Orden en los actos autorizados y caos en los prohibidos

Treinta mil personas en Valencia, cuarenta mil en Sevilla, veinte mil en Las Palmas, cinco mil en Pamplona y diferentes grupos en otras ciudades, se han manifestado el domingo y el lunes -seg¨²n los lugares- en petici¨®n de amnist¨ªa y libertad, mientras en Madrid y Barcelona se prohib¨ªa la expresi¨®n p¨²blica de tales reivindicaciones y la polic¨ªa reprim¨ªa con energ¨ªa los numerosos intentos que, en una y otra capital, pretendieron constituir grandes actos de masas.La manifestaci¨®n celebrada en Valencia ha sido la m¨¢s numerosa, realizada en forma ordenada y pac¨ªfica, bajo la convocatoria de la Taula de Forces Politiques i Sincals. Pr¨¢cticamente, puede decirse que no existen precedentes en toda la regi¨®n valenciana de un acto de masas tan importante.

En cuanto a la manifestaci¨®n dle Sevilla, encabezada por distintos l¨ªderes de Coordinaci¨®n Democr¨¢tica -entre los que figuraba Felipe Gonz¨¢lez, primer secretario del PSOE-, se desarroll¨® tambi¨¦n en perfecto orden. Esta ha sido, en general, la t¨®nica de todas las manifestaciones autorizadas que se han celebrado en pro de la amnist¨ªa.

Un car¨¢cter muy distinto tuvieron las manifestaciones no autorizadas. En Barcelona, el forcejeo entre polic¨ªas y manifestantes se prolong¨® por espacio de dos horas, en la tarde del domingo, con numerosas cargas de las fuerzas del orden, acompa?adas de gases lacrim¨®genos y disparos de balas de caucho.

Por lo que se refiere a Madrid, la manifestaci¨®n del domingo acab¨® con un centenar de detenidos -entre ellos Ram¨®n Tamames-, de los cuales ayer permanec¨ªan todav¨ªa treinta en la Direcci¨®n General de Seguridad. Entre las personas puestas en libertad durante la jornada del lunes figura Carlos Zayas (PSOE).

Los incidentes se prolongaron a lo largo de toda la ma?ana del domingo, con multitud de saltos por una ampl¨ªsima zona -Gran V¨ªa, Bail¨¦n, Princesa, Alberto Aguilera, glorieta de Bilbao-, y una constante actuaci¨®n policial tratando de impedirlos. Una fuerza importante control¨® tambi¨¦n la plaza de Espa?a, donde inicialmente estaba convocada la manifestaci¨®n. Particularmente espectacular result¨® el desalojo del aparcamiento de los Mostenses, donde la polic¨ªa armada arroj¨® docenas de bombas de humo.

Parece ser que algunas personas tuvieron problemas simplemente por llevar EL PA?S en la mano. Cabe rese?ar tambi¨¦n la actuaci¨®n en el lugar de los sucesos de personas que se comportaron como polic¨ªas sin identificarse como tales.

Inforrnaci¨®n en p¨¢gs. 10 y 11