Un texto antol¨®gico: "?M¨¢s deporte del bueno!"

Han comenzado entre nosotros casi simult¨¢neamente, la temporada teatral y futbol¨ªstica. Buena ocasi¨®n para recordar un texto de 1926, de Bertolt Brecht, por lo visto no tan ?superado?:?Nuestras esperanzas se basan en el p¨²blico deportivo. A qu¨¦ ocultarlo: permanentemente miramos de reojo esos enormes recipientes de cemento colmados de gentes de todas las clases sociales y de todos los colores de piel: el p¨²blico m¨¢s sabio y honesto que existe.

All¨ª encontrar¨¢ usted 15.000 personas que pagan altos precios por sus entradas y reciben el equivalente sobre la base de una sana regulaci¨®n de la oferta y la demanda.

No se puede esperar un funcionamiento sano en un organismo decadente. El deterioro del p¨²blico de nuestros teatros se debe a que ni el teatro ni el p¨²blico tienen una idea clara de lo que debe acontecer.

En los estadios deportivos, la gente que paga su entrada sabe exactamente qu¨¦ va a suceder, y, una vez instalada, lo que se desarrolla ante su vista es exactamente el espect¨¢culo esperado: hombres entrenados despliegan sus habilidades especiales, con el sentido m¨¢s acabado de la responsabilidad, pero dando la impresi¨®n de actuar por su gusto y en la forma que m¨¢s les place. El viejo teatro, en cambio, ha perdido hoy su rostro ... ?