El color de la fantas¨ªa

A los cuatro a?os de su presentaci¨®n en el Festival de Cannes -con escas¨ªsimo ¨¦xito- nos llega esta pel¨ªcula, construida sobre el atractivo art¨ªstico y comercial de Orson Welles, de cara al gran p¨²blico, y con las obras del escritor fant¨¢stico, Jean Ray, como fondo literario. Harry Kurnel es uno de los pocos directores cinematogr¨¢ficos belgas conocidos en nuestro pa¨ªs, por medio de su obra -recientemente estrenada-, Labios rojos, muy emp¨¢rentada, tem¨¢ticamente con Malpertuis. Estamos ante una producci¨®n ambiciosa y cara, muy por encima de la capacidad presupuestaria del pa¨ªs de origen, en la que se intentan reunir las bases para el ¨¦xito art¨ªstico sin desde?ar una clar¨ªsima intenci¨®n comercial.

Artesano consciente

El resultado es m¨¢s bien mediocre, no exento de alg¨²n atractivo aislado, pero sin la garra y el mordiente que caracterizan al g¨¦nero fant¨¢stico. Kumel es un artesano, consciente y cuida mucho -quiz¨¢, en exceso- los aspectos formales de sus obras, sobre todo el color, siempre muy matizado, con un claro predominio del rojo, obsesivamente presente en los dos filmes estrenados hasta ahora. Sus ambiciones son leg¨ªtimas, pero hay demasiadas pretensiones no cumplidas en esta realizaci¨®n desigual e insegura que roza la qualit¨¦ en m¨¢s de un momento.Lo mejor de lo fant¨¢stico es su realidad, seg¨²n afirmaba Andr¨¦ Br¨¦ton, que de esto sab¨ªa un poco; Kurnel se empe?a en ofrecer unos ambientes minuciosamente elaborados, sin llegarjam¨¢s a esa rotundidad expresiva pr¨®xima al escalofr¨ªo, que distingue a las obras aut¨¦nticas de las imitaciones aplicadas. Entre la rica tradici¨®n hist¨®rica del g¨¦nero destacan t¨ªtulos como La bella y la bestia, Orfeo, El retrato de Jennie, Peter Ibbetson..., sin mencionar las obras de los autores n¨®rdicos -Sj?strom a la cabeza- o las pel¨ªculas cumbres de la ¨¦poca expresionista germ¨¢nica.

Malpertuis est¨¢ dominada por la presencia agobiante de Orson Welles como int¨¦rprete, pero su falta de convicci¨®n ante la historia que le proponen se traduce en un desequilibrio peligroso respecto al resto del equipo de actores. Para los amantes de Jean Ray -del que se encuentran bastantes novelas traducidas en Espa?a en ediciones populares-, la pel¨ªcula se puede recomendar sin restricciones, mientras los aficionados en general deber¨¢n pensarlo m¨¢s detenidamente antes de acudir.