Ment¨ªs sobre unas palabras
En la p¨¢gina 16 de EL PAIS, de 10 de julio, se encabeza mi nombre con expresi¨®n de s¨®lo algunas de las condecoraciones que mucho me honra poseer, una nota en que se dice literalmente:?Recibi¨® a dos se?oras que se quejaban de que sus pisos en el multitudinario barrio madrile?o de Moratalaz - 136.000 habitantes- estaban llenos de grietas. Contestaci¨®n del se?or De la Quintana: "Las casas no se hacen para toda la vida". ?
Nunca he recibido a dos se?oras que se quejen de que sus casas est¨¦n llenas de grietas.
El barrio de Moratalaz, construido por Inmobiliaria Urbis, no alcanza los 70.000 habitantes.
Se han producido, en alguna zona, como consecuencia del comportamiento de arcillas expansivas, no previsible cuando se hizo la construcci¨®n, asentamientos y movimientos que han sido objeto de vigilancia, estudios t¨¦cnicos de la empresa, de entidades especializadas y de servicios oficiales del Ministerio de la Vivienda a requerimiento de la propia Inmobiliaria Urbis.
El n¨²mero de viviendas afectadas no llega al 50 por 100 del total.
Se han tomado, en esos casos, cuantas medidas han sido precisas para la correcci¨®n de los efectos fortuitos de tales tierras expansivas, sin que, en ning¨²n momento haya existido ni exista peligro para las viviendas ni los se?ores propietarios y sus familiares,
Los resultados de las operaciones t¨¦cnicas efectuadas, con esfuerzo econ¨®mico exclusivo de la empresa, m¨¢s all¨¢ de toda exigencia legal, han sido, por fortuna, satisfactorios y nuestro celo por el problema es continuo, riguroso, responsable y efectivo.
Contradictoriamente con la frase que, tan imaginativamente, se me atribuye, ese celo y sentido de la responsabilidad de la empresa qu¨¦ presido, es la mejor garant¨ªa de que las viviendas afectadas por la agresi¨®n geol¨®gica e imprevisible de tierras expansivas, ?podr¨¢n durar toda la vida?.
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