Cargar con todo

El futbolista, m¨¢s a¨²n que cualquier otro profesional, por aquello de que un buen d¨ªa caduca, trata de mejorar su situaci¨®n econ¨®mica en cuanto tiene ocasi¨®n. La picaresca, pues, aparte ya de las razones ponderadas por una calidad y un rendimiento efectivos, est¨¢ a la orden del d¨ªa.El ¨²ltimo caso se refiere a Daniel Solsona. El espa?olista, largo tiempo convaleciente de una hepatitis, ha vuelto a la actualidad, pero no por sus buenas actuaciones que ser¨ªa lo deportivo. Nada de eso. Solsona est¨¢ descontento porque quiere cobrar dos millones de pesetas m¨¢s por a?o. Simplemente, como quien dice, el 10 % habitual que suele llevarse el jugador en un traspaso. Como ha sabido que se han ofrecido por ¨¦l cincuenta millones, pues pide cinco. As¨ª de f¨¢cil. Y con ultim¨¢tum. O le traspasan, o quiere aumento de sueldo.

Bien mirado es l¨®gico. A fin de cuentas Solsona se ha casado hace poco y el futuro lo debe ver de otra forma. Ese truco de las figuras para aprovecharse de las ofertas no es nuevo. Quini, Churruca -antes de irse del Gij¨®n definitivamente-, Cap¨®n y muchos otros, lo utilizaron para forzar a sus clubs a subirles la ficha anual. No hay problema. El socio y los espectadores que pagan sus dineros ser¨¢n los que carguen con todo. El Valencia, que a diferencia de los dem¨¢s clubs hace cuentas a finales de a?o, ya ha subido un 33 % los abonos. Los seis nuevos fichajes han tenido la culpa. Pero todos contentos. Los duelos con pan son menos. Y mientras no haya muchos Barcelonas que se coman todo el pan, vale.