Temple y mando en el Getafe
El Barcelona Atl¨¦tico, un gran equipo, perdi¨® el domingo en Las Margaritas. Pr¨¢cticamente se autoderrot¨®, porque fueron azulgranas los jugadores que en ¨²ltima instancia tocaron el bal¨®n antes. de, seguir ¨¦ste su camino hacia el gol, pero te¨®ricamente perdi¨® por los m¨¦ritos de su contrario que le acorral¨®,- super¨® e hizo un f¨²tb¨®l que los catalanes pocas veces lograron frenar.Con la lluvia, aparentemente, el Getafe jug¨® a gusto. El Barcelona Atl¨¦tico, tambi¨¦n, pero hasta que pudo. En, los primeros compases del partido se vio que los dos equipos daban la cara y que al final ganar¨ªa el mejor. El Getafe no las ten¨ªa todas consigo. Los contraataques azulgranas eran peligrosos, r¨¢pidos y segu¨ªan la l¨ªnea m¨¢s corta. El gol visitante se ve¨ªa llegar. Hasta entonces Cervantes lo hab¨ªa evitado en los disparos de Botella y Rebollo. El equipo local acept¨® el tuteo y se lanz¨® al ataque con sentido, velocidad y aperturas a las alas.
Poco a poco se impuso el juego de los de Segura, superior en virtudes al de su rival. Era una m¨¢quina perfecta, moderna y eficaz. La l¨ªnea medular destruy¨® y, cre¨®. Abasteci¨®n de balones a los puntas y agobi¨® a la defensa del Barcelona.
Con una diferencia apreciable en el marcador se esperaba en la segunda parte un planteamiento de ataque m¨¢s descarado por parte .de Laureano Ruiz. As¨ª fue en, efecto y oblig¨® al Getafe a retrasar algo sus l¨ªneas. Pero los madrile?os no se conformaron con defender su ventaja. Desde atr¨¢s jugaron la pelota a los espacios libres doblaron el medio campo catal¨¢n y nuevamente. se hicieron con el partido. Fue entonces cuando hilvanaron un f¨²tbol perfecto. Remate y dominio del bal¨®n fueron su norte y el Barcelona Atl¨¦tico arri¨® su bandera.
S¨¢lazar hab¨ªa ocupado una posici¨®n m¨®vil, para dejara Romero en la boca del gol. La consigna era aumentar la diferencia y Castell pas¨® por, momentos de gran agobio. En el espacio de tres minutos tuvo que salir apuradamente a los pies de Chiqui vio c¨®mo en un rebote el bal¨®n dio en el poste empujado en ¨²ltima instancia por Romero y contempl¨® ¨¦l seco y dur¨ªsimo disparo de N¨¢rriz que sali¨® fuera a escasos cent¨ªmetros de su meta.
Fueron momentos de gran f¨²tbol que continuaron hasta el final. El Getafe supo aguantar el ritmo los noventa minutos y por tanto su peligrosidad. Romero agrad¨® favorablemente por su intuici¨®n, rapidez y b¨²squeda incansable del gol. Esto permiti¨® adem¨¢s la penetraci¨®n de sus compa?eros por los huecos que abr¨ªa en la defensa. Gonz¨¢lez, en los cinco minutos que actu¨®, logr¨® que la m¨¢quina siguiera en funcionamiento hasta el final.
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