El ciclismo, un lujo para la econom¨ªa de las empresas
Diecis¨¦is ciclistas profesionales buscan equipo. Desde hace tres a?os, al finalizar la temporada e invariablemente, una marca comercial desmantela el presupuesto destinado a mantener una publicidad ambulante por las carreteras. El corredor incita al consumo, pero no vende el producto directamente. Su porvenir en la empresa que le contrata depende siempre de las dos coordenadas fundamentales sobre las que se mueve la econom¨ªa: oferta y demanda. Cuando ¨¦sta se desequilibra negativamente lo normal es que el deportista tenga que apearse de la bicicleta.
La historia de equipos de ciclismo profesional que desaparecen es vetusta. Desde hace tres a?os, al finalizar la temporada deportiva, las marcas comerciales que los patrocinan se encargan de escribirla. En 1974 dej¨® de figurar en las carreras el equipo de La Casera, en 1975, el de Monteverde. en septiembre de este a?o, el Super Ser anunciaba que veinte corredores tendr¨ªan que buscar una nueva, marca para montar en bicicleta. El Novostil-Transmallorca. desde hace un mes, se llama Novostil, a secas.En Espa?a figuraban la ¨²ltima temporada cuatro equipos de ciclistas profesionales que englobaban las n¨®minas de 73 corredores. La desaparici¨®n del Super Ser supuso una oferta inesperada de veinte. En un mes y medio, la mayor parte de ellos ha logrado colocarse en otra empresa que mantiene una publicidad sobre ruedas: otros siguen sin encontrar una camiseta que lucir por las carreteras al sill¨®n de una bicicleta.
Luis Oca?a y los suyos
Al margen de lo que pudieron repercutir los fracasos deportivos para la disoluci¨®n del equipo en que Oca?a figuraba como l¨ªder, la realidad contabiliza un total de diez corredores sin marca que les acoja: Uribezub¨ªa, Peelman, Rossiers, Tamames, Casas, Valencia, Del Alamo, Cast¨¢n, Santiago Garc¨ªa y Greciano, aunque estos tres ¨²ltimos, podr¨ªan seguir compitiendo en aficionados. Otros nueve ciclistas del cuadro pamplonica han encontrado trabajo: Luis Oca?a, en el Frisol; Viejo, Torres, Balagu¨¦ y Elorriaga, en el Teka; Manzaneque, en el Kanel; Su¨¢rez, en el Novostil; Fuchs, en el Sans¨®n y Berland, en el Gitane. Uno, Lazcano, tendr¨¢ probablemente que retirarse por un gaje t¨ªpico del oficio: una ca¨ªda en la Vuelta a Holanda le ha destrozado una pierna.En el Novostil s¨®lo hay un caso de desempleo, el de Manzanillo, que ?no desespera? de conseguir trabajo. En el Teka son cinco los ciclistas a los que no se ha renovado contrato: Jim¨¦nez Luj¨¢n; L¨®pez Carril, Alejandro Men¨¦ndez, Urquiza y Del Olmo. En el Kas, el m¨¢s estable de los equipos espa?oles, a¨²n no se ha registrado ninguna baja, aunque s¨ª parece que la indecisi¨®n sobre el futuro de algunos corredores domina el ambiente de los gualdlazules.
Publicidad y venta del producto
Los equipos profesionales de ciclismo dependen del n¨²mero de ventas que la publicidad de sus camisetas propicia en el mercado. Cuando la direcci¨®n de la empresa considera que en los almacenes hay un stock infrecuente del producto, los ?reyes de la ruta?, portaestandartes de unos colores, unas siglas o un nombre pueden comenzar a temblar. Su futuro con la marca es incierto.En el caso del equipo en el que corr¨ªa Luis Ocafia, la direcci¨®n de la empresa encarg¨® a luna agencia especializada que hiciera un estudio sobre la incidencia de los maillots de los ciclistas en la venta del producto. Los resultados fueron negativos. La historia posterior es de sobra conocida. El corredor de Priego anunciar¨¢ el pr¨®ximo a?o por las carreteras europeas la marca de un aceite holand¨¦s.
Un porvenir en tinieblas
El futuro que se le presenta al corredor que se queda sin equipo es desalentador. En el deporte profesional hay especialidades que arrojan. respetables tantos por ciento de practicantes que han logrado una licenciatura o se han preparado para desenvolverse cuando dejan la pr¨¢ctica de esa disciplina en una ocupaci¨®n cualificada. El ejemplo del balonmano y baloncesto es t¨ªpica. En otras modalidades, el abogado, m¨¦dico, economista, t¨¦cnico en electricidad o mec¨¢nico son las figuras que poco a poco comienzan a florecer. Es el caso del f¨²tbol.En ciclismo, como en boxeo, por una serie de circunstancias de tipo vivencial o por la propia idiosincrasia del deporte ejercido de manera profesional, el porcentaje de practicantes que tienen ?oficio y beneficio? cuando dejan el sill¨ªn o los guantes de crin es m¨ªnimo. Y aquellos que pueden albergar las esperanzas de conseguir un trabajo saben que lo tendr¨¢n que desarrollar ?a mano?. En el ciclismo dominan las profesiones de labor manual. El caso t¨ªpico es el del alba?il que un d¨ªa cogi¨® la bicicleta y acabado su periplo por las carreteras ha de volver a la obra. Fuente est¨¢ en la mente de todos.
Porque pocos son los que consiguen sumas importantes de dinero con la pr¨¢ctica profesional del deporte. Un deporte selectivo, duro, y que agota definitivamente las energ¨ªas del cuerpo humano cuando el corredor ha sobrepasado la treintena de a?os.
Por diez meses y sin Seguridad Social
Los contratos que los ciclistas firman con las casas comerciales tienen, normalmente, un per¨ªodo de validez que abarca diez meses, de enero a ¨²ltimos de octubre. La ficha se suele pagar en otras tantas mensualidades y los premios se reparten entre aquellos diez corredores que han tomado la salida en la Vuelta, el Giro, el Tour, una ?cl¨¢sica? o cualquier otro tipo de competici¨®n por equipos.El ciclista est¨¢ amparado por la Mutualidad General Deportiva ante cualquier problema f¨ªsico que se le presente. Pero como en el caso de los futbolistas, el corredor no goza de lo que parece ser un ?privilegio? entre los deportistas profesionales: la afiliaci¨®n a la Seguridad Social. El, como los ?fen¨®menos? del f¨²tbol, no merece la consideraci¨®n de trabajadora los ojos de las empresas que le han contratado. Al parecer, las marcas comerciales ven a estos deportistas como titireteros.
El corredor, de esta manera, se juega desde el momento en que se encarama en el cuadro de una bicicleta dos futuros: el deportivo y el personal. Una lesi¨®n sufrida sobre el sill¨ªn que le impida el ejercicio de su vieja profesi¨®n de alba?il, por ejemplo, no ser¨¢ nunca recompensada. Cuando se produce el fallecimiento del corredor en pleno trabajo, la viuda y los hijos depender¨¢n -l¨¦ase el caso de Santisteban- de la buena voluntad del equipo en que militaba.
No existe, sin embargo, derecho de retenci¨®n en las cl¨¢usulas que los ciclistas y casas comerciales firman. Finalizado el per¨ªodo de trabajo a las ¨®rdenes de la empresa, el corredor -normalmente- puede moverse con libertad por el mundo de la demanda que construyen otros equipos. Pero el profesional de la bicicleta se encuentra con harta infrecuencia con la triste realidad de que es dif¨ªcil, muy dif¨ªcil, defender nuevos colores la pr¨®xima temporada.
De la DND a las multinacionales
El futuro deportivo del corredor depende fundamentalmente del equipo econ¨®mico de la empresa para la que trabaja. Cuando la publicidad que hace -en la mayor parte de las ocasiones publicidad indirecta- significa un mayor n¨²mero de ventas, puede reposar tranquilo. Pero salvo raras excepciones, las marcas de cerveza, de embutidos, de frigor¨ªficos o de muebles no aguantan los presupuestos que un equipo profesional de ciclismo exigen.Se da la coincidencia que las marcas que mantienen un equipo de esta clase tienen en sus cuadros directivos un enamorado de este deporte que se bate como gato panza arriba con los argumentos econ¨®micos en contra que le exponen sus compa?eros de direcci¨®n. Mientras los ¨¦xitos deportivos le ofrecen un resquicio para la lucha, sigue adelante. Cuando los triunfos no aupan a sus corredores en el podio del vencedor, se cierra la espita.
Se han propuesto soluciones para que los ciclistas que se quedan sin equipo puedan subsistir en el sill¨ªn de una bicicleta. Una de ellas, que la Delegaci¨®n Nacional de Deportes cree un ?equipo-asilo? para los que se encuentren en estas condiciones. No parece viable por la incidencia que los presupuestos para la manutenci¨®n de ese cuadro de corredores tendr¨ªa en los asignados para el deporte puro, el amateur.
La soluci¨®n ideal la podr¨ªan ofrecer las empresas multinacionales. Sus ramificaciones por todo, el mundo, la venta de sus productos en varios continentes -o al menos, pa¨ªses- favorecer¨ªa la estabilidad de una profesi¨®n que hasta ahora ha estado regida por las dos coordenadas t¨ªpicas de la econom¨ªa: oferta y demanda de bienes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.