El aparato propagand¨ªstico, a su favor

La reciente formaci¨®n del partido Alianza Popular viene a poner m¨¢s dudas en la credibilidad de esa democracia a la que se pretende llegar, partiendo de las instituciones del franquismo.He aqu¨ª un partido formado por personalidades netamente franquistas, al amparo de una legislaci¨®n netamente franquista, que est¨¢ controlada por unas Cortes y un Consejo Nacional netamente franquistas. Un partido tiene a su favor todo el aparato propagand¨ªstico del franquismo, como lo demuestra la prisa que tuvo la Televisi¨®n Espa?ola (esa esencia del bunker) para dedicar un espacio a la lectura ¨ªntegra del texto program¨¢tico del mencionado partido, algo que no ha merecido ninguno de los partidos o asociaciones pol¨ªticas legalizadas hasta ahora. ?No es eso una clara manipulaci¨®n desde ahora de las eventuales elecciones del pr¨®ximo a?o? ?C¨®mo se puede permitir que un partido tenga a su disposici¨®n todos los resortes del poder, que, con su influencia en las Cortes, puede reducir la reforma pol¨ªtica a unos l¨ªmites claramente favorables a sus ideas, mientras los dem¨¢s partidos est¨¢n completamente al margen de esas influencias, y, pese a su legalizaci¨®n, viven poco menos que en la clandestinidad o, como mucho, dentro de la tolerancia del sistema? Que los de tendencia franquista se unan con los de sus propios ideales es normal y l¨®gico. Pero hacerlo al amparo de un sistema que sigue siendo franquista en sus instituciones, demuestra un oportunismo que no tiene de democr¨¢tico ni si quiera las apariencias.