Sede. Concretamente se esperaba que el Gobierno espa?ol renunciase formalmente al privilegio de la presentaci¨®n de obispos. Se ignora si, ante las nuevas circunstancias, el Consejo que presidir¨¢ el teniente general se?or De Santiago y D¨ªaz, de Mend¨ªvil, mantendr¨¢ el orden del d¨ªa previsto anteriormente.
Antes de iniciarse la reuni¨®r extraordinaria del Gabinete, el se?or Arias se despidi¨® de sus colaboradores inmediatos, a quienes comunic¨® personalmente su dimisi¨®n ?con gran tranquilidad?, seg¨²n comunic¨® uno de ellos a la agencia Europa Press.
Televisi¨®n Espa?ola comunic¨® la noticia de la dimisi¨®n en el telediario de las nueve y media de la noche.
Destaquemos, finalmente, que tras la reuni¨®n del Consejo, varios de sus miembros se trasladaron a la Embajada de los Estados Unidos en Madrid, donde se celebraba una recepci¨®n.
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