Fracas¨® un intento de golpe de Estado en Sud¨¢n
Ausentarse, para algunos presidentes, es fatal. Por segunda vez en una ausencia al extranjero, el presidente Gaafar el Numeiry fue objeto de una tentativa de golpe de Estado. Esta vez el ?timing? de la operaci¨®n coincidi¨®, fatalmente para los rebeldes, con el regreso a Jartum del jefe del Estado.Un comunicado oficial publicado por el Gobierno sudan¨¦s en la tarde de ayer indica que ?la situaci¨®n fue controlada por las fuerzas de seguridad sudanesas, despu¨¦s de combates que duraron varias horas?.
La nota gubernamental se?ala, no obstante, que ?contin¨²a la operaci¨®n de limpieza en la capital?. La Agencia iraqu¨ª de noticias, que fue la primera en alertar sobre el intento golpista, inform¨® a media tarde de ayer que una conferencia de prensa que deb¨ªa ofrecer, El Numeiry tuvo que ser anulada ante ?la peligrosa proximidad de los disparos de ametralladora?.
El presidente El Numeiry tuvo noticia del levantamiento a los pocos minutos de haber tomado tierra en el aeropuerto de Jartum el avi¨®n que le tra¨ªa de Francia, ¨²ltima etapa de un viaje iniciado en Estados Unidos. Varios diplom¨¢ticos extranjeros que hab¨ªan acudido a recibirle, certificaron su llegada.
Su acci¨®n r¨¢pida y en¨¦rgica, como en ocasiones anteriores, hizo posible acabar con la rebeli¨®n, originada al parecer en la base de Shejera, pr¨®xima a Jartum. Los ¨²ltimos comunicados emitidos desde Jartum ayer noche, se?alaban que la base hab¨ªa sido tomada por las fuerzas leales, y el levantamiento aplastado.
El contenido pol¨ªtico del conato de golpe, debido, a la confusi¨®n reinante, a¨²n no ha sido claramente establecido. El intento certifica no obstante la gran inestabilidad en que vive el r¨¦gimen sudan¨¦s, apoyado casi exclusivamente en el Ej¨¦rcito.
El Numeiry, que subi¨® al poder el 25 de mayo de 1969 tras un golpe contra la monarqu¨ªa sudanesa, la gobernado en un dificil equilibrio entre las masas populares, tal vez las m¨¢s organizadas de Africa y controladas por un partido comunista considerado el m¨¢s potente de todo el continente africano, y el dirigismo acentuado que le ha querido imprimir a su gesti¨®n.
Su gobierno se inaugura, a pesar de su intenci¨®n proclamada de querer establecer un ?socialismo africano aut¨¦ntico?, con la supresi¨®n del pluripartidismo tradicional de Sud¨¢n. A los dos a?os de haber asumido el poder, El Numeiry tuvo sus primeros incidentes con el PC sudan¨¦s, muy fuerte en las centrales sindicales.
En julio de 1971 un grupo de oficiales dem¨®cratas y comunistas, aliados con las centrales sindicales, protagonizaron un golpe contra El Numeiry. La represi¨®n fue sangrienta y m¨¢s de dos mil personas fueron ejecutadas. El secretario general del PC sudan¨¦s, Abdel Jalak Maghub, estuvo entre las primeras v¨ªctimas del contragolpe.
El Numeiry, que hab¨ªa suspendido meses antes toda actividad del PC sudan¨¦s y proclamado la creaci¨®n de un partido ¨²nico a imagen de la Uni¨®n Socialista Arabe-Egipcia, estuvo en permanente oposici¨®n con el PC desde entonces. El PC a su vez, fuerte, con una militancia de cerca de un mill¨®n de miembros, y simpat¨ªas entre altos oficiales, crey¨® llegada la oportunidad de llevar al poder a grupos m¨¢s afines.
Desde entonces El Numeiry se ha acercado m¨¢s a Occidente, y a pesar de. que la represi¨®n anti comunista no merm¨® en gran medida sus relaciones con la URSS, sus planes y previsiones econ¨®micas se han apoyado fundamentalmente en la cooperaci¨®n de Estados Unidos, Alemania y ¨²ltimamente Francia.
El 25 de septiembre de 1975 tuvo lugar otro intento golpista, esta vez de signo pol¨ªtico contrario. El teniente coronel Hassan Hussein Osman, al frente de sus tropas protagoniz¨® un levantamiento apoyado por la derecha, para tratar de derrocar a El Numeiry.
La rebeli¨®n presente, al margen de las incertidumbres en cuanto a su ausencia pol¨ªtica que pesan sobre ella, marca esa indefinici¨®n en que subsiste el Gobierno de El Numeiry. El PC sudan¨¦s, cuyas c¨¦lulas de base no fueron destruidas con la represi¨®n de 1971, se ha reconstituido. La misma polarizaci¨®n de fuerzas de aquellos a?os empieza a observarse.
Sud¨¢n, escrib¨ªa recientemente un visitante extranjero, es un pa¨ªs potencialmente rico que vive pobremente. Su agricultura, de inmejorables condiciones naturales, exige una modernizaci¨®n que a¨²n no ha sido totalmente emprendida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.