Relaciones interalemanas: nuevas gestiones de Bonn ante Washington
El Gobierno del se?or Schmidt no ocult¨® su preocupaci¨®n, el pasado 29 de octubre, ante los cambios pol¨ªticos registrados en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), por los cuales el se?or Erich Honecker ha reunido en su persona los cargos de presidente del Consejo de Estado, instancia suprema del pa¨ªs, y del Consejo Nacional de Defensa, que unidos al de la secretar¨ªa general del Partido Socialista Unificado (comunista), hacen del se?or Honecker una figura s¨®lo comparable a la del estalinista Walter Ulbricht, su predecesor. Los portavoces de Bonn tampoco disimularon su alarma por la designaci¨®n del se?or Willi Stoph, otro notable representante de la l¨ªnea ?dura?, como primer ministro de la RDA. El 3 de noviembre, mientras en Estados Unidos se decid¨ªa en las urnas el triunfo del se?or Carter, un miembro del Gabinete de Relaciones Exteriores del se?or Brandt reiteraba en Espa?a lo ya dicho a EL PA?S en Alemania por representantes del SPD: ?A nuestras relaciones con el Este les esperan d¨ªas muy dif¨ªciles. Honecker se ha mostrado siempre partidario de endurecer la situaci¨®n de Berl¨ªn, y por su parte Stoph no comparte la relativa tolerancia de Horst Sindermann (ex jefe de Gobierno de la RDA) en lo que se refiere a la libre circulaci¨®n de personas entre las dos Alemanias. De hecho, la paralizaci¨®n de las conversaciones sobre ese punto parece inevitable.? Seg¨²n el SPD, el panorama se ha complicado a¨²n m¨¢s a causa de la sustituci¨®n del se?or Goetting, dirigente ?cristiano?, por un comunista en la presidencia del Parlamento de Alemania Oriental. Goetting hab¨ªa servido, al parecer, como intermediario de Sindermann en las negociaciones con Bonn sobre Berl¨ªn.
Pero el Gobierno del se?or Schmidt no se ha quedado de brazos cruzados. El viernes 5, Brandt le habr¨ªa enviado una carta al se?or Carter en la que le expondr¨ªa el estado actual de las conversaciones interalemanas y el papel que el futuro Gobierno norteamericano deber¨ªa jugar en una cuesti¨®n que podr¨ªa ?volver a actualizar en Europa -se?alar¨ªa Brandt- los t¨¦rminos de la guerra fr¨ªa?.
De acuerdo con lo averiguado por EL PA?S en medios autorizados del SPD, Bonn desea que Carter presione a la RDA en uno de los sectores m¨¢s d¨¦biles del r¨¦gimen: la grave crisis econ¨®mica de Alemania Oriental, que hasta ahora el se?or Kissinger se ha negado a hacer valer frente a Pankow.
La escasez de alimentos, provocada por la aguda sequ¨ªa del verano, ha obligado a la RDA a comprar cereales en el exterior. En junio, el ex premier Sindermann se puso en contacto con Estados Unidos con el prop¨®sito de obtener una l¨ªnea de cr¨¦ditos que posibilitaran las compras. En las gestiones intervino personalmente el se?or Brejnev, quien en una de sus entrevistas con Kissinger habr¨ªa recibido ?garant¨ªas? de Washington Por unos cuatrocientos millones de d¨®lares, avalados en parte, por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que a su vez impuso a las autoridades de la RDA una pol¨ªtica de austeridad semejante a la adoptada recientemente por Polonia, Hungr¨ªa y Checoslovaquia. El reemplazo de Sindermann por Stoph en la jefatura del Gobierno se habr¨ªa motivado por la resistencia del primero a la ?austeridad? dictada por la URSS. De todas formas, la operaci¨®n montada por Kissinger y Brejnev se interrumpi¨® a ra¨ªz de los incidentes de Berl¨ªn, en agosto, pero posteriormente Kissinger prometi¨® continuarla luego de las elecciones norteamericanas, si Ford resultaba reelegido a pesar de las cr¨ªticas que el propio Schmidt le hab¨ªa expuesto sobre ese asunto al secretario de Estado en la conferencia de Puerto Rico. Ahora, la victoria de Carter y el probable alejamiento de Kissinger ha inducido a Bonn a redoblar sus esfuerzos. Lo que la socialdemocracia desea es, sensiblemente, que Washington postergue su cr¨¦dito hasta obtener de la RDA una ?respuesta positiva -¨¦stas ser¨ªan las palabras empleadas por Brandt en su carta a Carter- a las obligaciones contra¨ªdas por la URSS (y por la RDA) en Helsinki sobre circulaci¨®n de ciudadanos del Este y del Oeste?.
Tanto el Gobierno de Alemania Federal como el SPD temen que Honecker ?paralice? por completo las conversaciones con Bonn sobre este tema, a menos que Estados Unidos ?intervenga m¨¢s directamente? en el problema. En septiembre, alrededor de 200.000 ciudadanos de la RDA presentaron al Gobierno una demanda formal para trasladarse a la RFA. El ¨®rgano oficial del partido. ?Neues Deutschland?. desminti¨® la cifra, pero no pudo hacer lo mismo con la dada por el semanario Der Spiegel. de s¨®lo 100.000. Bonn pretende que por lo menos esas 100.000 personas sean autorizadas a viajar al Oeste antes de que Washington haga efectivos los cr¨¦ditos prometidos por Kissinger.
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