El puente sobre la bah¨ªa de C¨¢diz, uno de los peajes m¨¢s caros de Europa

Las gestiones y actuaciones administrativas en orden a la construcci¨®n de un puente sobre la bah¨ªa de C¨¢diz comenzaron en el a?o de 1960 por iniciativa del Ayuntamiento gaditano presidido, por aquel entonces, por Jos¨¦ Le¨®n de Carranza. La necesidad objetiva del proyecto se materializaba en la ubicaci¨®n de la capital gaditana, cercada por las aguas e imposibilitada, pues, de un desarrollo urban¨ªstico al carecer de suelo. Igualmente, el puente pod¨ªa acercar a C¨¢diz al resto del pa¨ªs en una distancia de diecisiete kil¨®metros, lo que supon¨ªa, para aquellos que utilizaran en el futuro el puente, una reducci¨®n de tiempo e incluso del costo del transporte, evitando, por otra parte, cruzar poblaciones como San Fernando y Puerto Real.Desde entonces hasta nuestros d¨ªas, las pol¨¦micas suscitadas en relaci¨®n con el puente y reflejadas en la prensa de la regi¨®n no han profundizado m¨¢s all¨¢ de las cuant¨ªas de las tarifas de peaje y otras circunstancias meramente epid¨¦rmicas. El puente sigue siendo un gran desconocido para la opini¨®n p¨²blica y sus usuarios, cuyos conocimientos sobre el tema no van m¨¢s all¨¢ de presentir que, cada vez que cruzan el puente, abonan uno de los peajes m¨¢s caros de Europa.

Para cualquier ingeniero de caminos, ?las grandes obras p¨²blicas son la materializaci¨®n de la lucha del hombre con la naturaleza en su intento de dominarla y encaminada a un mejor aprovechamiento de la misma en bien de la humanidad?. Animado por esta filosof¨ªa parte todo el proyecto de construcci¨®n del puente sobre la bah¨ªa, toda vez que C¨¢diz necesitaba perentoriamente de terrenos para su expansi¨®n; comoquiera que los ¨²nicos terrenos existentes a una prudencial distancia se encuentran enfrente de la bah¨ªa, en el t¨¦rmino municipal de Puerto Real, pero separados por la barrera geogr¨¢fica que supone la bah¨ªa, el puente eliminaba tal barrera y brindaba la posibilidad perseguida: unos terrenos para la expansi¨®n urbana.

Con este planteamiento, en mayo de 1961 se curs¨® al del Ministerio de Obras P¨²blicas petici¨®n de concesi¨®n administrativa al Avuntamiento de C¨¢diz para la construcci¨®n y explotaci¨®n del puente. Tramitado el correspondiente expediente y despu¨¦s de laboriosas gestiones y de eludir numerosos obst¨¢culos, el Consejo de Ministros, por decreto de 21 de mayo de 1964, otorg¨® al Ayuntamiento de C¨¢diz la concesi¨®n administrativa de construcci¨®n y explotaci¨®n del puente sobre la bah¨ªa en r¨¦gimen de peaje. En este estado de cosas, el Ayuntamiento gaditano encarga a la empresa Intecsa, ¨ªntimamente ligada a Dragados y Construcciones, la redacci¨®n de un proyecto, resultando un presupuesto del orden de los 230 millones de pesetas. Con el fin de financiar el proyecto, el Ayuntamiento de C¨¢diz gestiona y consigue un pr¨¦stamo del Banco de Cr¨¦dito Local, formalizado el 23 de julio de 1967, por un importe de cuatrocientos millones de pesetas, pagaderos en treinta a?os al 5,25%, lo que supon¨ªa una anualidad de 26.766.773 pesetas. Posteriormente fue necesario un nuevo pr¨¦stamo, que concedi¨® el mismo banco y que se formaliz¨® el 15 de abril de 1971, por una cuant¨ªa de 135 millones de pesetas, pagaderas en nueve a?os al 5,75%, que representaba la cantidad anual de 19.632.605 pesetas. Con estos cr¨¦ditos, el Ayuntamiento agota sus posibilidades crediticias y acomete la realizaci¨®n de las obras, otorg¨¢ndose las mismas a la empresa Dragados y Construcciones, SA.

Importe triple al previsto

Finalizada la obra, el importe de la misma, seg¨²n la liquidaci¨®n correspondiente, asciende a una cifra superior a los seiscientos millones de pesetas, casi el triple de lo previsto en el proyecto, por culpa, seg¨²n el Ayuntamiento, ?del crecimiento de los costes y las obras complementarias?. Ante esta tesitura, el Ayuntamiento precisa una nueva financiaci¨®n, pero ¨¦sta presenta enormes dificultades y el nuevo cr¨¦dito oficial no es concedido. Al negarse el cr¨¦dito, el Ayuntamiento no puede recibir la obra al no tener recursos para pagarla, por lo que se arbitra la soluci¨®n de conceder los derechos de peaje (al 50% con el Ayuntamiento) a una empresa que financia los doscientos millones que hay que a?adir. Esta concesi¨®n se otorga sin previo concurso como obliga la legislaci¨®n vigente, a la empresa B¨¦tica de Autopistas, SA, que posteriormente construir¨ªa la autopista de peaje Sevilla-C¨¢diz y ligada a Dragados y Construcciones, ambas pertenecientes al holding del Banco Central.Las condiciones del contrato de concesi¨®n son altamente ventajosas para B¨¦tica de Autopistas, SA, que ha aportado no m¨¢s del 33% del presupuesto de la obra y percibe el 45% de los ingresos por peaje, am¨¦n de los gastos de ?conservaci¨®n y personal? que, seg¨²n contrato en vigor, representan el 40% de los ingresos totales por peaje hasta 1974 inclusive, el 35% para el quinquenio 75/79, y desde 1980 en adelante, hasta 1999, fecha en que expira el peaje, el 30%. Es f¨¢cil deducir con estos datos los beneficios que obtendr¨¢ B¨¦tica de Autopistas, SA, hasta 1999, por haber aportado en su d¨ªa una cantidad no superior a los doscientos millones. Cuantas personas se han interesado por examinar el contrato de concesi¨®n de explotaci¨®n y mantenimiento del puente a favor de B¨¦tica de Autopistas, SA, se han encontrado con insuperables dificultades, tanto si han acudido al Ayuntamiento como si acudieron a la empresa concesionaria.