Sobre el art¨ªculo de Emilio Romero

Con verdadero asombro ha le¨ªdo la carta abierta al se?or Areilza firmada por don Emilio Romero. Me ha parecido entender que el se?or Romero atribuye a don Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles un enorme y rotundo fracaso de consecuencias nacionales. Fracaso que, indudablemente, habr¨ªa que hacer extensivo a Canalejas, Maura, Giner de los R¨ªos, Besteiro y tantos otros. Creo que interpreto bien el pensamiento del se?or Romero.Pero no, yo no me atrevo a creer que fueron totalmente fracasos. Fueron m¨¢s bien, intentos nobles y muy inteligentes a los que habr¨¢ que volver la mirada si alg¨²n d¨ªa queremos construir y no destruir.

Para un observador objetivo el gran fracaso parece ser m¨¢s bien el hecho que, despu¨¦s de una cruel guerra civil, una penos¨ªsima post-guerra, un cerco econ¨®mico internacional, diez a?os de vino y rosas (l¨¦ase turismo, trabajadores espa?oles en el extranjero y letras de cambio), tengamos necesidad de cambiarlo todo sin pausa ni aliento ante el sombr¨ªo saldo econ¨®mico y pol¨ªtico que la naci¨®n presenta.

Una obra realizada que no se tiene de pie es, para m¨ª, un fracaso. Un intento inteligente de mejorar las cosas puede que tambi¨¦n sea un fracaso, pero compartido con los dem¨¢s, que tambi¨¦n se equivocan.

No conozco al se?or Gil Robles ni comparto su filosof¨ªa pol¨ªtica, pero me descubro ante su figura p¨²blica.