Humphrey Bogart, reivindicaci¨®n de un mito

Humphrey Bogart es, probablemente, uno de los mitos cinematogr¨¢ficos m¨¢s rotundos y evidentes. El y Marilyn Monroe hace tiempo que traspasaron la sutil barrera que distingue los recuerdos m¨¢s o menos gloriosos de los mitos pop. J¨®venes y maduros de todo el mundo hablan de Bogie con la naturalidad que promueve lo cotidiano.En la pr¨®xima temporada cinematogr¨¢fica una distribuidora espa?ola tiene previsto el lanzamiento de un cilo, Bogart que reforzar¨¢ a¨²n m¨¢s su car¨¢cter m¨ªtico.

?Se mostraba resentido con los miembros de su profesi¨®n que no tomaban el trabajo en serio y con los productores y directores para quienes la palabra actor era un ep¨ªteto -declar¨® su mujer Lauren Bacall-. Tuvo que luchar por todos y cada uno de los buenos papeles que interpret¨®, pero jam¨¢s se sinti¨® desanimado?.

Desde que en 1919 se incorpor¨®, en calidad de meritorio, a la Brady Pictures Enterprises hasta que interpetr¨® el papel de? ganster Duke Mantee, en El bosque petrificado, de Archie Mayo, en 1936 -su, primer papel importante- Bogart deambul¨® por numerosos teatros y estudios cinematogr¨¢ficos desempe?ando papeles de figurante y chico con chistera y sonrisa encantadora. Su inclusi¨®n en el reparto de la pel¨ªcula de Mayo se debi¨® a Leslie Howard, con quien hab¨ªa representado teatralmente la h¨ªstoria de Rober Serwood. Pocos a?os m¨¢s tarde, Bogart entrar¨ªapor derecho propio en los primeros puestos de los ?malvados? de Hollywood, Edward G. Robinson, Georges Raft y James Cagney. Eran los a?os en los que el cine "negro? comenzaba a demostrar su pujanza y val¨ªa._

El ¨²ltimo refugio, de Raoul, Walsh y, sobre todo, El halc¨®n malt¨¦s, de John Huston, basada en la novela de Dashiell Hammet de igual t¨ªtulo, realizadas en 1941, suponen la consagraci¨®n definitiva de Bogart a la que se sumar¨¢ la de John Huston y Hammet, tres nombres claves en el cine ?negro? y, coherentemente, en La caza de brujas del senador MacCarthy.

La moderna inquisici¨®n

?No representamos ning¨²n agrupamiento pol¨ªtico o partido -declar¨® B¨®gart a la prensa cuando encabezaba, en compa?¨ªa de Huston, Gene Kelly y Sterling Hayden, una marcha sobre Washington para protestar contra el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas del mencionado senador-. Protestamos por la naturaleza y el tipo de actividades del Comit¨¦ porque defendemos el derecho de cada individuo a no ser molestado por ning¨²n tipo de inquisici¨®n pol¨ªtica y porque cada tentativa de poner una censura a la libertad de expresi¨®n del cine, ofende. Somos americanos que creemos en el Gobierno democr¨¢tico constitucional?. Cuatro a?os antes -en 1943- interpetr¨® Casablanca, de Michael Curtiz y en 1945 protagoniz¨® Tener y no tener, de Howard Hawks con gui¨®n de Jules Furthman y William Faulkner, basada en la novela de Henry Hemingway. La industria cinematogr¨¢fica norteamericana alcanzaba uno de sus momentos m¨¢s brillantes; para ello basta repasar los nombres mencionados. El cine ?negro? rompe los moldes cl¨¢sicos de las narraciones en las que ?el bien? y ?el mal? estaban excesivamente delimitados.

La segunda guerra mundial ha dejado un poso colectivo de mala conciencia. Los cineastas con mayor esp¨ªritu cr¨ªtico vuelcan su malestar en obras en las que el mal ,y el bien se interrelacionan. Los h¨¦roes se han convertido en antih¨¦roes y Bogart es su sublimaci¨®n. Violencia, amargura, estepticismo y todo ello inmerso en un halo rom¨¢ntico que busca un amor con el que convertirse en sempiterno perdedor. En.1946 rueda El sue?o eterno, bajo la direcci¨®n de Hawks. Raymond Chandler, otro cl¨¢sico de la novela ?negra?, reemplaza a Heminway o Hammet: la autocr¨ªtica contin¨²a. Philip Marlowe sustituye a Sam Spade.

En 1948, un a?o despu¨¦s de la marcha sobre Washington, Huston vuelve a dirigir a Bogart en Cayo largo Los magnates de la industria de Hollywood recogen las velas autocr¨ªticas y se apuntan al talante inquisitorial. Jack Warner llama al ?Orden? a su figura y Bogie comienza a interpretar pel¨ªculas en las que la iron¨ªa sustituye al escepticismo e incluso, en algunas ocasiones, surge la caricatura.

El 14 de enero de 1957 fallec¨ªa Humprey Bogart a consecuencia de un tumor en el es¨®fago. Huston, su director en varias ocasiones y su gran amigo coment¨® en su funeral: ?Bogie era feliz en el amor y en el trabajo. De entrada ten¨ªa el mayor don que puede poseer un hombre: el talento ?.