Barcelona: descartado Quini, Aitor Aguirre nuevo objetivo

Montal ten¨ªa la certeza de que en la asamblea del Gij¨®n, el pasado martes, los compromisarios y directivos del club asturiano dir¨ªan ?s¨ª? al traspaso de Quini. Tan convencido estaba el presidente azulgrana, que pensaba cerrar la operaci¨®n en Madrid, con motivo del pleno del F¨²tbol nacional. El Barcelona hab¨ªa llegado a un cifra importante: 35 millones. Y a poco que el Gij¨®n hubiera insistido, esa cifra habr¨ªa llegado a los 40. Mucho dinero por un jugador de casi veintisiete a?os, pero es que el club azulgrana necesita un ariete, seg¨²n lo dictamin¨® Rinus Michels, nuevo entrenador, al formalizar su contrato con el club. Ahora, tras la negativa de los directivos asturianos, Montal tendr¨¢ que iniciar nuevos rumbos. Y todo parece indicar que la pr¨®xima presa a seguir es Aitor Aguirre, el gigantesco delantero del R¨¢cing de Santander.El club azulgrana, no obstante, se va a encontrar con una nueva sorpresa, fruto de su dudosa pol¨ªtica negociadora. Aitor Aguirre, que hace un mes val¨ªa algo as¨ª como 25 millones de pesetas, ha subido ahora fulminantemente su cotizaci¨®n, al ser el ¨²nico que hay en el mercado en condici¨®n de transferible. A nadie le puede extra?ar que el presidente santanderino se descuelgue con una cifra de 40 ¨® 50 millones de pesetas, que van a ser un gran obst¨¢culo para la cicater¨ªa del gerente del Barcelona, puesta ya en evidencia en sus ¨²ltimas gestiones, todas ellas fallidas, por cierto.

Rinus Michels pidi¨® cuatro jugadores en el momento de firmar contrato. S¨®lo uno ha sido fichado. Les otros tres se han difuminado por caminos diversos. Juan Carlos vuelve hoy a Barcelona, y es de suponer que insistir¨¢ en sus peticiones, que considera imprescindibles. La directiva le pidi¨® al entrenador un t¨ªtulo de Liga, y el entrenador en contrapartida exigi¨® esos cuatro jugadores. Al no disponer de ellos, Michels puede sentirse liberado de su compromiso. Porque s¨®lo Cruyff no es suficiente para ganar una Liga, aunque eso es algo que ya no suena a nuevo en Barcelona.