Menos galas que nunca en el verano del 76
Gran parte de los artistas, de m¨²sica ligera conocidos en este pa¨ªs llevan todo el a?o esperando con ansias la llegada del verano, porque durante ¨¦ste consiguen equilibrar su presupuesto. Pocos son los que soportan oto?o e invierno con incrementos en sus cuentas corrientes. En estas fechas Madrid se encuentra vac¨ªa de cantantes, porque los que no tienen galas se esconden para dar la sensaci¨®n de que no paran. El primer verano que le falle a un artista en el orden de los ingresos econ¨®micos es un motivo de replantear la carrera. El segundo en que ocurra esto, le hace causar baja r¨¢pidamente de la vanguardia de los ¨¦xitos.Este verano de 1976, una vez dicho lo anterior, va a ser sonado en este sentido; sonado porque hay menos galas que nunca y los cantantes cobran m¨¢s que nunca. En un muestreo personal hecho entre artistas y representantes, las conclusiones no pueden ser m¨¢s decepcionantes. Hay casos en los que la facturaci¨®n de los artistas est¨¢ a una cota del 50 por 100, con respecto al a?o anterior. La recesi¨®n econ¨®mica de Occidente ha llegado a incidir en el mundo de la m¨²sica y concretamente el ambiente pesimista en nuestro pa¨ªs se ha notado claramente en el momento de contratar, prever ferias y pensar en diversiones.
Cantantes solistas
Otro hecho claramente subrayado este verano por las contrataciones es el de la superioridad, en n¨²mero y actuaciones, de los cantantes solistas sobre los grupos. Si la d¨¦cada de los sesenta fue dorada para los conjuntos, amparados en las corrientes de la m¨²sica brit¨¢nica o del soul americano, los setenta la plantean una clara crisis, que repercute positivamente en la figura m¨¢s standard del cantante solista.Por otro lado, con mucha m¨¢s frecuencia los grupos tienen que cambiar equipos e invertir en material, y este es un apartado que ya se ha convertido en sustancial, puesto que las inversiones llegan a los dos y tres millones de pesetas. Tambi¨¦n el desplazamiento de m¨¢s personal y la floja clasificaci¨®n en listas de ¨¦xitos de los discos de conjuntos espa?oles ha repercutido claramente en este aut¨¦ntico renacimiento del cantante solista como captador de la atenci¨®n de los grandes p¨²blicos.
Si la industria discogr¨¢fica lleva moviendo capitales de miles de millones de pesetas cada a?o (ya m¨¢s de diez), este otro aspecto del negocio que es la actuaci¨®n personal no le va muy a la zaga. Los espa?oles siguen invirtiendo cientos y cientos de millones de pesetas en contemplar a sus artistas favoritos, y casi no se concibe una celebraci¨®n de cualquier tipo que no se vea prolongada con este tipo de actuaciones.
Correspondiendo con las provincias de mayor renta per c¨¢pita el calendario de los artistas espa?oles se centra, en el 50 por 100, en las Vascongadas y Catalu?a. Un extra?o contrapunto es Galicia, de la cual no se podr¨ªa pensar, de acuerdo con este paralelismo, que fuera consumidora de espect¨¢culos y diversiones a tal grado.
Tinglado en el aire
Todo este tinglado de cientos y cientos de millones de pesetas se encuentra este verano en el aire, porque las cifras son bastante alarmantes y la demanda ha disminuido hasta la mitad de lo que ser¨ªa normal en estas fechas. Como dec¨ªamos, la repercusi¨®n en el mundo de la m¨²sica ligera es de sustentaci¨®n de valores consagrados y eliminaci¨®n de la amplia lista de segundones que pueblan nuestras revistas, dando una sensaci¨®n de lujo y derroches que est¨¢ lej¨ªsimos de la realidad. El golpe es duro para todos los de esta industria. Pero los empresarios se recobrar¨¢n y quiz¨¢, por otro lado, el pueblo espa?ol podr¨¢ mirar al verano pr¨®ximo con un cierto optimismo.
Babelia
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