Un nacionalista catal¨¢n
El centenario del nacimiento de Francesc Camb¨® ha sido, extremadamente conmemorado por la prensa catalana. Camb¨® fue un gran nacionalista catal¨¢n, un l¨ªder de la derecha catalana y un mecenas de su lengua y de su cultura.En un discurso pronunciado en las Cortes Espa?olas el 7 de junio de 1916, Camb¨® dec¨ªa: ?Hay en Espa?a un problema nacionalista en Catalunya, como lo hay en Vasconia y lo habr¨ªa en Castilla si por andanzas de la historia la capital de Espa?a, en vez de ser Madrid hubiese sido Lisboa, y los portugueses hubieren aprovechado el hecho de la capitalidad para sentirse asimilistas y querer imponerse al pueblo castellano; .existir¨ªa entonces un problema nacionalista castellano ?.
M¨¢s adelante continuaba- ?La nacionalidad, se?ores diputados, es un hecho ante el cual no caben m¨¢s que dos caminos, o aceptarlo con todas sus consecuencias o intentar destruirlo. Han fracasado cuantos lo han intentado?.
Continuaba diciendo-?...llevamos se?ores diputados, en Espa?a, siglos de unidad y no ha desaparecido, ?qu¨¦, hab¨ªa de desaparecer! el sentimiento necionalista de Catalunya. Hoy es una realidad, una realidad viva?
A?os m¨¢s tarde, despu¨¦s de los. hechos del 6 de octubre, cuando las Cortes Espa?olas pretend¨ªan, acabar con el Estatuto de Autonom¨ªa, pronuncia un discurso el d¨ªa 13 de diciembre de 1934 en el que dirigi¨¦ndose a los diputados les dec¨ªa: ?Nosotros diremos al nacionalista catal¨¢n pueblo de Catalunya que tenga fe sin l¨ªmites, que su victoria es segura, Que ¨¦l reconocimiento de su derecho auton¨®mico vendr¨¢ otra vez. Porque no os hag¨¢is ilusiones, pasar¨¢ este parlamento, desaparecer¨¢n todos los partidos que est¨¢n aqu¨ª presentes, caer¨¢n reg¨ªmenes y el hecho vivo de Catalunya subsistir¨¢?.
Lo que dec¨ªa Camb¨® en aquellos a?os coincid¨ªa con lo que reclama, serena, pero en¨¦rgicamente la inmensa mayor¨ªa de la oposici¨®n catalana. Tambi¨¦n en el a?o 1938, en plena pasi¨®n de la guerra civil, el general Franco por un decreto-ley aboli¨® el Estatuto de Catalunya. Al -entrar las tropas nacionales en Catalunya el a?o 1939, se persigui¨® de manera cruel y sistem¨¢tica su lengua, su cultura, ?su derecho; y se organiz¨® una represi¨®n terrible contra los l¨ªderes y militantes de la pol¨ªtica nacionalista catalana. Como dijo Camb¨®, el a?o 1934 toda esta represi¨®n no ha servido para nada, para los fines que ten¨ªa previstos. Hoy el problema catal¨¢n tiene el consenso no solamente de la casi unanimidad de los nacidos en Catalunya, sino que tambi¨¦n tiene el consenso y el apoyo de los catalanes procedentes de los diferentes pueblos de Espa?a que por necesidades econ¨®micas hoy viven en todos los pueblos y cludades de Catalunya.
El error es que desde Madrid no se quiera comprender la realidad catalana; nosotros, la mayor¨ªa, no somos separatistas. Queremos una nueva estructuraci¨®n del Estado espa?ol, donde se reconozca y respete la nacionalidad catalana y la de los otros, pueblos que lo deseen y para ello pedimos. que en el momento del cambio democr¨¢tico se restablezca un r¨¦gimen- basado en el Estatuto de 1932.
Camb¨® fue tambi¨¦n el l¨ªder indiscutible de la derecha catalana. Supo organizar un partido moderno manteniendo su posici¨®n nacionalista, fervoroso dem¨®crata y liberal, es decir lo que hoy en el lenguaje pol¨ªtico de nuestro pa¨ªs se llama una derecha civilizada. Para los que milit¨¢bamos en la izquierda, dentro del ¨¢mbito de la pol¨ªtica catalana, combat¨ªamos a la Lliga por ser la representaci¨®n de la derecha burguesa y d¨¦ los altos intereses del capitalismo catal¨¢n. Pero la Lliga vista desde Madrid, en las propias Cortes, se le claxificaba como un partido de centro.
Camb¨® y la Lliga, como las izquierdas, cometimos errores. No es el momento de juzgarlos. Lo que s¨ª estoy seguro es que si hoy Camb¨® existi¨¦ra, tal y como hacen sus seguidores de la Lliga liberal catalana, se hubiera adherido p¨²blicamente a la convocatoria de la Diada nacional catalana
Al dar a conocer esa imagen de Camb¨®, es el mejor homenaje que puede hacerle en ocasi¨®n del centenario de su nacimiento, quien como yo siempre fue su adversario pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.