Nadia Comaneci tiene custodia especial
Nadia Comaneci, la gran estrella de la gimnasia femenina, tiene desde ayer protecci¨®n especial. Seis polic¨ªas y cuatro militares vigilan todos sus pasos y controlan a cuantas personas se acercan a ella. Nadia ha recibido en la Villa Ol¨ªmpica unas vagas amenazas que han impulsado a los rectores de la seguridad de los atletas a tomar cuantas medidas preventivas sean necesarias para evitar la acci¨®n de alg¨²n loco incontrolado. Mientras Nadia contin¨²a siendo el centro de atenci¨®n de los Juegos, un sovi¨¦tico, Andrianov, la ha superado en la conquista de medallas. Andrianov ha logrado cuatro de oro, dos de plata y una de bronce. Nadia conquist¨® tres de oro, una de plata y una de bronce.Las autoridades canadienses tomaron toda clase de medidas encaminadas a evitar los sucesos de Munich. Aunque, ciertamente, la vigilancia ha sido estrecha y constante, en el ambiente no ha pesado tanto la rigidez de las medidas y las actuaciones policiales como en Munich. Aqu¨ª ha habido m¨¢s flexibilidad y quiz¨¢s mayor amabilidad. De hecho, la presi¨®n se ha notado mucho menos.
No obstante, ha habido dos detalles que han obligado a extremar m¨¢s la vigilancia. De una parte, en la Villa Ol¨ªmpica, a causa del habitante extra?o que colaron los atletas canadienses, la polic¨ªa mira con mayor atenci¨®n las acreditaciones de quienes entran y salen. De otra, las amenazas que ha recibido Nadia obligan a no descartar la posibilidad de que alg¨²n perturbado intente una acci¨®n que ponga en peligro la vida de los participantes. Las amenazas que ha recibido Nadia son vagas y podr¨ªan ser debidas ¨²nicamente a un bromista de mal gusto, pero por si acaso, polic¨ªa y militares le dedican protecci¨®n especial. Esta vigilancia extrema ¨²nicamente se ha notado en los momentos en que la reina de Inglaterra ha acudido a los centros deportivos. Malos gestos, afortunadamente, ha habido pocos.
La noticia lamentable del d¨ªa la ha protagonizado un tirador monegasco, Paul Cerutti, que a los sesenta y cinco a?os ha intentado el triunfo por medio de estimulantes. Cerutti tom¨® anfetaminas y el control m¨¦dico las detect¨®. Su descalificaci¨®n ha sido fulminante. El control antidoping es r¨ªgido y por el momento no se han producido mayores esc¨¢ndalos. La mayor persecuci¨®n m¨¦dica est¨¢ en los esteroides, pero ¨¦stos no son f¨¢cilmente detectables. Se considera que un deportista que los tome tres semanas antes de la competici¨®n no deja rastro en la orina. Los estimulantes habituales s¨ª tienen f¨¢cil y pronta determinaci¨®n. De los noventa y cinco an¨¢lisis de esteroides realizados, ninguno ha dado positivo y, sin embargo, hay conciencia de que algunos deportistas han seguido tratamientos de este tipo.
Los participantes de la RD alemana son los que infunden mayores sospechas a este respecto, pero lo cierto es que, si bien la nataci¨®n femenina est¨¢ dominada por Kornelia y sus compa?eras, la masculina sigue en poder de Estados Unidos. La explosi¨®n natatoria de la RDA molesta sobremanera a los nadadores estadounidenses, y Shirley Babasshof, que no pudo batir a Shane Gould en Munich, no desaprovecha la ocasi¨®n de minusvalorar a las que ahora la derrotan. Seg¨²n la Babasshof, las nadadoras alemanas viven de un modo monacal y, en cambio, las estadounidenses nadan para divertirse. Shirley critica los sistemas alemanes constantemente y en este sentido ha encontrado apoyo en John Naber, que ha afirmado que si sus compatriotas recibieran la ayuda del Estado que perciben las alemanas, tambi¨¦n ser¨ªan las primeras.
Kornelia se ha defendido una vez m¨¢s de las acusaciones y ha manifestado que nada por placer y que su vida es absolutamente normal. Quiz¨¢s para apoyar sus afirmaciones, Kornelia y su novio, Roland Matthes, que hoy por cierto no se ha presentado a nadar las series de los 200 metros espalda, estar¨¢n una ma?ana a disposici¨®n de cuantos admiradores deseen conversar con ellos, saludarles o pedirles aut¨®grafos.
Shirley y Naber no dan tantas facilidades al p¨²blico.
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