El debate presupuestario, nueva prueba para el gobierno portugu¨¦s

Con la discusi¨®n parlamentaria de los proyectos de presupuesto y plan general del Estado para 1977, el Gobierno de Mario Soares afronta una prueba tal vez decisiva para su futuro inmediato.

Los diputados van a trabajar en sesiones de tarde y noche los d¨ªas 27, 28 y 29 para ultimar la discusi¨®n de las orientaciones econ¨®micas para 1977, iniciada el 23 pasado. El propio primer ministro, Mario Soares, estar¨¢ presente para defender los puntos de vista de su equipo.Todos los observadores coinciden en que m¨¢s all¨¢ de la discusi¨®n t¨¦cnica, los resultados del debate ser¨¢n muy significativos para la existencia del actual Gobierno. Un rechazo por parte de los diputados ser¨ªa probablemente interpretado como un voto de desconfianza, arrastrando, si no la ca¨ªda del Gabinete, por lo menos un cambio ministerial profundo. con la salida del actual equipo econ¨®mico.

En los ¨²ltimos d¨ªas se ha ido multiplicando los rumores de una remodelaci¨®n del Gobierno para enero, pero Mario Soares las ha desmentido a la entrada del Consejo de Ministros extraordinario del pasado 24.

Sin convencer totalmente, este mentis corresponde a la t¨¢ctica empleada por el Partido Socialista a la v¨ªspera de todas sus grandes batallas pol¨ªticas: reiterar su voluntad de no aceptar otra alternativa que gobernar solos o pasar ala oposici¨®n, al mismo tiempo que insiste en la ausencia de una mayor¨ªa de recambio aceptable en el cuadro pol¨ªtico actual.

Con esta ?pol¨ªtica del borde del abismo? Mario Soares ha conseguido, hasta hoy, contener las ofensivas de sus opositores de derecha como de izquierda. De test para el Gobierno el debate pasa a ser tambi¨¦n test para la o las oposiciones.

Y lo m¨¢s probable es que Mario Soares gane la apuesta. Ning¨²n partido parece actualmente decidido a asumir la responsabilidad de hacerle caer. Sa Carneiro, l¨ªder del PSD/PPD, el m¨¢s directo rival del PS, hab¨ªa afirmado, antes de las elecciones locales, la decisi¨®n de su partido de radicalizar su oposici¨®n, sin descartar la eventualidad de abrir la crisis, pero no dispone por s¨ª solo de la fuerza suficiente para ello, y no estar¨¢ interesado en quemarse en un intento sin viabilidad.

Queda a los tres partidos no gubernamentales una sola salida, que ha sido expl¨ªcitamente definida por Alvaro Cunhal en nombre de los comunistas: dar a conocer su negativa a apoyar la pol¨ªtica del Gobierno, sin contribuir a hacerle caer, para no provocar una crisis de consecuencias imprevisibles en el actual momento. Al aprobar, en la primera sesi¨®n, un voto separado para el plan y para el presupuesto, los diputados han ampliado su campo de maniobras y presiones, haciendo posible una actitud diferente en relaci¨®n a uno y otro proyecto, que aleja la eventualidad de un rechazo simult¨¢neo y com¨²n.