No
Al se?or Su¨¢rez le han dicho casi todos que no. Bueno, lo de casi es una cortes¨ªa que le hacemos al se?or Su¨¢rez, que para eso est¨¢ reci¨¦n nombrado.-?Y los que le han dicho que s¨ª?
-Los que le han dicho que s¨ª ni siquiera son el casi. Son un casi-casi.
La cosa no deja de ser estupefaciente en un pa¨ªs donde lo que quer¨ªa todo el mundo, desde que dejaba el Frente de Juventudes, era ser ministro. O, por lo menos, gobernador civil de Guadalajara.
-?Usted cree que no se va a encontrar ni siquiera un gobernador civil para Guadalajara?
-Yo creo que Guadalajara est¨¢ hoy por hoy, muy bien de gobernadores civiles, pero es curioso c¨®mo a los espa?oles se les ha volado la ambici¨®n pol¨ªtica en unos meses. Antes, todos quer¨ªan ser de todo. Ahora nadie quiere ser de nada.
-Tenga usted en cuenta que, con Franco, los cargos eran vitalicios.
-Vitalicios, pero con motorista. -O sea, que lo ¨²nico que ha cambiado aqu¨ª es el motorista.
-Pues en cierto modo s¨ª, porque el se?or Arias no ha sucumbido de infarto de motorista, sino que se fue por su pie al palacio de Oriente a recibir la buena nueva, y algunos dicen que sin sospechar la sorpresita.
-Es que siempre fue un buenazo.
-Eso tambi¨¦n es verdad. A ¨¦l nadie le dec¨ªa que no. Deb¨ªa ser por la edad. El se?or Su¨¢rez, como es as¨ª tan joven, pues parece que est¨¢ tod¨¢v¨ªa en la edad de recibir calabazas.
-No diga usted eso, que a las se?oras les mola total.
-Las se?oras siempre se han comportado sentimentalmente en pol¨ªtica. Por eso no hay que dar el voto a la mujer, que ya lo dijo do?a Victoria Kent.
-Usted lo que es un reaccionario.
-Tambi¨¦n puede ser, se?ora. Pero es que hasta los m¨¢s reaccionarios le han dicho no a un futuro que se presenta reaccionario.
-?Usted oy¨® el discurso del presidente por la tele?
-No, mire, precisamente estaba leyendo Mundo Obrero en ese momento.
-?A usted le llega Mundo Obrero?
-A m¨ª no me llega nada. Tu?¨®n de Lara se queja ahora de que los originales que env¨ªa a sus editores catalanes, se pierden sospechosamente por el camino. C¨®mo quiere usted que me llegue Mundo Obrero. El que yo leo es un ejemplar de antes de la guerra.
-?Ya hab¨ªa rojos antes de la guerra?
-Desde que Marcelino Camacho era as¨ª. Por eso tuvimos que hacer una guerra, o sea una Cruzada.
-?Usted tambi¨¦n sostiene que fue Cruzada?
-Yo creo que s¨ª. Siempre que la Iglesia anda de por medio en un foll¨®n, Cruzada tenemos. Y lo de ahora mismo tambi¨¦n puede que sea una Cruzada, que dice Dar¨ªo Valc¨¢rcel que el clericalismo retr¨®grado ha formado parte de la operaci¨®n.
-La verdad es que no tiene usted pelos en la lengua.
-Eso d¨ªgaselo usted a Dar¨ªo Valc¨¢rcel.
-?Es pariente, o algo, de Rub¨¦n Dar¨ªo?
-Algo me parece que se tocan. Ya ve, usted que los dos escriben muy suelto. Por cierto, que al se?or Su¨¢rez s¨®lo le qued¨® por llamar a Rub¨¦n Dar¨ªo. Yo creo que no ha ca¨ªdo.
-Claro que a lo mejor tambi¨¦n le dec¨ªa que no.
-A lo mejor.
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