Margaret Thatcher pide la dimisi¨®n inmediata del Gabinete Callaghan

Con el canto del himno nacional brit¨¢nico, los conservadores dieron por terminada ayer su asamblea anual y se dispusieron a iniciar la ?cruzada antimarxista? a la que los ha comprometido su l¨ªder, Margaret Thatcher, quien pidi¨® la dimisi¨®n inmediata del Gabinete laborista.

La primera mujer que dirige un partido pol¨ªtico en Gran Breta?a dijo ayer en su discurso de clausura de la asamblea de Brighton que el programa del Partido Laborista (en el poder en el Reino Unido) es m¨¢s extremista que el de los partidos comunistas del occidente europeo. Y como lo que es malo para Gran Breta?a no puede ser bueno para los conservadores, se?al¨® la se?ora Thatcher, es tiempo de iniciar una ?cruzada? para acabar con la amenaza marxista que pesa sobre este pa¨ªs.La l¨ªder conservadora dijo que los marxistas de Callaghan hab¨ªan hecho de una naci¨®n poderosa un pa¨ªs pedig¨¹e?o. La alternativa, afirm¨®, es la que ella propone y la que Edward Heath, su antecesor, quiso llevar a cabo. De Heath, que fue su oponente principal en las elecciones para el liderazgo del partido, dijo que era un hombre que, como primer ministro, jam¨¢s vendi¨® la verdad para salvar su alma.

El ?renacimiento de Gran Breta?a? se producir¨¢, seg¨²n la se?ora Thatcher, cuando el marxismo abandone el Gobierno, cuando el pueblo deje de ser presionado por el Estado, cuando se rebajen los impuestos, se respete de nuevo la libre empresa y se deje de pensar en que la palabra ?beneficios? es un t¨¦rmino maldito.

El discurso de la se?ora Thatcher fue un discurso optimista, porque la l¨ªder conservadora cree que con las derrotas de Palme en Suecia y la disminuci¨®n de los votos de Schmidt en Alemania, el socialismo est¨¢ a punto de ser barrido del mapa de Europa. Adem¨¢s, Margaret Thatcher cree que la crisis econ¨®mica por la que atraviesa Gran Breta?a puede ser el pasaporte de la actual Administraci¨®n, a la que ella, como decimos, le atribuye un car¨¢cter marxista. ?A nosotros nos queda poco tiempo en la oposici¨®n?, afirm¨® la l¨ªder ?tory?.

A pesar de que los conservadores basan el ¨¦xito de su pol¨ªtica futura en un acuerdo con los sindicatos, la se?ora Thatcher critic¨® duramente ayer a los Trade Unions, a los que advirti¨® que su partido no aceptar¨¢ lo que ahora pasa: Los sindicatos -dijo- no est¨¢n ah¨ª para decirle al Gobierno lo que tiene que hacer. Para eso ha sido elegido el Parlamento, y si los sindicalistas quieren tener el privilegio del que ahora disfrutan deber¨ªan presentarse a las elecciones generales.

En diversas partes de su discurso, la se?ora Thatcher calific¨® de ?patri¨®tico? y de ?verdaderamente nacional? al Partido Conservador. Sus referencias al ?car¨¢cter nacional?, a las ?tradiciones brit¨¢nicas? y al ?renacimiento de la naci¨®n? le dieron a la convocatoria de esta ?cruzada antimarxista? un tono ciertamente apocal¨ªptico.

Dimisi¨®n de un jefe laborista

Entretanto, el vicepresidente del Partido Laborista y diputado, Edward Short, dimiti¨® ayer de todos sus cargos pol¨ªticos, para hacerse cargo de la presidencia de una compa?¨ªa estatal.Edward Short fue lord presidente del Consejo y l¨ªder de la C¨¢mara de los Comunes hasta que el primer ministro James Callaghan lo relev¨® de estos puestos, otorg¨¢ndoselos al representante de la izquierda laborista, Michael Foot.

La dimisi¨®n de Edward Short -perteneciente al ala moderada del laborismo- reduce los efectivos del Gobierno en la C¨¢mara de los Comunes, donde ahora ha quedado en minor¨ªa.