Pol¨¦mica en Soria sobre el centro nuclear
En Soria ha culminado la primera fase de la diatriba nuclear. El s¨¢bado cenaban el gobernador civil y el presidente de la Junta de Energ¨ªa Nuclear. Unas horas antes, en un bar por no ser posible disponer de otro local, se presentaba el libro ?Nuclearizar a Espa?a?, de Pedro Costa.A todos los rincones de la provincia se extiende la pol¨¦mica que levant¨® la decisi¨®n del Consejo de Ministros del pasado 9 de enero autorizando a la Junta de Energ¨ªa Nuclear la instalaci¨®n del segundo centro de investigaci¨®n, en Soria. Por todas partes surgen pintadas y muchos coches y escaparates aparecen con un cartel pegado ?Soria Nuclear No?. La opini¨®n favorable se centra en los dos peri¨®dicos de Soria que apoyan a fondo el proyecto. La Administraci¨®n, por su parte, ha bloqueado hasta ahora los intentos de celebrar reuniones y debates.
El terreno de la instalaci¨®n -que se concibe como una ampliaci¨®n del centro de la Ciudad Universitaria de Madrid- se encuentra ya acotado -unas 3.000 hect¨¢reas- en la ribera derecha del Duero entre Soria y Almaz¨¢n.
En ¨¦sta ¨²ltima ciudad, muchos de los carteles est¨¢n arrancados. La gente dice que son los guardias municipales quienes efect¨²an esta operaci¨®n. Pregunto a uno de ellos, pero no quiere confirmar ni negar esa orden. S¨ª dice, en cambio, que la oposici¨®n al centro nuclear se debe ?a cuadrillas de j¨®venes a quienes les inyectan?.
Muchos de los habitantes de Almaz¨¢n exigen informaci¨®n completa, ya que esta poblaci¨®n extrae del Duero todo el agua que bebe y se encuentra a diez kil¨®metros, aguas abajo de donde el centro vertir¨¢ sus residuos.
La impresi¨®n que se saca en la provincia de Soria es que las autoridades consideran beneficioso el proyecto con vistas a apuntalar una provincia en recesi¨®n y que, por tanto, toda oposici¨®n es mal¨¦vola o pol¨ªtica, seg¨²n aseguraba Fidel Carazo, alcalde de Soria. Muchos ciudadanos en cambio consideran que el boicot total de la prensa y la radio a toda opini¨®n en contra de la central, as¨ª como la sistem¨¢tica prohibici¨®n de cualquier reuni¨®n o debate indica que se pretende ocultar algo y que el proyecto no posee solamente las grandes ventajas que se proclaman desde la esferas oficiales.
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