El "lied" rom¨¢ntico
?La m¨²sica s¨®lo tiene inter¨¦s para m¨ª desde 1803 hasta 1883?, me dec¨ªa un importante escritor espa?ol, autor de un t¨ªtulo schubertiano, y aportaba sus razones, no por personales poco convincentes.Ciertamente entre el nacimiento de la Heroica y la muerte de Ricardo Wagner, el arte musical conoce en Europa una eclosi¨®n formidable. La cantidad de partituras que han llegado con validez absoluta hasta nuestros d¨ªas, asombra. Todav¨ªa hay compositores nacidos a mediados del pasado siglo que est¨¢n siendo descubiertos por los p¨²blicos de hoy.
La mayor¨ªa de los aficionados del mundo se inclinan con preferencia hacia la m¨²sica sinf¨®nica, es decir, por toda aquella literatura musical que, para ser interpretada, requiere una gran orquesta. Por supuesto, tal preferencia se dirige a las composiciones de ese g¨¦nero (oberturas, poemas sinf¨®nicos, conciertos, sinfon¨ªas), escritas durante el per¨ªodo rom¨¢ntico.
En los ¨²ltimos treinta a?os hemos visto cambiar el gusto del p¨²blic¨® desde las sinfon¨ªas de Beethoven, a las de Brahms, hasta llegar a Mahler, descubrimiento de nuestros d¨ªas, en especial, entre la juventud.
Las composiciones para piano y sus grandes figuras desde Chopin hasta Faur¨¦, Debussy y ¨²ltimamente Scriabin, siguen en orden de preferencia en los gustos del p¨²blico enterado, inmediatamente detr¨¢s de las sinf¨®nicas. Otra clase de aficionados, los de la ¨®pera, m¨¢s raros debido a la an¨®mala situaci¨®n de este g¨¦nero en nuestro pa¨ªs, se sit¨²an un poco al margen de la gran historia musical y siguen fieles a la ¨®pera italiana, sin importarles demasiado lo producido en otros g¨¦neros y por otros autores. Mozart y Wagner ser¨ªan los polos extremos de sus predilecciones.
Reducci¨®n
Se reduce enormemente el n¨²mero de los que gustan de la llamada m¨²sica de c¨¢mara, Todos los grandes m¨²sicos han dejado ejemplos en estas formas instrumentales, obras que, por lo general, en otros campos. S¨®lo el creciente inter¨¦s de una parte de la afici¨®n hacia las m¨²sicas de los per¨ªodos renacentista y barroco, con ¨¦nfasis en Bach y Vivaldi, puede facilitar este acercamiento a la m¨²sica de c¨¢mara. La falta de preparaci¨®n musical del espa?ol, su desconocimiento de la Historia de la M¨²sica (por no haberle sido ense?ada) le han apartado casi por completo de la extensa parcela, honda y escueta, de la m¨²sica de c¨¢mara.
Algo parecido ocurre con el fen¨®meno de rechazo de la m¨²sica contempor¨¢nea por el gran p¨²blico, si bien aqu¨ª habr¨ªa que entrar en el examen de otras causas, lo cual dejamos para otra ocasi¨®n.
Todav¨ªa hay un rinc¨®n, el del lied, que permanece virgen para casi todos aquellos que se consideran aficionados e incluso enterados en materia musical. Dentro de las formas breves de la m¨²sica, el lied tiene enorme trascendencia, que ha permanecido vedada a nuestro p¨²blico. Ello obedece a nuestra falta de preparaci¨®n, pero tambi¨¦n a las dificultades para informarse. Aqu¨ª se hace m¨¢s flagrante la laguna cultural y la ausencia de discograf¨ªa de la que valerse.
El lied presenta problemas de delimitaci¨®n, pero podr¨ªamos definirlo como una creaci¨®n culta en la cual m¨²sica y poes¨ªa, puestas en ¨ªntimo contacto, alcanzan un grado m¨¢s o menos alto de expresividad determinada en muchos casos por la calidad del contenido po¨¦tico y la mayor o menor riqueza arm¨®nica y mel¨®dica del fondo musical.
Tambi¨¦n los grandes maestros de la m¨²sica se empe?aron en la creaci¨®n de lieder. Desde Beethoven hasta Anton Webern muchos compositores han realizado piezas perfectas en este g¨¦nero. Por haberse servido en algunos casos de canciones de ra¨ªz popular, el lied ha desorientado a muchos amantes de la m¨²sica culta.
Plenitud
Sin embargo, en este g¨¦nero, que alcanz¨® su plenitud en el mundo germ¨¢nico, vertieron inquietudes y confidencias los mejores autores de m¨²sica sinf¨®nica, de piano, de c¨¢mara e incluso de ¨®pera. Todas estas consideraciones me las sugiere la reciente lectura de un libro sobre el lied y sus cultivadores. En ¨¦l, se examinan y clarifican infinidad de cuestiones relativas al mismo y a su complejo entorno. Y este libro, verdadero tratado en profundidad, no nos viene de fuera como otras veces. Ha sido escrito por un ilustre cr¨ªtico y music¨®grafo espa?ol: Federico Sope?a. Bajo el t¨ªtulo El lied rom¨¢ntico Sope?a nos ofrece, sin duda, el estudio m¨¢s completo que se ha escrito en Espa?a sobre el tema. Cap¨ªtulos de introducci¨®n al mundo del lied en Beethoven, Schubert, Schumann y Brahms. Relaciones del lied con cierta m¨²sica instrumental del propio Schubert y de Mendelssohn. Cap¨ªtulos de acercamiento al lied en Francia y en Espa?a. Un estudio exhaustivo de los ciclos m¨¢s significativos de los cuatro maestros de lied alem¨¢n citados anteriormente.
Sope?a realiza un trabajo valioso, l¨²cido, tanto por su aportaci¨®n a lo estrictamente musical del tema, como en sus conexiones con el lirismo, tan rico y variado, de la poes¨ªa alemana durante el romanticismo.
Por si fuera poco, el libro se completa con unos ap¨¦ndices que contienen todos los textos originales de los lieder estudiados, traducidos fiel y exactamente.
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