Se retira el exprimer ministro Brian Faulkner
El ¨²ltimo primer ministro que tuvo el Ulster, Brian Faulkner, se retir¨® ayer de la pol¨ªtica activa porque considera que por ahora los pol¨ªticos no tienen nada que hacer en la provincia.
Hasta ayer, Faulkner era l¨ªder del Partido Unionista, organizaci¨®n protestante que ¨¦l fund¨® en 1974. En 1971, cuando Londres recuper¨® el control pol¨ªtico del territorio, Faulkner era jefe del Gobierno de Irlanda del Norte.Luego fue jefe del ejecutivo que trat¨® de agrupar a cat¨®licos y protestantes para iniciar un sistema de reparto de poder. Ese experimento fracas¨® a causa de las presiones ocasionadas por una huelga organizada por trabajadores del Ulster. Desde entonces, Londres se, ocupa directamente de todos los asuntos de la provincia.
La retirada de Brian Kaulkner, que ha participado activamente en la pol¨ªtica del Ulster durante veintisiete a?os, se considera como un reflejo de la situaci¨®n actual.
En efecto, se piensa que los pol¨ªticos tienen cada vez menos influencia en los acontecimientos, que est¨¢n dominados, como dice Faulkner, por la escalada de la violencia. Cada d¨ªa muere una persona en Irlanda del Norte. El nivel de violencia es ahora mayor que nunca. Faulkner afirma que su retirada tambi¨¦n es una protesta contra la pol¨ªtica del Gobierno de Londres, que al negarse a detener a los l¨ªderes de algunos movimientos extremistas ha permitido que aumente la tensi¨®n en el territorio.
Esa situaci¨®n de violencia es la que impide, seg¨²n el pol¨ªtico que se retir¨® ayer, que el pueblo del Ulster manifieste su deseo de volver a experimentar el autogobierno. Por otro lado, explica tambi¨¦n Faulkner, no parece que Londres est¨¦ dispuesto a devolverle al Ulster los poderes que le retir¨® en 1971, no s¨®lo porque la actual situaci¨®n del territorio no lo aconseja, sino sobre todo porque hasta que no se efect¨²e la devoluci¨®n parlamentaria no tratar¨¢ de. resolver los problemas pol¨ªticos de Irlanda del Norte.
La devoluci¨®n de poderes para aquellos dos territorios de Gran Breta?a se discutir¨¢ en el Parlamento en la pr¨®xima sesi¨®n, que comenzar¨¢ en oto?o. Para que los debates desemboquen en ley tendr¨¢n que pasar muchos meses. Faulkner aventura que entretanto el Ulster no figurar¨¢ en la agenda del Gobierno. Por tanto es ocioso dedicarse a la pol¨ªtica en Irlanda del Norte: el deterioro de la situaci¨®n ha hecho que se escondan los intereses pol¨ªticos de los irlandeses, ?m¨¢s preparados ahora, en definitiva, por volver con vida a su casa cada d¨ªa que por escuchar lo que digan hombres como yo?.
Una de las razones por las que Faulkner ha dejado la pol¨ªtica activa es la negativa del Gobierno de Londres a considerar la demanda del l¨ªder unionista, que ha pedido, insistenternente, en las ¨²ltimas semanas la reintroducci¨®n de la ley de Internamiento sin juicio previo.
Esa ley fue puesta en vigor en 197 1, cuando a¨²n era primer ministro del Ulster el propio Faulkner. Con ella en la mano, Faulkner puso en la c¨¢rcel a m¨¢s de mil cat¨®licos sospechosos de delitos terroristas. Progresivamente, el Gobierno ingl¨¦s ha ido dejando fuera de lugar esa normativa legal, aunque no ha llegado a abolirla. La ley de Internamiento se us¨®, sobre todo, contra el IRA. Al ser aplicada por un primer ministro unionista se encontr¨® con una violenta respuesta en el Ulster. Los ¨²ltimos actos de violencia ocurridos en el territorio han tenido como ra¨ªz, precisamente, la cuesti¨®n del internamiento sinjuicio previo. El IRA quiere que Londres anule formalmente esa ley. Para pedirlo, un grupo de simpatizantes del IRA se manifest¨® en Belfast a principios de este mes, en una demostraci¨®n de fuerza que culmin¨® en enfrentamientos de extrema gravedad. En esas circunstancias era muy dif¨ªcil que Londres atendiera a la demanda del l¨ªder unionista que, por lo visto, ya ha considerado perdida su batalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.