Mariano Haro, otra vez finalista

Mariano Haro tuvo que ganar su clasificaci¨®n para Montreal en una prueba montada en Anoeta para que no dejara de ser ol¨ªmpico. Sin apenas ayuda logr¨® la marca que le daba derecho a estar aqu¨ª. Mariano Haro ha demostrado en el Estadio Ol¨ªmpico que no ha venido de limosna y que todav¨ªa, pese a sus a?os, es un atleta de categor¨ªa internacional. Tercero en la serie eliminatoria m¨¢s r¨¢pida, m¨¢s vibrante y m¨¢s dram¨¢tica, ha conseguido de nuevo ser finalista. Por el momento ya est¨¢ entre los quince mejores del mundo. Mariano, l¨®gicamente, no podr¨¢ conquistar medalla, pero ser¨¢ en el momento decisivo un digno competidor de las restantes figuras mundiales que han alcanzado el honor de disputar una final ol¨ªmpica.Haro corri¨® en la primera serie y en ella se encontraban nueve hombres que en la presente temporada han acreditado una marca superior a la suya. Pasaban a la final los cuatro primeros directamente, e indirectamente pod¨ªan hacerlo los tres que obtuvieran los mejores tiempos entre los no clasificados. Haro ten¨ªa m¨¢s que dif¨ªcil la posibilidad de seguir adelante.

Mariano, una vez m¨¢s, trat¨® de buscar la carrera que le conven¨ªa. Un fuerte ritmo desde el principio para que los adversarios fueran qued¨¢ndose descolgados y no verse superado en los metros finales, cosa que suele ocurrirle. Mariano se coloc¨® entre los primeros y pas¨® por la meta dos veces el sexto, cuatro el quinto, cinco el cuarto, diez el tercero y una el segundo. En la vuelta definitiva resisti¨® cuanto pudo para no perder la ventaja adquirida y s¨®lo fue superado en la meta por el portugu¨¦s Carlos Lopes y el franc¨¦s oriundo G¨®mez.

Mariano se uni¨® al ritmo de Hermens y Anicevic al principio y, cuando el yugoslavo cedi¨®, se peg¨® a Hermens y Carlos Lopes. Mariano vigil¨® siempre las posibilidades de quienes pod¨ªan escaparse para no perder contacto con ellos. En la octava vuelta ya no pudo resistir Mora y en la d¨¦cima se retras¨® el yugoslavo. En la decimocuarta hubo intento de escapada de Hermens, Lopes, Vainio y Fitzsimons; Mariano se uni¨® a ellos y los cinco quedaron en cabeza. En la decimoctava se fueron Lopes y Hermens y Mariano, conocedor de sus problemas con el sprint final, apret¨® de firme y se distanci¨® de los restantes corredores. Se qued¨® tercero y sostuvo la diferencia durante el resto de la carrera. Las vueltas finales, con Lopes despegado de Hermens y Mariano en tercera posici¨®n, acosado por G¨®mez y Fitzsimons, fueron emocionant¨ªsimas.

Hubo momentos en los que pareci¨® que el palentino iba a ser cazado, con lo que perder¨ªa la clasificaci¨®n. Sin embargo, se percat¨® de que Hermens hab¨ªa perdido gas y se fue a por ¨¦l. Le alcanz¨® y le pas¨®. Dej¨® espacio entre ¨¦l y el holand¨¦s para asegurar su posici¨®n. En la ultima vuelta salieron desde atr¨¢s G¨®mez y el australiano Fitzsimons y pasaron a Hermens. G¨®mez mantuvo su sprint y pas¨® a Mariano junto a la meta. Fitzsimons, a diez metros de la meta, se cay¨®. Se levant¨® como pudo y a un metro de la cinta volvi¨® a caer, con lo que finalmente Hermens estuvo por delante. El australiano, con las fuerzas agotadas, tuvo que ser atendido tras la meta y lo mismo hubo que hacer con G¨®mez, que qued¨® tendido en la pista a cinco metros de la llegada.

El esfuerzo realizado por los atletas en las ¨²ltimas vueltas fue tremendo. El ritmo alcanzado super¨® las previsiones de una serie semifinal. Prueba de la diferencia existente entre las tres series est¨¢ en el hecho de que los tres clasificados por tiempo corrieron junto a Mariano Haro. Fitzsimons, Ford y Lismont estar¨¢n junto a Lopes, G¨®mez, Haro, Hermens, Smet, Foster, Boro, Floroiu, Simmons, Bjorklund, Viren y Puttemans, que fueron, por orden correlativo, los cuatro primeros de cada ronda. El ¨²nico que super¨® la marca realizada por Lopes fue el brit¨¢nico Simmons, que realiz¨® una gran carrera en la que el doble campe¨®n de Munich, Lasse Viren, no se mostr¨® demasiado combativo. La gran sorpresa de la jornada estuvo en el norteamericano Bjorklund, que en las vueltas finales mostr¨® una fortaleza envidiable. Su sprint caus¨® tanta sensaci¨®n como el del franc¨¦s G¨®mez. El americano tuvo el m¨¦rito de rebasar a la hora de la verdacta atletas tan destacados como Viren y Puttemans.

Por las marcas realizadas en las tres series por delante de Mariano Haro, s¨®lo hubo tres participantes. La final se presenta re?id¨ªsima, porque el portugu¨¦s Lopes, ganador del cross de Lasarte y del de las Naciones, se encuentra en magn¨ªfica forma, y el ingl¨¦s Simmons corre con una facilidad pasmosa. Viren tendr¨¢ que decir su ¨²ltima palabra al igual que hiciera en Munich, y del ritmo que tome la carrera depender¨¢ la clasificaci¨®n de Haro. De cualquier manera, el papel del palentino ya est¨¢ cubierto.

Ruiz Bernal, que ha estado lesionado, no pudo sostenerse entre los mejores m¨¢s de nueve vueltas. Su tiempo fue muy inferior al obtenido en Anoeta, cuando logr¨® el pasaporte para Montreal. Su actuaci¨®n fue un tanto penosa.

Andr¨¦s Ballbe corri¨® las series de 800 metros y qued¨® eliminado. No tuvo demasiada suerte porque la manga que le correspondi¨® fue la mejor. Con el tiempo que se?al¨® hubiera sido primer clasificado en la quinta serie y segundo en la tercera, y con ello habr¨ªa obtenido su pase a las semifinales. Carmen Valero, en una distancia que le viene corta, fue sexta y tampoco sigue adelante. Su papel subir¨¢ en los 1.500 metros y su ideal estar¨¢ en Mosc¨², donde por vez primera se correr¨¢n los 3.000 metros, que es la prueba que mejor se adapta a sus condiciones.

La primera medalla de oro del atletismo fue a manos de la saltadora de longitud de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Angle Voigt. La norteamericana Kathy Mac Millan, una negrita que se gan¨® las simpat¨ªas de todo el Estadio, obtuvo la segunda plaza, y una sovi¨¦tica fue la tercera en el podio. No hubo r¨¦cord que registrar.

El mexicano Daniel Bautista gan¨® el oro de los 20 kil¨®metros marcha, tras fuerte lucha con tres atletas de la RDA, que fueron quienes le escoltaron durante la mayor parte del recorrido.

Donde hubo r¨¦cord fue en las series de peso. El actual recordman del mundo, el sovi¨¦tico Barisnikov, mejor¨® el ol¨ªmpico al enviar la bola a 21,32 metros. El anterior estaba en 21,18.