Las medallas de plata, ¨¦xito Iimitado del deporte espa?ol
En Munich, 1972, la RDA s¨®lo gan¨® tres medallas de oro en remo, por dos de la URSS. Aunque ya hab¨ªa dado el paso importante de ponerse a la cabeza mundial, todav¨ªa su superioridad no era tan clara como acabar¨ªa si¨¦ndolo unos a?os despu¨¦s. Primero en Campeonatos del Mundo y luego en Montreal, la RDA ha hecho con el remo otro deporte de atletas de laboratorio, de forma parecida a las nadadoras. Por si fuera poco, por primera vez en los Juegos Ol¨ªmpicos entr¨® el remo femenino en el programa. De seis pruebas, la RDA gan¨® cuatro y fue segunda en las otras dos. Sobran los comentarios.En esta ocasi¨®n la RDA no se dej¨® escapar el triunfo en el outriggers a ocho, la prueba reina del remo, que en Munich perdi¨® ante Nueva Zelanda, sorprendente vencedora, y los Estados Unidos. Para completar adem¨¢s su buena vista en dedicar sus esfuerzos a este deporte, en Montreal no s¨®lo se han iniciado las pruebas femeninas, sino que tambi¨¦n se ha a?adido otra masculina, el cu¨¢druple scull, es decir, cuatro remeros con dos remos cada uno. Normalmente, salvo el skiff, individual y el doble scull, en el que tambi¨¦n los dos integrantes llevan dos remos cada uno, en las dem¨¢s embarcaciones, dos, cuatro y ocho, sin o con timonel, cada remero lleva s¨®lo un remo, alternados. Con todo ello, ocho pruebas en el lado masculino, y seis en el femenino, el remo es un deporte muy apetecible, no cabe duda, como la lucha, para la suma total de medallas. Ya se sabe, entonces, de d¨®nde salen tantas.
Al hacer recuentos totales, ¨¦xito espa?ol parcial
Espa?a, precisamente, habiendo programado mejor que nunca dos deportes como la vela y el pirag¨¹ismo, consigui¨® dos medallas de plata con las que quiz¨¢ pocos contaban. Lejos quedaba ya aquella de bronce obtenida por el hockey sobre hierba en los Juegos de Roma, de 1960 o la del boxeador Cal en Munich. As¨ª, a primera vista, la sensaci¨®n que podr¨ªa dar es que parecemos mucho mejores deportivamente. Craso error. El trabajo bien hecho de dos Federaciones que lo han llevado simple y llanamente con ideas propias, sin contar con ninguna programaci¨®n general, no puede hacer olvidar, por ejemplo, el fracaso en deportes fundamentales -si hubiera planificaci¨®n a gran escala, adem¨¢s- como pueden ser el atletismo, la nataci¨®n y hasta la gimnasia.
?Por qu¨¦ se ha subido tanto en pirag¨¹ismo? la raz¨®n es bien clara. Se ha trabajado una ¨¦lite de much¨ªsima calidad, forjada, en su gran mayor¨ªa, digamos que por ciencia infusa, pues sus principios fueron totalmente al margen federativo. En el caso de los asturianos, sin ir m¨¢s lejos, Herminio Men¨¦ndez o Celorrio, nacidos para el pirag¨¹ismo porque en Cand¨¢s, su pueblo, t¨ªpicamente marinero, ir en piragua es m¨¢s f¨¢cil que jugar al bal¨®n. El gran acierto federativo, sin duda, fue sacarlos de los descensos de r¨ªo, que era lo ¨²nico de entidad que hac¨ªan en su entorno y prepararlos para los campos de regatas ol¨ªmpicas. Como hab¨ªa materia prima-para que en Belgrado consiguieran el oro y en Montreal la plata, s¨®lo influy¨® el sorteo de las calles de la final. En Yugoslavia tuvieron mejor suerte y el viento no les molest¨®. En Montreal, mientras los sovi¨¦ticos marchaban por una calle resguardada, ellos tuvieron que sostenerse, primero del viento, y despu¨¦s palear. Dos esfuerzos contra uno.
De cualquier forma, su nivel era -y es- ya equiparable a los grandes de la especialidad, pues el K-4, como el ?ocho? de remo, es la prueba reina de pirag¨¹ismo. Lo que ahora nos preguntamos es cu¨¢ndo se conseguir¨¢ atraer a todos los remeros de las traineras norte?as, del banco fijo, a los barcos ol¨ªmpicos d¨¦ banco m¨®vil. Es el paso que falta, naturalmente, para conseguir algo parecido. Lo triste, claro, es, que el dinero, una vez m¨¢s, parece un obst¨¢culo casi insuperable. Casi tanto como las propias estructuras de organizaci¨®n.
El mejor trabajo, en vela
El caso de la vela parece el m¨¢s interesante. En realidad, la medalla de plata de Gorostegui no puede sorprender a nadie, pues si en pirag¨¹ismo se hab¨ªa conseguido un t¨ªtulo mundial anterior, en vela se hab¨ªan conseguido m¨¢s. ?C¨®mo se ha llegado a ello? La raz¨®n aqu¨ª es triple. Tiene un nombre geogr¨¢fico, Palam¨®s, en la costa gerundense, una clase de barco, el optimist, y, naturalmente, nombres humanos, el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, Miguel Company y el cerebro de la Escuela de Vela de Palam¨®s, el belga Paul Maes. En esa Escuela de Vela y con esos m¨ªnimos barcos de iniciaci¨®n se llev¨® a cabo un trabajo de base magn¨ªfico, que ya ha dado sus frutos. Parec¨ªa absurdo que Espa?a, con tantos kil¨®metros de costa, y habiendo sido siempre un pueblo marinero, no destacara en la vela mundial. Una vez m¨¢s se deb¨ªa a un abandono total de la programaci¨®n y preparaci¨®n de base.
El optimist, primer veh¨ªculo de aprendizaje, era el trampol¨ªn para que los ya iniciados pudieran pasar con garant¨ªas a las clases 420 ¨® 470, las m¨¢s inmediatas, siendo precisamente en esta ¨²ltima donde Gorostegui y Millet han conseguido la medalla y, ant¨¦riormente, un t¨ªtulo mundial.
Por otro lado, no se puede olvidar, porque es de justicia, que si no hubieran sido ellos -y de no haberse retirado antes de los Juegos muy bien a estas horas, esa medalla podr¨ªan haberla logrado los mallorquines Tom¨¢s y Miguel Estela, que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªan superado a Gorostegui en casi todas las ocasiones. Tom¨¢s Estela hab¨ªa sido campe¨®n del mundo de optimist. El triunfo de la vela pues, no es un triunfo de la casualidad. Si algo hay de positivo y de ense?anza en la medalla conseguida para el resto del deporte espa?ol es que se trata del primer fruto de un trabajo bien hecho y que se deber¨ªa imitar. De no poder ser as¨ª, al menos, que se obre con la inteligencia del pirag¨¹ismo, caso parecido al judo, donde se sac¨® de lucha canaria un Ojeda, campeo de Europa de judo. La pena es que Ojeda ha terminado mal y esperamos que los pirag¨¹istas, por poner otro ejemplo, no vuelvan a tener en el futuro, problemas tan absurdos como el del invierno pasado cuando ten¨ªan que entrenar con las zapatillas rotas por un desbarajuste federativo.
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