Los multinacionales
No s¨¦ si las multinacionales son buenas o malas para Espa?a. Pero los multinacionales, o sea los espa?oles que afanan pasta de esas multinacionales, es que se est¨¢n poniendo moraditos a ganar dinero. Antes, del ni?o que sal¨ªa con aplicaci¨®n en los quebrados, la Formaci¨®n Nacional o el catecismo del padre Astete, se dec¨ªa que iba para ingeniero, para abogado del Estado, para subdirector general o para apoderado de El Cordob¨¦s. Ahora se dice que va para multinacional.-Un suponer -apremia el parado.
- Un suponer, don Joaqu¨ªn Garrigues, presidente de la Citro?n en Espa?a o algo as¨ª.
- ?Y don Ignacio Camu?as? -quiere concretar el parado.
- Nacho Camu?as sale tanto, que le llaman ya Nacho de noche. Pero multinacional no creo que sea, porque acaba de dejar su hermoso chalet de L¨®pez de Hoyos.
La verdad sobre las multinacionales la dijo Henry Ford (segundo de Espa?a y no se si algo de Alemania) en Almusafes:
- Estamos aqu¨ª porque confiamos en el futuro de este pa¨ªs.
O sea que Henry Ford confiaba en Gerald Ford y su pacificaci¨®n de la Pen¨ªnsula y sus instancias unitarias. Van de Ford a Ford. Pero ahora nos pone ojitos la General Motors:
- Que lo trae el papel, don Francisco, que lo dice la furgoneta: que a la General Motors le interesa Espa?a.
El quiosquero se lee los peri¨®dicos en la furgoneta, antes de ponerlos en el quiosco, y por eso para ¨¦l. la mayor autoridad informativa del pa¨ªs es la furgoneta.
Un multinacional literario es Sender, el novelista, que re¨²ne ambos mundos en su prestigio literario. Pero Cela, en cuya casa mallorquina se hospedaba don Ram¨®n J., no es tan proamericano como Sender, y a estos efectos montaron pol¨¦mica, arrojando Sender todos los platos de la mesa sobre Charo, la esposa del acad¨¦mico, y arrojando a su vez el acad¨¦mico a Sender fuera de su casa. (Perdonen ustedes la acumulaci¨®n de gerundios, pero estos lances caballerescos hay que contarlos as¨ª.)
Con Camilo, m¨¢s racial que multinacional, cenamos la otra noche. V¨ªctor de la Serna y ¨¦l me cantaron jotas y cupl¨¦s de Olga Ramos. Camilo hace el bajo y V¨ªctor los coros.
- No s¨¦ c¨®mo Manuel Fraga se ha juntado con esa gente -dijo Camilo al final de una jota y como sin venir a cuento.
Luego, V¨ªctor y Camilo se pusieron de acuerdo para sufragarle un busto a Gerardo Diego en Santander y en sus ochenta a?os. Los acad¨¦micos parece que quieren echar de la Real al pr¨ªncipe Bernardo de Holanda, por multinacional y por cara. El lockheed es algo as¨ª como miembro de honor.
- ?Se sabe ya la lista de los multinacionales espa?oles? -pregunta el parado.
- Bueno, vayamos por partes: una cosa es multinacional y otra un lockheed.
A m¨ª, que tampoco soy muy proamericano (de Am¨¦rica s¨®lo me van los pieles-rojas y las estudiantes pecosas), me llamaron un d¨ªa los multinacionales espa?oles de una revista de propaganda yanqui para ofrecerme colaboraci¨®n bien pagada, un intercambio de folios por d¨®lares. Me pagaban mejor que si les hiciera los art¨ªculos en papel de barba. Comimos en plan multinacional y les dije que no:
- Miren ustedes, no es por ¨¦tica, sino por est¨¦tica. Uno tiene su est¨¦tica en la vida, o sea que ¨¦sta es la ¨²ltima cena y de aqu¨ª me voy al huerto de los olivos.
Y es que llevo siempre dentro aquello que me dijo Andr¨¦ Gide, bujarr¨®n genial, cuando visit¨¦ Par¨ªs siendo yo un ni?o de pecho:
- Mon petit, mi ¨¦tica es mi est¨¦tica.
- Y la m¨ªa, maestro.
La bastardilla de esta cr¨®nica es bien f¨¢cil: que hay mucha pasta americana circulando por el pa¨ªs, funcionando a nivel de soborno oficioso y que la mejor carrera que puede hacer hoy un espa?ol es la de multinacional. No son malos los casos p¨²blicoas y oficiales, como el citado de Garrigues, sino otros m¨¢s oscuros y sustanciosos. Si yo fuese redactor de El Alc¨¢zar, esta cr¨®nica se llamar¨ªa Los vendepatrias.
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