El Cascamorras
Y luego dicen que la tele es mala y cara. Que la tele s¨®lo da triunfalismos y pantanos. Para una vez, que la tele ha dado la realidad de la verdad de la vida, hay que ver el cirio. O sea, lo del Cascamorras, que no ha gustado nada al personal.Bueno, pues eso es Espa?a. Ya saben que en los pueblos granadinos de Guadix y Baza hay una costumbre, o sea, un uso, que consiste en pagar a un pobre 6.000 pesetas (seguramente sin el 14%) para que se deje brear por los vecinos. Aqu¨ª, cuando no tenemos un rojo a mano, le aforamos a un pobre para que se deje pegar.
El caso es pegar a alguien.
Que lo ha dado Ra¨ªces, o sea, por la tele. Y se creer¨ªan que hac¨ªan una gracia. Luego, el breado tiene que dar la mitad de las 6.000 pesetas para la Virgen del lugar, pues se supone que en el lugar hay una Virgen. A la gente, como es humanitaria, le ha dolido lo del Cascamorras al verlo por el aparato. Igual les pas¨® con la mula del Pascual Duarte. El personal es muy sentido con las mulas v con los pobres.
A m¨ª, mayormente, el Cascamorras me ha parecido una par¨¢bola viva de la Espa?a eterna, un apotegma, como s¨ª dij¨¦ramos. En nuestra historia hay siempre una derecha que paga y zurra, una izquierda que cobra y tributa, un tonto del pueblo al que se pega por fiestas o antes si hubiere peligro de muerte.
Me lo dijo Levi-Strauss en Par¨ªs, que ven¨ªa ¨¦l de los tristes tr¨®picos e iba yo, en plan antiedipo, a trabajar en la cosa de la vendimia:
-Mon petit, toda sociedad se rige por unas estructuras fijas.
O sea, que lo que pasa en Guadix es lo que pasa.en toda Espa?a. Estructuralm ente somos siempre los mismos y no tenemos arreglo. Guadix, si el bachillerato que no hice no estaba equivocado, es el pueblo de don Pedro Antonio de Alarc¨®n y de don Juan Aparicio, dos espa?olazos de derechas. Baza es el pueblo de la Dama que sali¨®`ace pocos a?os, formando pareja con la de Elche. Pueblos rancios y recios, pues, donde Levi-Strauss podr¨ªa estudiar las estructuras recurrentes de la espl¨¦ndida y ¨¢spera Espa?a. En Guadix y en Baza tienen la guerra civil todos los a?os, en las fiestas, por 6.000 pesetas, de las cuales recuperan la mitad por mediaci¨®n de la Virgen. Pura Cruzada.
Anoche estuve echando un p¨¢rrafo con Josep Meli¨¢:
-La ciutat cremada se ha hecho con dinero de cien catalanes patriotas y altru¨ªstas-, me explica.
En Catalu?a, como est¨¢n m¨¢s cerca del Pirineo franc¨¦s, bailan la sardana y hacen pel¨ªculas hist¨®ricas para recoger la saga de su-vida colec-tiva. En Andaluc¨ªa, a pesar de lo rumboso que es el se?orito andaluz, que en cuanto te descuidas te suelta un verde por limpiarle los zapatos, las fiestas locales consisten, a veces, en pagar a un pobre para que se deje brear, que es lo espa?ol y lo hombre. 0 sea, las fiestas de moros y cristianos, pero con un solo moro y muchos cristianos, que se pasa m¨¢s risa.
Es una inercia hist¨®rica que nos han creado, claro. La sangre- del espa?ol con otro espa?ol se quita. C¨®mo la mancha de la mora. Lo nuestro es asar a la barbacoa al vecino, bien sea por jud¨ªo, por moro, por mas¨®n, por roj o, por hereje, por librepensador, por matem¨¢tico o por poeta. Y cuando no hay un vecino delenda a mano, pues se recurre al Cascamorras.
Rudo apelativo, este de Cascamorras, que ya s¨®lo por la eufon¨ªa nos hace entender el sentido violento de su destino. Signo y s¨ªmbolo de Espa?a, el Cascamorras, pueblo cornudo, apaleado Y descontento al que encima se le hace pagar un tributo a la Virgen por no ser m¨¢s guapo. Al Cascamorras le pagan poco, como al obrero espa?ol. Al Cascamorras le pegan todos, como al pueblo cuando se decide a irrumpir en la historia al Cascamorras le llevan a pagar diezmos y primicias a la iglesia, le salvan el alma a pescozones, como a usted y a m¨ª. Ahora que caigo, para qu¨¦ poner ejemplos: el Cascamorras soy yo.
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