La Compa?¨ªa Metropolitano, entre la subsistencia y la desaparici¨®n
Hasta el momento, y seg¨²n la memoria de la Compa?¨ªa Metropolitano de Madrid, SA de 1975, el Ministerio de Obras P¨²blicas construye la infraestructura de todas las nuevas l¨ªneas del Metro madrile?o. Lo m¨¢s destacable del nuevo trazado lo compone la circunvalaci¨®n parcial que, desde la estaci¨®n, de Oporto permitir¨ªa conectar con la de Cuatro Caminos, mediante quince estaciones, ocho de ellas cabeceras o enlaces con otras l¨ªneas.De esta forma, Oporto, Opa?el, Plaza El¨ªptica y Usera ser¨ªan las estaciones que engarzar¨ªan desde Legazpi con Pac¨ªfico a trav¨¦s de las de Bol¨ªvar y M¨¦ndez Alvaro, para prorrogarse hasta Manuel Becerra y Diego de Le¨®n, sobre las nuevas estaciones instaladas en Conde de Casal, S¨¢inz de Baranda y O'Donnell. La circunvalaci¨®n proseguir¨ªa en Diego de Le¨®n en direcci¨®n a la estaci¨®n de la avenida de Am¨¦rica, para enfilar luego la Rep¨²blica Argentina, Nuevos Ministerios y Cuatro Caminos.
Otra de las l¨ªneas con mayor inter¨¦s es la que entroncar¨¢ S¨¢inz de Baranda con la estaci¨®n de Pavones, con paradas en el barrio de la Estrella, Camino de Vinateros y Pico de Artilleros, todas estas en Moratalaz. Seg¨²n afirmaciones solventes, esta l¨ªnea se encuentra ya terminada, pero su equipamiento se demora sin mediar explicaci¨®n alguna al vecindario de este populoso barrio, desprovisto hasta hoy de este tipo de transporte colectivo.
Tambi¨¦n se revela muy interesante el proyecto que unir¨¢ Ciudad Lineal con Canillejas. a trav¨¦s de enclaves en Suances y T. Arias. Desde Alfonso XIII se realiza la construcci¨®n de otro ramal hasta el barrio de la Esperanza, con estaciones en la avenida de la. Paz y Arturo Soria. A su vez, la estaci¨®n de la avenida de Am¨¦rica. futuro enclave muy importante, quedar¨ªa vinculado a la plaza de Castilla con paradas en la colonia del Rayo, Concha Espina, calle de Colombia, P¨ªo XII y Areneros. Se trabaja tambi¨¦n en el ramal que permitir¨¢ a los usuarios del Metro acceder hasta la plaza de Castilla por la avenida del General¨ªsimo, con estaciones en la plaza de Lima y en el ¨¢rea Cuzco, para prolongarse tras la plaza de Castilla hasta Fuencarral por Chamart¨ªn y el nudo norte, adem¨¢s del ramal que vincular¨ªa la cabecera norte con el barrio Sorolla, el barrio del pilar y la carretera de la Playa, junto a la Ciudad de los Periodistas.
Proyectos ambiciosos
Es de destacar que se trabaja en la construcci¨®n de los t¨²neles cuya l¨ªnea permitir¨¢ a los universitarios madrile?os acceder a la Complutense, con estaciones iniciadas en Cuatro Caminos, la zona de los colegios mayores y el paraninfo, aunque se desconoce a¨²n el enclave exacto de los nudos de este ramal.
Sin embargo, los ambiciosos proyectos -algunos ya concluidos, los m¨¢s a medio hacer, y el resto, en fase inicial-guardan m¨¢rgenes de dificultad, En principio cabe decir que en los nuevos trazados, la anterior centralizaci¨®n explicitada sobre la estaci¨®n de Sol durante muchos a?os, se exporta hacia otras estaciones no menos saturadas. El abanico formado por Oporto, Legazpi, Pac¨ªfico, Manuel Becerra o la avenida de Am¨¦rica, principales cabeceras de las nuevas l¨ªneas, podr¨ªa saldar grandemente la congesti¨®n del centro madrile?o si las dotaciones y equipamientos urbanos de las zonas cuya poblaci¨®n absorber¨¢n, redujeran sustancialmente la necesidad de estos madrile?os de acceder al centro de la ciudad. Mientras el desabastecimiento de servicios sanitarios, sociales, comerciales, administrativos y econ¨®micos, siga siendo una constante en los barrios perif¨¦ricos de Madrid, la centralizaci¨®n de la ciudad se perpetuar¨¢ indefectiblemente, amortiguando parciaalmente el problema, pero situ¨¢ndolo en toda su extensi¨®n y fuerza a pocos a?os vista.
Asimismo, el ritmo de construcci¨®n utilizado en las obras de infraestructura de las nuevas l¨ªneas no permite adelantar que los ramales en construcci¨®n puedan entrar en funcionamiento pleno antes de tres o cuatro a?os, al menos e¨¢cuanto alude al grueso de los proyectos. Contrariamente, la demora inexplicada de la puesta en servicio de l¨ªneas como la de Moratalaz, dibuja m¨¢s oscuramente todav¨ªa los rasgos del problema del transporte suburbano en Madrid.
Clarificaci¨®n
Una aproximaci¨®n a la clarificaci¨®n de este y muchos otros aspectos aparece en la memoria de la Compa?¨ªa, redactada para informar sobre el balance correspondiente al,a?o 1975. En el texto se afirma que el desfase existente entre el ritmo de construcci¨®n infraestructural y el flujo de inversiones que la Corripa?¨ªa ha de realizar para cubrir la superestructura de material fijo y m¨®vil, llev¨® entonces a la empresa del Metro a iniciar conversaciones con el Gobierno ?para solucionar el futuro de la Compa?¨ªa?.
Quiz¨¢ esta frase resume buena parte de los problemas que hemos tratado de describir. Evidentemente, la frase no cabe abstraerla de un contexto -la memoria de la Compa?¨ªa Metropolitano-, donde tambi¨¦n se habla de mejoras, proyectos, inversiones, dotaciones nuevas en material de todo tipo e incluso de fabricaci¨®n de billetes en taco codificado. Ahora bien, cuando se alude a que la insuficiencia de las tarifas autorizadas -beneficiosas por recaudaci¨®n- no permiten financiar las grandes inversiones nacesarias para la cobertura de los elementos fijos y m¨®viles de la superestructura de la red general madrile?a, y concluye con una alusi¨®n muy directa al Gobierno para que remedie el futuro de la Compa?¨ªa, no es muy dif¨ªcil deducir que esta sociedad an¨®nima cornience a plantearse su subsistencia o su desaparici¨®n. La subsistencia no se perfila lograda sin aumentos de tarifas o peculiares proteccionismos estatales y la desaparici¨®n se barrunta como inmediata ante toda entidad lucrativa que comienza a dejar de serio.
Proteccionismo o disoluci¨®n
De entonces parte la creaci¨®n de una comisi¨®n, que comenz¨® a inf¨®rmar al Gobierno sobre la futura organizaci¨®n del transporte en Madrid, tanto del de superficie como del subterr¨¢neo. Por todo ello, no se entiende como descabellada la idea de que el Metro de Madrid se encuentra muy pr¨®ximo a su venta, consideraci¨®n que ha presidido la elaboraci¨®n de la alternativa a la gesti¨®n de este tipo de transporte colectivo. Curiosamente, de la comisi¨®n informativa no formaba parte ninguno de los estamentos cuya presencia se reivindica hoy en los organismos de planificaci¨®n y gesti¨®n, controlados por entidades municipales o estatales o, cuando mucho, por los gabinetes de proyecci¨®n de poderosas empresas constructoras privadas, adjudicatarias permanentes de concesiones y contratas del Ayuntamiento o del Ministerio de Obras P¨²blicas.
La transici¨®n se encuentra pues, muy pr¨®xima, yel abanico de opciones se reduce progresivamente sobre dos polos. O la explotaci¨®n del Metro la acomete otra sociedad an¨®nima privada con nuevos y aplazados criterios de lucro inmediato, o se crea un organismo mixto de gesti¨®n y explotaci¨®n, de cariz municipal o estatal y/o privado. Dentro de esta madeja de posibilidades, cuyo grado de combinaci¨®n resulta reducido, pero existe la certeza de que la f¨®rmula adoptada se cernir¨¢ sobre ella, dos sectores relevantes, ciudadanos de Madrid y trabajadores de? Metro, intentan denodadamente participar y convertirse en sujetos agentes de una transici¨®n importante que les afecta. No quieren -y lo han manifestado repetidamente- quedar fuera de las esferas que van a decidir y, tramitar, a diario, un aspecto sustancial de su vida.
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