Asamblea positiva

A pesar de los pa?os calientes, la asamblea del f¨²tbol espa?ol result¨® positiva. Aunque no desaparecieron de un modo absoluto los privilegios de los grandes, las discriminaciones se han reducido y los problemas comienzan a plantearse de un modo m¨¢s realista.Fracas¨® el intento de Montal, que era una propuesta semidemocr¨¢tica, porque ped¨ªa votaciones para elegir a los compromisarios en lugar de obtenerlos a base de sorteos. Antonio Calder¨®n, que es sevillano, hizo un quite al tema, rematado con una media ver¨®nica belmontina, con la que se llev¨® los aplausos de la solanera. Miren por d¨®nde resulta que el Madrid estaba a favor de la democratizaci¨®n, pero dijo no porque no se solicit¨® el sufragio universal. Los presidentes que se reunieron en Madrid sin contar con la Casa Blanca se habr¨¢n dado perfecta cuenta de que al enemigo es preferible tenerle cerca que detr¨¢s. Casi pareci¨® Bernab¨¦u, la Platajunta y Montal, el b¨²nker.

En el reparto de votos de la asamblea, al fin, los jugadores han pasado a tener una mayor consideraci¨®n. Antes pesaban, todos juntos, menos que un equipo de Segunda y menos que dos de Tercera; ahora, son algo m¨¢s que alguno de los grandes del f¨²tbol nacional.

Afortunadamente se ha llegado a la divisi¨®n de jurisdicciones, con lo cual cada Divisi¨®n aplicar¨¢ los votos para aquello que le afecte directamente. No obstante, ayer a¨²n hubo una votaci¨®n en la que los clubs de Tercera Divisi¨®n decidieron una cosa y el peso de los grandes y las Federaciones, decidi¨® otra. Este caso, al menos, ya no se volver¨¢ a producir. Algo hemos avanzado.