El Concordato
El Gobierno ya le ha pegado un mordisco al Concordato. Menos mal que es un Gobierno de cat¨®licos practicantes. Si ese mordisco se lo pega un Gobierno de rojos, la cristianidad nacional hubiera puesto el grito en el cielo, o por lo menos en el Valle de los Ca¨ªdos.El Concordato fue una cosa que se sac¨® Ru¨ªz-Gim¨¦nez, m¨¢s o menos, para legalizar un poco las relaciones Iglesia-Estado, que eran unas relaciones prematrimoniales y apasionadas desde la guerra para ac¨¢. Cuando el Papa conmin¨® a los italianos para que no votasen al Partido Comunista, en las ¨²ltimas elecciones, yo le pregunt¨¦ a Ru¨ªz-Gim¨¦nez si ¨¦l estaba en pecado mortal por llevarle a Camacho bocadillos de esperanza a Carabanchel.
-Lo del Papa ha sido una opini¨®n concreta y personal, referida a una cuesti¨®n local, que no tiene por qu¨¦ afectarnos directamente.
Bien contestado. Pero a los que somos de la generaci¨®n del Concordato nos va a parecer que nos falta algo cuando lo quiten del todo. Con el Concordato se sent¨ªa uno como m¨¢s seguro. Se pod¨ªa ser ateo, rojo y porn¨®grafo. ?Bah, al final nos salvar¨¢ el Concordato?, pens¨¢bamos. Ser espa?ol del Concordato era como ser equilibrista con red. Ahora, los de la Asociaci¨®n Nacional de Propagandistas Cat¨®licos nos quieren quitar el Concordato. Claro, como ellos dan su alma por salvada, a los dem¨¢s que nos zurzan.
-Y a usted qu¨¦ m¨¢s le da, si no va nunca a misa.
-Si nos quitan el Concordato tendr¨¦ que empezar a ir.
Yo creo que incluso don Juan Tenorio confiaba en el Concordato para salvarse en el ¨²ltimo acto. Claro que para Concordato el que tenemos firmado con Estados Unidos. C¨®mo ser¨¢ que los yanquis no sueltan la lista de implicados espa?oles en la Lockheed. Por si acaso, aqu¨ª ya han empezado a enviarle ramos de claveles a la se?ora de Jimmy Carter, no sea que ¨¦se llegue dispuesto a tirar de la manta. Es lo que le dec¨ªa ayer un se?or de Serrano a otro se?or de Serrano, en una cafeter¨ªa de Serrano:
-Por si no nos salva el Concordato, que nos salve Interflora.
Antes del Concordato, Arias Salgado ten¨ªa que hacer estad¨ªsticas masturbatorias para ver cu¨¢ntos espa?oles pod¨ªa cubicar en el cielo por metro y a?o. Era un trabajo agotador. El Concordato vino a simplificar mucho las cosas. Sustitu¨ªa la salvaci¨®n de los espa?oles de uno en uno por la salvaci¨®n en masa. Algo as¨ª como una multinacional del cielo.
Hasta que los espa?oles empezaron a salirse del Concordato. Porque el Concordato estaba pensado para el espa?ol medio, para gente normal, para un pueblo, un caudillo, una espada. El primero que se sali¨® fue Cela con sus libros llenos de tacos, y mira que se lo dije:
-Muy bueno lo tuyo, macho, pero te est¨¢s saliendo del Concordato. Aqu¨ª hay que escribir como don Luis Morales Oliver.
Otra que se sali¨® en seguida fue Roc¨ªo Jurado, que se baj¨® el famoso chal de la tele hasta donde la espalda pierde su honesto y cervantino nombre. Y luego ya vinieron todas y todos, hale, a lo loco, Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes con todo el organismo fuera, Garc¨ªa Salve con todo el pu?o levantado, y eso que era cura y algo le tocaba del Concordato.
O sea, que el Concordato estaba ya hecho una braga, entre unos y otros, y hacen bien ahora en reformarlo o en suprimirlo. Porque el Concordato, como todas las cosas que se hacen por un papel, serv¨ªa mientras los espa?oles est¨¢bamos empapelados, o sea encausados de resultas de la guerra. Ahora ya no sirve para nada y otra vez vamos a salvarnos y condenarnos por libre, como si no fu¨¦ramos el pueblo elegido.
Iba yo a comprar el pan y me encontr¨¦ a Manuel Ben¨ªtez el Cordob¨¦s, que fue otro que vivi¨® fuera del Concordato, o sea en concubinato, hasta que el padre F¨¦lix Garc¨ªa le exhort¨® a casarse en un art¨ªculo.
-Que vas a ser el ¨²nico espa?ol formal y decente, Manolo, porque en cuanto quiten el Concordato y pongan el divorcio, no queda una pareja completa.
Aqu¨ª se separan hasta los amantes de Teruel.
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