Fuenlabrada: querella criminal contra una constructora
Los vecinos de la urbanizaci¨®n Piqui¨®, en Fuenlabrada, han presentado querella criminal por estafa contra la constructora de sus viviendas, Pimaco. Por su parte, el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de Madrid ha dictado orden de busca y captura contra el propietario de la empresa, Anastasio Carri¨®n, desaparecido desde hace semanas.La urbanizaci¨®n Piqui¨® consta de varias fases, cada una en diferente etapa de construcci¨®n, lo que determina que unos vecinos est¨¦n en peor situaci¨®n que otros. La primera fase consta de 100 viviendas, en cinco bloques, terminados y entregados hace un par de a?os. Algunos de sus propietarios pagaron el piso ya en su totalidad. Otros, tienen pendientes a¨²n dos a?os en letras mensuales. En ambos casos, la constructora no quiso hacer la escritura, y no saben c¨®mo podr¨¢n hacerlo ahora. Los problemas empezaron ya cuando los terrenos destinados, seg¨²n los planos, a aparcamiento, fueron utilizados para ensanchar una calle municipal, que luego fue ocupada como terminal de los autobuses que ha cen el servicio a M¨®stoles y Madrid, y declarada como zona prohibida para los particulares.
La segunda fase comenz¨® sin haber terminado la urbanizaci¨®n de la primera. Un vecino habl¨® con el aparejador de las obras, y ¨¦ste le inform¨® que estaban esperando a cobrar algunas cantidades a los compradores de la segunda fase, para tener fondos con que terminar la primera. Parece que entonces comenzaban ya los problemas econ¨®micos de la constructora. De esta segunda fase hay terminados tres bloques, 84 viviendas, pero a los vecinos no se les entreg¨® la c¨¦dula de habitabilidad, por lo que no pueden contratar la energ¨ªa el¨¦ctrica, y se abastecen de luz de obras. Hay tambi¨¦n otros dos bloques a medio terminar, sin enseyado interior, ni puertas ni ventanas. Algunos vecinos han decidido poner puertas por su cuenta, para evitar el desmantelamiento del piso. Si no hay otra soluci¨®n, est¨¢n dispuestos a terminarlos ellos mismos. Los pisos deb¨ªan haber sido entregados en abril, y llevan pagadas cantidades que oscilan entre las 200 y las 400.000 pesetas.
La tercera fase consta hasta ahora de un s¨®lo bloque, del que s¨®lo estaban construidos los cimientos, aunque parece ser que los pisos ya ten¨ªan comprador.
Los afectados se enteraron de la mala situaci¨®n de la empresa cuando los obreros que trabajaban en los bloques se declararon en huelga, a fines de julio, por no haber cobrado sus salarios. D¨ªas despu¨¦s se dio por desconocido el paradero de Anastasio Carri¨®n, al resultar infructuosos los intentos para localizarle.
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